En ofensiva ideológica. La hipocresía de la derecha contra la ESI y la defensa del negocio de la educación

Durante esta semana la ofensiva conservadora de sectores parlamentarios y religiosos contra el Ministro de Educación y el gobierno ha protagonizado con la acusación constitucional, argumentado extensamente en el libelo de la acusación con más de mil páginas no tiene argumento jurídico, señalan distintos parlamentarios, periodistas y abogados para defender al ministro, aunque algunos mantienen críticas al mismo.

Esto es sólo una parte, la ofensiva ideológica de la derecha, se propone no atacar sólo al ministro, sino que al gobierno y a las disidencias sexo genéticas también. La discusión no ha estado exenta de dichos homofóbicos contra el ministro, en particular de parte de la diputada Cordero, vocera del bus “de la libertad” y cristiana.

Atacando una supuesta “ideología de género”, buscan detener la implementación de una educación no sexista y una educación sexual integral (ESI), haciendo demagogia por la defensa de la niñez y el derecho de los padres a educar y elegir la educación de sus hijxs. A pesar de que son estos mismo quienes se han negado a mejorar las condiciones de educación de los jóvenes y que han promovido y exigido reprimir a los jóvenes que nos movilizamos, además de la respectiva criminalización que lo acompaña.

Detrás de esto, los valores conservadores de la iglesia y la familia tradicional, incapaz de aceptar a la diversidad, minimizando la opresión de género como un problema político y acusando un supuesto adoctrinamiento de los niños y la promoción de la pedofilia. Irónico viniendo de quienes han defendido históricamente a los abusadores de la iglesia, hipócrita cuanto menos.

Pero más que buscar la destitución del ministro y golpear al gobierno, lo que buscaban imponer con esta discusión son justamente los valores conservadores, serviles a la clase dominante al dividir y conflictuar a nuestra clase, perpetuando la discriminación, precarización y abandono de la comunidad LGBTIQNA+. Por ello la acusación argumenta contra la educación no sexista que el ministro ha impulsado a través de distintas instancias y políticas (insuficientes por lo demás), y de la mano de la lucha contra la propuesta de educación sexual integral a través de la prensa.

El verdadero problema de fondo de esta situación es que para enfrentar a la derecha y su política retrógrada y lucrativa se requieren cambios fundamentales en los derechos de la comunidad LGBTIQNA+ y tocar la ganancia empresarial en beneficio de las necesidades de las grandes mayorías pobres y trabajadoras. Sin embargo, ningún gobierno, incluyendo al actual de Gabriel Boric ha dado reales soluciones a estas problemáticas y a la crisis educacional, es más sigue con una política de conciliación de la mano de la ex Concertación y la misma derecha. El Ministerio y las dirigencias gremiales han puesto paños fríos a las problemáticas que afectan a los colegios y sólo plantean "estados de alerta" que no movilizan ni organizan.

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Educación Sexual Integral

Pero la educación sexual integral es necesaria desde la primera infancia, es aquí donde se comienza a desarrollar la identidad y orientación sexual y donde más vulnerables al abuso son lxs niñxs. Para el autodescubrimiento del género y la sexualidad, la comprensión de la diversidad, el consentimiento y reconocimiento de prácticas abusivas, la prevención de enfermedades e infecciones de transmisión sexual y embarazos no deseados, la integración social y el conocimiento del cuerpo y las formas de placer. La educación sexual debe contemplarse en todas las etapas educativas.

Volvamos ahora a pensar al ministro, si pensamos incluso en la necesidad expresa de una educación sexual planteada desde el movimiento estudiantil, vulnerable cuanto más a los abusos y a la imposición de valores conservadores, con el sexo como un tabú y gran ignorancia respecto a métodos anticonceptivos, de prevención de enfermedades y también las distintas formas de identidad y expresión de género. La política de educación no sexista del gobierno se queda corta frente a las necesidades reales de lxs estudiantes y en la formación de los docentes y autoridades escolares y universitarias.

Junto con una política nacional de ESI, es necesaria la formación profesional de nuestros profesores y profesoras en género y sexualidades, para una apropiada implementación de esta, además de la integración real de las disidencias sexogenericas en los establecimientos, con cupo laboral trans por ejemplo.

El debate aquí no es la defensa de los niños contra la ideología de género, es de la ideología conservadora y cristiana contra la educación sexual.

Es necesario que desde el movimiento estudiantil, de profesores, de mujeres y disidencias, en alianza con la clase trabajadora plagada de contradicciones, se articule un programa desde abajo por la educación sexual integral, contra la violencia de género y los derechos sexuales y reproductivos, que integre entre otras cosas, el aborto libre, legal, seguro y gratuito. Que sea organizado en base a la discusión política y libre deliberación en los organismos de nuestra clase y de los sectores movilizados, que puedan aplicar en los hechos esta discusión y que son perfectamente capaces de administrar la educación, la política y la economía si se organizan