Coronavirus. La estrategia de "inmunidad de rebaño" de la que ahora se desentiende el gobierno

Inmunidad de rebaño, la estrategia que intentó el gobierno con el “plan de retorno seguro y nueva normalidad”

La estrategia de la inmunidad de rebaño consiste en la idea de buscar que la población se vaya enfermando progresivamente para así lograr activar la inmunidad en la mayor parte de las personas y con ello reducir la probabilidad de contagio. Sin embargo, esta estrategia no ha mostrado ser buena. En Suecia, que la aplicaron mediante las medidas de mantener actividades en escuelas, tiendas y restaurant durante la epidemia, muestra que es uno de los países nórdicos con las mayores tazas de contagio y muerte, ya que la capacidad de generar anticuerpos es mucho más lenta y menos masiva de lo esperado, obteniendo como resultados que sólo el 14% de los contagiados genera inmunidad luego de las 2 semanas de contagio.

Esta estrategia va en consonancia con los dichos de Mañalich: "el esfuerzo aquí no es que nadie se contagie, sino que se contagien las personas, porque la única manera que tenemos para protegernos de esto es que la gente se contagie pero de una manera lenta", dichos que desde el gobierno repitieron en distintas conferencias, programas de tv, entre otros, incluso haciendo referencia al “carnet de inmunidad” que querían desarrollar. Así mismo se evidencia esta intención con la política de “nueva normalidad” que buscó instalar el gobierno, haciendo un llamado en abril para retomar las clases presenciales en Mayo, o instando a la población a juntarse a “tomar un cafecito con los amigos”.

Esta política consciente del gobierno tenía enormes implicancias. Según el Colmed entre el 1 y 3% de los contagios morirían, si consideramos que lleguemos a la cifra de 4 millones de contagios, esto implicaría la muerte de 40 mil personas, para un país con no mas de 18 millones, es decir, una cifra de muertes récord en el mundo que se condice con la condición de ser Santiago la cuarta ciudad del mundo con más contagios.

La ausencia de medidas sociales como un sueldo para todos los desempleados y suspendidos para garantizar el confinamiento parcial efectivo al que apostaba el gobierno impidieron el intento de normalización de la actividad económica que buscaban. Una actividad económica que nunca ha cesado y que conscientemente el gobierno con los empresarios ha buscado mantener a pesar de que muchas ramas de la producción no son esenciales.

La polémica vuelve a surgir, a una semana de la salida de Mañalich con los dichos de la ministra vocera de gobierno, Karla Rubilar, al señalar que “tengo la tranquilidad espiritual de decir que en este país nunca se pensó en inmunidad de rebaño”. Un descaro de parte del gobierno que ahora intenta borrar de la memoria sus irresponsabilidades instalando a Paris en el ministerio de Salud. Pero no olvidaremos que escondieron el número de muertes de manera consciente a la población, mintiendo en el número de muertes diarias en comparación a lo que se reportaba para la Organización Mundial de la Salud.

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El gobierno de Piñera es así responsable directo de las muertes y del desastre en el control de la pandemia, que hoy en día está mostrando su peor cara, con las más de 4000 mil muertes y 231 mil contagios hasta el día de hoy. Un gobierno criminal que a medida que pasa el tiempo muestra con más evidencia su política anti derechos para la población pobre del país. Un gobierno que no le importa las condiciones de vida de las personas, la pobreza, la desigualdad y las muertes que carga el pueblo pobre y trabajador que más encima debe luchar por mantener sus trabajos ante las medidas anti empleo y punitivas que ha desarrollado el gobierno en alianza con la oposición.

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