La pelea por la memoria vista en medios de comunicación, en torno a la Liga Comunista 23 de septiembre (LC23S), atraviesa la disputa histórica contra la impunidad de varios gobiernos, del Ejército, la Policía y demás responsables del Estado.
Lunes 30 de septiembre de 2019
Una falsa reconciliación impuesta con distintos simbolismos por la 4T, desde una nefasta perspectiva: Exguerrilleros pidiendo perdón por la muerte del empresario, SEGOB "reconociendo" la violencia estatal, espacios institucionales de la memoria (aceptada), AMLO prometiendo no reprimir a sus opositores y Sheinbaum con miles de policías en las marchas de mujeres, prometiendo orden a la Coparmex del Centro Histórico (desempolvando los uniformes del cuerpo de granaderos, que no duraron en el clóset ni un mes).
Un abrazo a víctimas de la guerra sucia no es una muestra de buenas intenciones de la 4T, es una cara de la impunidad de un Estado que "dialoga" para preservar la injusticia e institucionalizar la memoria.
Sin Comisión de la verdad, independiente del Estado, que lleve a juicio a los genocidas (en cuerpo presente o no), no hay nada.
El debate en torno a la LC23S trae consigo un mensaje de impunidad e indolencia para familiares sobrevivientes de la guerra sucia.
Lxs hijos de sobrevivientes a la masacre estudiantil del 68: No perdonamos. No olvidamos. Y en la construcción de la memoria histórica: Jamás nos reconciliamos con la burguesía y el Ejército, garantes de genocidio y desaparición forzada.