La hipocresía de Podemos: en el Gobierno votaron los presupuestos militaristas, pero ahora se preocupan por los envíos de armas a Ucrania

Podemos ha criticado el último envío de armas de España a Ucrania señalando que Pedro Sánchez lleva al país a una escalada militarista y a verse involucrada en la guerra de Ucrania.

María Teresa Pérez, secretaria de Acción Institucional y coportavoz de Podemos, ha criticado el envío de armamento a Ucrania incidiendo que dicha política “no funciona” y que el PSOE abandona “el no a la guerra”. En sus declaraciones, Pérez afirmó que dicha política solo alimenta la guerra, el asesinato de civiles y los beneficios de la industria militar.

Una crítica que resultaría válida si no fuese porque Podemos durante su etapa en el ejecutivo del Gobierno del PSOE y Unidas Podemos avaló plenamente dicha política, aprobando los presupuestos más militaristas de la historia española y aceptando el envío de material bélico a Ucrania.

La impostura siempre fue una marca de fábrica de Podemos. Pero el nivel de hipocresía que venimos viendo desde que la formación fue desplazada del Consejo de Ministros -a pesar de sus esfuerzos por seguir siendo parte del Ejecutivo de Pedro Sánchez-, es ya de escándalo. Porque más allá del discurso, los hechos son que Podemos aprobó los Presupuestos militaristas en los que se basa buena parte del giro militarista del Gobierno cuando Irene Montero se sentaba en el Consejo de Ministros. Y aunque ahora pretenda ocultarlo, cuando Podemos era parte del Gobierno, enviar tanques a Ucrania no supuso ningún problema.

La justificación de Podemos a tan pasmosa subordinación al curso militarista del Gobierno fue que apoyando un crecimiento histórico del gasto militar (más del 20% del presupuesto total) se podía lograr una reforma fiscal progresista, la ley de vivienda y la derogación de la Ley Mordaza. Nada de esto avanzó: la reforma fiscal fue un fiasco, la ley de Vivienda cuestionada por todos los colectivos del movimiento por la Vivienda, y la Ley Mordaza sigue vigente. Lo que si avanzó fue el militarismo imperialista y el compromiso de Sánchez con la OTAN para que en 2029 el 2% del PIB español esté dedicado al gasto en defensa.

El giro “pacifista” de Podemos es solo una nueva maniobra electoral para sobrevivir a la debacle política del último periodo. Una táctica político-discursiva para lavarse la cara ahora que están fuera del Gobierno, mientras siguen apoyándolo en los hechos en cada voto y cada política efectiva.

Desde el comienzo de la Guerra de Ucrania, la CRT viene luchando contra el aumento del militarismo. Una tarea que hoy sigue siendo más urgente que nunca. Por ello hace falta construir otra izquierda, que sea independiente de los capitalistas y los partidos del régimen español, antimilitarista, antiimperialista y socialista.

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