Un recorrido sobre las peleas que dieron amplios sectores de lucha, con movilizaciones, cacerolazos, asambleas y tomas en el movimiento estudiantil y de trabajadores de la cultura junto con algunas primeras conclusiones y aportes que hemos intentado, humildemente, desde la Juventud del PTS desarrollar en este primer año de la Era Milei.
Martes 3 de diciembre de 2024 21:21
En pocos días se cumple un año de mandato de Javier Milei como presidente, año que demostró no venir a ajustar a la casta, sino que atacó gravemente a los sectores más desfavorecidos y golpeados por la crisis. Docentes, trabajadorxs, formales e informales, jubiladxs y las grandes mayorías ven como mes a mes sus salarios e ingresos fueron destruidos, no hay más que ver cómo aumentó a más de la mitad de la población la pobreza. Así como también muchos derechos también fueron vulnerados. Este año no solo se vio como Milei gobierna para los empresarios, los poderosos y el FMI, sino también la gobernabilidad que le da la oposición. En el Congreso, radicales y peronistas votaron sus leyes, acordando bajo la mesa y rosqueando en contra del pueblo. En la calle, las burocracias sindicales, la CGT y la CTA, no llamaron a ningún plan de lucha, mucho menos a un paro para el cierre del año.
Contrastando en muchos sectores la predisposición a organizarse, discutir, debatir, marchar y ser sujetos de defender las conquistas propias y ajenas no faltaron. Durante el año hubo enormes movilizaciones, cacerolazos y tomas desde el movimiento estudiantil, trabajadorxs de la cultura, docentes y paros como en el sector Aceitero. Desde la Juventud del PTS en todo el país desde que asumió el gobierno de Milei, humildemente, hemos tratado de aportar todos nuestros medios para que la organización y lucha triunfe y saque las mejores conclusiones. En esta nota queremos hacer un breve recorrido de estas peleas en Rosario, que no es espectadora sino protagonista de todas las peleas y procesos que se dieron en todo el país.
La cultura arrancó con la resistencia
A pocos días del comienzo del año, y aún con las fiestas encima, la cultura no se detuvo. Los primeros ataques del gobierno de Javier Milei se dirigieron a todos los sectores culturales, bajo la excusa de que no se podía mantener el arte a costa de la pobreza. Hoy, con más del 50% de pobreza en el país y un aumento del 12% en la pobreza infantil, es evidente que el problema no era la cultura, sino el plan de ajuste implementado por el gobierno.
Pero los trabajadorxs de la cultura no esperaron para organizarse y debatir cómo enfrentarse a este gobierno. A lo largo y ancho del país, se llevaron a cabo asambleas, muchas impulsadas por Unidos por la Cultura, organización en la que Contraimagen y el PTS tuvieron un rol clave como fundadores y organizadores. En Rosario, se realizaron asambleas de trabajadores del arte y la cultura.
El Centro Cultural Atlas fue el lugar donde se iniciaron estas primeras asambleas, que resultaron en cacerolazos culturales, marchas y diversas acciones durante el inicio del año. Estas fueron las primeras manifestaciones que movilizaron al sector para enfrentar al gobierno. Además, incluyeron debates y exigencias dirigidas a las conducciones sindicales de algunos sectores, instándolas a convocar a un paro.
Durante ese período, una de las acciones más significativas tuvo lugar en la Plaza 25 de Mayo, durante la tradicional ronda de las Madres de Plaza de Mayo. Sin embargo, esta manifestación terminó con un episodio de represión, donde siete trabajadorxs y activistas culturales fueron detenidos por la policía del gobernador Pullaro, entre ellos Lautaro Habibi, militante de la Juventud del PTS y EnClave Roja. Este hecho fue un antecedente de otros episodios represivos y ajustes que vendrían en la provincia.
Producto de estas brutales detenciones que conmovieron, a tal punto que más de 2 mil personas se concentraron en la comisaría segunda para su liberación, que se organizó la primera asamblea estudiantil del año a las puertas de Humanidades y Artes para repudiar la represión del gobierno de Pullaro.
La pelea por la universidad pública
El proceso de los trabajadores de la cultura y de la organización inspiraba y se desarrollaba en paralelo a las asambleas barriales que también se estaban gestando en los barrios de la ciudad de Rosario, así como en muchos otros lugares del país. Estos sirvieron, también, con el comienzo de las clases en los institutos y las facultades, como un preludio a lo que el movimiento estudiantil empezaría a gestar para organizarse en defensa de la universidad pública.
Desde las secretarías, dirigidas por la NO PASARÁN y EnClave Roja, con compañeros del PTS y estudiantes independientes, buscamos organizar, junto a otros estudiantes de distintas facultades, el primer cacerolazo en la Plaza 25 de Mayo, incentivando a todos los centros de estudiantes a que participen. Al mismo tiempo que otros cacerolazos impulsados en la ciudad por las asambleas barriales. Sabíamos que, al igual que atacaron a la cultura ya los trabajadores más precarizados, también atacarán, como todos los gobiernos lo han hecho pero en esta ocasión de una forma mucho más aguda y brutal, a la educación pública y a nuestros docentes.
Partiendo de ese cacerolazo, fuimos organizando grupos de WhatsApp contra el ajuste y los ataques, no solo a la universidad, sino en general a todos los sectores. De esa manera, ya estábamos preparados para cuando se empezó a gestar la primera marcha universitaria el 23 de abril, convocada por las autoridades del CIN—radicales y peronistas—, que más tarde traicionarían al movimiento estudiantil que estaba poniéndose en pie de lucha. En las asambleas previas al 23 de abril, empezó a surgir un activismo estudiantil que copó las calles,en facultades como en Psicología y Ciencia Política surgieron procesos de autoconvocadxs, y en Humanidades y Artes un sector de estudiantes que pelearon contra las maniobras de la conducción del CEHyA: Estudiantes que por primera vez participaban de marchas, asambleas y debates. Fueron ellos los que armaron sus banderas, carteles y se movilizaron en defensa de la universidad pública y de nuestros docentes. Buscamos, desde nuestras agrupaciones de EnClave Roja y Pan y Rosas, de aportar a todos los debates y procesos de organización. Nos preparamos para viajar, y con nuestras agrupaciones viajó un colectivo entero, de los 15 que organizó el sindicato docente Coad, para viajar a la Capital.
Pero también en la ciudad, nos pusimos al frente junto con decenas de estudiantes que participaron en las asambleas, para que haya una marcha al monumento esa jornada histórica. En retrospectiva, puede parecer una pelea básica, pero las conducciones de los centros y algunos sindicatos, así como sectores del peronismo o Ciudad Futura que no se movieron de la plaza San Martín, no querían marchar esa tarde. Sin embargo, los estudiantes junto con miles de personas más sí lo quisieron, y así se hizo.
Marchamos hasta el monumento en una marcha histórica. Tras ese evento, y con la traición de las autoridades que intentaron detener el movimiento después de haber movilizado a millones en todo el país, continuamos organizándonos. Realizamos cursos de marxismo, debates y charlas en cada facultad en la que estábamos. Luego del 2 de octubre, en una nueva marcha, también estuvimos presentes para seguir defendiendo la universidad pública de los ataques de Milei.
Después de la segunda marcha federal y al iniciar el segundo cuatrimestre, el gobierno de Milei amenazó con un veto que más tarde se aprobaría en el Congreso con el apoyo de radicales y peronistas, atacando el salario docente y la financiación de las universidades. En las asambleas previas ya se percibía un clima de enojo, de todos estos nuevos compañerxs que empezaron a mostrarse como la oposición hacia el gobierno y el ajuste. Después del veto, comenzó una ola de tomas y movilizaciones en todo el país, impulsadas por este nuevo activismo del que buscamos aportar con propuestas y política.
Con una bronca genuina, no solo contra el gobierno, sino también hacia los manejos de las conducciones —que, tras mucha insistencia, tuvieron que adaptarse como el CEHyA dirigido por Pampillón (Patria Grande) y el Movimiento Evita—, se convocó por estudiantes autoconvocadxs de Trabajo Social a un interfacultades en la Plaza San Martín. En ellas, votamos tomar las facultades. Posteriormente, en asambleas como las de Humanidades, peleamos junto a compañerxs independientes para que las tomas no fueran simbólicas, sino con clases públicas, de manera que los estudiantes pudieran cursar y estas se organizaron junto con los docentes que luchaban por su salario.
De esta manera, se empezaba a ver las distintas políticas de las distintas fuerzas políticas en la UNR. La Franja Morada—agrupación radical de la mayoría de los decanos y el Rector Bartolacci— abiertamente acusó en las asambleas que las tomas eran medidas de “extrema izquierda” (Pato Bullrich dixit) y votó en contra de las mismas, aún así las tomas se dieron, aún donde la Franja era conducción de esos centros, en esos casos, sus militantes se fueron de las tomas. Pero no fueron los únicos, el peronismo donde era parte de las autoridades, en Psicología vía la Massotta, abiertamente se tiraron en contra de las tomas y las clases públicas. En Humanidades vía Oktubre acompañaron a la conducción del CEHyA a que las tomas sean simbólicas, de la misma manera que en asambleas como en Psicología o en Ciencia Política incentivadas por el ALDE y Patria Grande,se voten estas tomas simbólicas que, en definitiva, no molestan ni hacen ruido a nadie.
Mención aparte del ALDE que siendo conducción de facultades tan importantes como Medicina y Arquitectura, no llamaron a asambleas ni a medidas de lucha como las tomas, solo en Arquitectura hubo asambleas y tomas porque fueron autoconvocadas por sus propios estudiantes.
Por el contrario, en Humanidades, se organizan más de 50 clases públicas con contenido académico en colaboración entre estudiantes y docentes. Este fue un ejemplo de cómo continuar la lucha, llegando a más estudiantes que quizás no eran parte activa de las asambleas, pero que querían y defendían su lugar de estudio y a sus docentes. No es casual esto, en Humanidades y Artes históricamente ha habido activistas que se han puesto al frente de las peleas del movimiento estudiantil, esta vez no fue la excepción y fueron el motor para que surjan estas comisiones que junto a EnClave Roja y otras agrupaciones desarrollamos.
Durante el conflicto, en los grupos de WhatsApp organizados contra el ajuste y como espacios de debate para decenas de estudiantes, se difundió la noticia de que habían detenido a cinco docentes y trabajadores del Estado por movilizarse contra la reforma previsional del gobernador radical Pullaro, que mención aparte su ministro de educación es José Goity, ex decano de Humanidades y Artes y ex secretario general de la UNR, que durante todo el año ajustó salarios de los docentes provinciales. Entre ellos, estaba Franco Casasola, docente de La Marrón y dirigente del PTS. La noticia se viralizó rápidamente, generando indignación. Coincidentemente, ese mismo día organizamos una asamblea interfacultades frente a la Facultad de Humanidades y Artes.
Con rapidez y un sano instinto de organización y unidad, se decidió votar una moción de orden para marchar hasta la Plaza San Martín, donde los sindicatos se estaban concentrando para exigir la liberación de los compañeros detenidos. Desde la juventud del PTS, EnClave Roja, peleamos por esa moción junto a estudiantes independientes y muchos docentes, como los que se agrupan en Acontrapelo y en Coad, con indignación de lo que estaba ocurriendo, logrando una multitudinaria columna con más de mil docentes y estudiantes universitarios que irrumpieron en la concentración al grito de "¡Unidad de los trabajadores y universidad de los trabajadores!" ! ¡Y al que no le gusta, se jode!".
Este hecho conmovió a propios y ajenos y demostró que la verdadera lucha es contra los ajustadores, tanto del gobierno nacional como de los gobernadores provinciales. Después de este proceso, continuamos tomando facultades y realizando clases públicas, con o sin paro. Se rompió el intento de instalar la idea de una universidad encerrada o virtualizada por las tomas, que quería instalar las autoridades radicales y peronistas.
En paralelo, se fue viendo qué tipo de centros de estudiantes organizan las agrupaciones, ligadas al peronismo y el radicalismo, sólo enfocadas en dar mejores “servicios” a los estudiantes en las elecciones, y no lugares llenos de participación y debates para que los estudiantes tengan espacios para poder no sólo organizarse sino transmitir inquietudes y propuestas para sus facultades. Desde la secretaría de Género y Diversidades conducida por Pan y Rosas buscamos mostrar una práctica distinta con reuniones y debates.
Pasado el proceso de tomas y asambleas, y en una meseta normal en estos procesos de lucha —que se inician y pueden tener altas y bajas pero que ya están en marcha y han combatido sentidos comunes—, solo queda la perspectiva de ver cómo continuar. Los centros de estudiantes, al igual que las autoridades del CIN, apostaron a que estos procesos de organización se desinflaran lo más posible. Los centros de estudiantes se adaptaron profundamente a la política de las autoridades, no proponiendo ni siquiera una tercera marcha federal que contrapusiera al movimiento estudiantil con esta política de las autoridades y que diera continuidad y perspectiva a estas peleas. Pelear porque los activistas fijaran una fecha para esa tercera marcha federal, llegando a cientos de miles de estudiantes más en todo el país habría sido una forma de seguir visibilizando en las calles de todas las ciudades y regiones la defensa por la universidad pública y por los salarios docentes.
La política de las autoridades peronistas y radicales nos llevó a que Milei no modificara ni una sola coma al presupuesto 2025, dejando que los docentes sigan cobrando miserias. Y ahora en otra muestra más de ataques xenófobos, buscan arancelar la universidad pública así como la salud a los extranjeros sin residencia, de por sí una medida ridícula debido a que ninguna persona sin residencia en el país puede estudiar en la universidad pública. Sin embargo, como ya hemos señalado, la organización y la lucha se instalaron profundamente en el movimiento estudiantil como oposición a estas políticas de ajuste. Ahora queda seguir reflexionando y pensando cómo continuar con toda esta organización, y seguir militando para que los estudiantes puedan reconocer cuáles son sus enemigos y cuáles son sus aliados.
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Al calor de todas estas peleas y discusiones durante el año que dimos con decenas de estudiantes que hemos conocido, formamos agrupaciones con las que continuamos tomando desafíos. Queremos continuar con esta dinámica, con formas de organización democrática en grupos de Whatsapp, charlas, juntadas, debates y de todas las formas posibles.
¿Y ahora? ¿Cómo la seguimos?
Al calor de todo el proceso universitario que se estaba gestando, así como también en algunos institutos que se solidarizaron con la lucha universitaria y también fueron parte de las movilizaciones —como los centros de estudiantes dirigidos por No Pasarán, como el Olga Cossettini—, rápidamente decidimos realizar una charla en el Sindicato de Luz y Fuerza. En ella participó Myriam Bregman y Nicolás del Caño, dos de los referentes de la oposición que estuvieron al frente, junto al resto de los diputados del Frente de Izquierda, en la pelea para que no se aprobaran las nefastas leyes y decretos del gobierno de Milei. , como la ley ómnibus y la ley bases, y también para desenmascarar todos los acuerdos de la oposición hacia este gobierno ajustador.
En esta charla, que llenó con más de 500 personas en todo el salón del sindicato, discutimos las principales conclusiones de este año, con todo el colaboracionismo de las burocracias sindicales, que tienen su signo político en el peronismo para darle pasividad a las calles, pero también sobre qué perspectivas de organización podemos darles. Organizados en agrupaciones como Enclave Roja en la universidad o No Pasarán en los terciarios, se decidió continuar con estas conclusiones y estas peleas, tanto en las calles como en el terreno de las ideas. Milei, siendo un gran enemigo de todas las ideas antisistémicas y revolucionarias por ser un capitalista ultraliberal y también bastante ignorante del comunismo y del marxismo, solo genera más interés en ellas .
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Por ello también queremos continuar estos debates con un invitado, también diputado nacional por el PTS-Frente de Izquierda, que es Cristian Castillo en una charla en la Casa Cultural Karl Marx (San Martin 1165 Rosario) este Viernes 13/12 a las 18hrs. Además de haber sido parte de la lucha universitaria en la UBA y en La Plata como docente, también es un teórico muy importante de las ideas del comunismo, el socialismo y el marxismo. Por ello, para continuar con todas estas reflexiones durante el verano, escribimos el manifiesto de la juventud del PTS de las agrupaciones universitarias, para también pensar por qué peleamos la universidad pública. No por la que defienden radicales y peronistas, una universidad para unos pocos alejada del movimiento obrero, sino por una que desarrollen profesionales para poder resolver los problemas más profundos de la sociedad, y también para que tengan la perspectiva de cambiarla por una sociedad distinta, que esté dirigida por sus trabajadores. En esta perspectiva nos vamos a seguir encontrando y debatiendo durante todo el verano.
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