El Grupo ERSA anunció el viernes el cierre de su empresa que realiza viajes entre Argentina y Uruguay, y comenzó a enviar los telegramas de despidos. En marzo la patronal había presentado un preventivo de crisis, el paso previo de los empresarios para descargar el ajuste sobre los trabajadores.
Kevin Wright @kevouv
Martes 2 de julio de 2019 11:26
Lejos de ser una PyME sacudida por la crisis, la Empresa Romero Sociedad Anónima (ERSA) cuenta con más de 94 líneas de colectivos en el Gran Buenos Aires, Córdoba, Corrientes, Santiago del Estero, Santa Fé, Paraná y otras ciudades del interior del país. Sumado a estos viajes continuos a puerto de Carmelo y Palmira, poseen también ocho líneas de transporte de media distancia y líneas interprovinciales.
El 2012 fue un año clave para su dueño Juan Carlos “Mono” Romero, conocido como el zar del transporte de pasajeros del litoral. Compró Cacciola apoderándose del transporte fluvial entre Tigre y Carmelo, también Itatí encargada del transporte de pasajeros, que une las provincias de Formosa y Corrientes con la Ciudad de Buenos Aires, y Panchito López (línea 29 del Gran Asunción, Paraguay), entre otras operaciones millonarias.
Pero su adquisición más importante fue durante el gobierno de Cristina Fernández de Kirchner, al convertirse en la empresa oficial de la distribución del correo correspondiente al Correo Oficial de la República Argentina en reemplazo de la empresa Logística de Avanzada, del Grupo Macri. Se quedó prácticamente con la mayoría de la distribución del correo oficial en la Argentina y aportó dinero en las campañas electorales provinciales.
Gracias a los favores familiares, el grupo comenzó a expandirse por el centro del país hacia lo internacional. Se forjó al calor de los jugosos subsidios otorgados por el kirchnerismo y ahora sigue haciendo negocios redondos en la era Cambiemos.
Estos negociados son de los que nadie habla, ya que todos los políticos panqueques de Cambiemos y el peronismo están involucrados de alguna manera. Por eso, Julio Zamora, Intendente de Tigre quien pelea por su reelección en la lista del Frente de Todos, declaró que “el caso de Cacciola es un ejemplo del sufrimiento que generan las políticas del macrismo”, ocultando que el poderoso grupo ERSA no tiene ninguna crisis y que el propio bloque del Frente Renovador y de Unidad Ciudadana fueron los que le votaron a Macri todas las leyes de ajuste en el Congreso.
Lágrimas de cocodrilo
En muchos medios de noticias aparecieron con un comunicado oficial donde la Cacciola justifica los despidos con que “la caída en el número de pasajeros, el aumento de costos y la presión impositiva impulsaron el cierre”. Haciendo la jugada del “preventivo de crisis”, dejando a los despedidos en una incertidumbre absoluta.
Sin embargo, los activos del “Mono” Romero superan los 4 millones 500 mil pesos. Aún así, deja a más de cincuenta trabajadores y trabajadoras en la calle, obligando a familias enteras a la miseria, sin su sostén de hogar para enfrentar la crisis.
Estando en un año electoral nos podemos imaginar que tendrá enormes ganancias por el transporte de todo lo relacionado con las elecciones, raro sería que este magnate esté con pérdidas.
Cacciola tiene una flota de dos catamaranes con capacidad para 140 y 167 pasajeros cada uno, pero de los 50 trabajadores que necesita para transportar a los pasajeros, tiene 20 tercerizados contratados a través de empresas del propio Grupo ERSA, toda una reforma laboral “hecha en casa”.
Una salida para la clase trabajadora
Sabemos que la situación crítica también se vive para los pasajeros, como el aumento de más del 118% en el transporte fluvial de la lancha colectiva en Tigre.
Ante esta situación, Paula Akerfeld docente y candidata a Intendente de Tigre por el FIT-Unidad declaró ante este medio: “Las empresas de transporte se enriquecieron durante el gobierno anterior con subsidios millonarios sin invertir ni un peso en mejorar los servicios; y ahora no solo descargan los tarifazos sobre los usuarios sino que además aprovechan para dejar trabajadores en la calle como en el caso de Cacciola o Catamaranes del Sol. Zamora hace demagogia diciendo que apoya a los trabajadores, sin embargo el magnate dueño del grupo ERSA y Cacciola se enriqueció durante el kirchnerismo también, no se puede permitir que ahora con un preventivo de crisis trucho deje a cincuenta familias en la calle".
"El Concejo Deliberante de Tigre debería pronunciarse por la prohibición de despidos y suspensiones. Desde el Frente de Izquierda Unidad, proponemos la anulación de los tarifazos y la nacionalización y estatización sin pago de todas las empresas privatizadas bajo control, administración y gestión de trabajadores y control de los usuarios populares”, agregó.
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Por su parte, Jorge Medina, trabajador de la fábrica bajo control obrero MadyGraf y candidato a diputado provincial por el FIT-Unidad, señaló: “A nosotros nos pasó en 2014 que la multinacional Donnelley, nos dejó en la calle, tan solo mediante un cartel en la puerta. Ante eso, no nos resignamos y pusimos a producir la fábrica bajo control de los trabajadores, lo que sostenemos hace 5 años. Queremos dar nuestro apoyo a los trabajadores de Cacciola. Ante la crisis que nos quieren hacer pagar tenemos que plantear que toda fábrica que cierre sea estatizada y puesta a funcionar por sus trabajadores".
Kevin Wright
Periodista y docente. Licenciado en Ciencias de la Comunicación Social (UBA). ENERC NOA.