El Rojo y el Pincha empataron 0-0 y fueron a penales. Sosa atajó dos y los de Avellaneda pasan a semifinales, pero la noticia fueron el DT y sus lágrimas, a días del fallecimiento de su esposa.
Augusto Dorado @AugustoDorado
Sábado 15 de mayo de 2021 21:07
En un partido en el que Independiente fue apenas un poco mejor que Estudiantes, con ausencia de goles y con un injustamente expulsado Thomas Ortega que dejó al Rojo en desventaja casi todo el segundo tiempo, el combo de emoción lo aportaron los penales atajados por el arquero Sebastián Sosa -figura del partido- y el llanto de Julio César Falcioni, emocionado por el momento de alegría en el marco de la tristeza que está atravesando por el fallecimiento de su esposa Ada Adela Palka el pasado miércoles. Independiente se impuso 4-1 en los penales y logró la clasificación a semifinales, pero en las redes estallaron los posteos compartiendo la emoción del técnico.
TE JURO QUE NO ESTOY LLORANDO 😭
¡Lo tenés más que merecido, Falcioni querido! 🙏 ¡FUERZA!#CopaDeLaLigaxTNTsports pic.twitter.com/8AgUiOYTmT
— TNT Sports Argentina (@TNTSportsAR) May 15, 2021
Antes hubo un partido de fútbol en el que las emociones no abundaron, aunque Independiente mereció más porque buscó un poco el arco de Andújar. El equipo de Zielinski fue muy estático y abusó del recurso de buscar centros para algún grandote. Se le abrió un poco el partido a los 13 minutos del segundo tiempo cuando el árbitro Echavarría dejó a Independiente con uno menos con una expulsión insólita e injusta (por doble amarilla) al lateral Thomas Ortega. Pero Estudiantes no se animó a ser protagonista y no lo supo aprovechar.
Culminados los 90 minutos y los 4 adicionados, en los penales se vistió de protagonista el uruguayo Sosa. No solamente porque atajó los tiros de Cauteruccio y Noguera (los dos primeros ejecutados por Estudiantes) sino porque además lo hizo imponiendo su personalidad: les habló, les señaló dónde patear, los desconcentró, los confundió. A veces este tipo de cosas no inciden en el temperamento del jugador que patea. Pero a veces sí, y Sosa tuvo el mérito de meterse en la psicología de sus rivales y también de tener los reflejos para atajar. Y valió una clasificación.
Independiente que llegó como pudo, a los tumbos, que tuvo n tramo del campeonato con un pico de COVID en su plantel, que alternando muy malas actuaciones con algo de amor propio a partir de aquel incidente en el aeropuerto de Bahía, sacó fuerzas de la adversidad. Y ya está a un paso de una final. Le va a costar mucho llegar, pero el envión anímico tal vez logre el milagro. Y cuando todas las miradas en el festejo apuntaron al banco de suplentes buscando al DT Julio César Falcioni, el entrenador apuntaba al cielo. Como le dijo a Diego Armando Maradona en el último encuentro que compartieron: “El fútbol nos da vida”. Que sea mucha más, don Julio César.