La gobernadora de la provincia de Buenos Aires informó la futura creación de toda una red de hogares donde se podrán alojar mujeres que sean víctimas de violencia de género.
Miércoles 9 de marzo de 2016
A su vez, María Eugenia Vidal denunció que la línea de atención creada en la gestión anterior no funciona, como tampoco los únicos dos hogares que en la actualidad son de los que dispone toda la provincia para atender esta problemática.
Según las propias palabras de Vidal: “Vamos a armar una red de refugios con el gobierno nacional, con intendentes y con organizaciones no gubernamentales para las mujeres que son agredidas y que no pueden quedase en sus casas. Para que tengan un lugar a dónde ir", afirmó la funcionaria de Cambiemos.
Para la gobernadora de la provincia más grande la Argentina, los femicidios y la violencia machista son “un problema cultural”. Además se refirió a las comisarías y al Poder Judicial como lugares que no están preparados para recibir a las mujeres que acuden solicitando ayuda.
Estas declaraciones de Vidal no solo suenan demagógicas, lo son. Cómo no tomarlas como un simple spot de campaña, si durante toda su gestión como Jefa de Gobierno de la Ciudad de Buenos Aires, no solo no construyó ni un solo refugio, sino que ni siquiera le asignaron el presupuesto necesario para que la única casa hogar que existe esté en condiciones.
¿Qué transforma a este anuncio lleno de “sensibilidad” en políticas públicas reales? Durante su jefatura se cerró el Programa de asistencia a víctimas de violencia sexual, el presupuesto de la Secretaría de la Mujer fue el más bajo de los últimos años. Sin mencionar todos los obstáculos que se le han puesto a las mujeres que solicitan un aborto no punible.
Un informe presentado ayer por la Defensoría del Pueblo bonaerense indica que las denuncias por violencia aumentaron en un 20 % respecto al 2014, sin embargo el 75% de estas denuncias son archivadas, lo que demuestra que los pedidos de auxilio por parte de las mujeres que sufren violencia machista se minimizan y desoyen. Esto sin dudas tiene relación directa en que los policías varones tratan de disuadir a la mujer que se presenta en la comisaría y denuncia, incluso a veces informan en tono amenazante que su agresor tomará conocimiento de la misma y las represalias serán peores.
En el año 2015 se registraron 195.037 denuncias en las 126 comisarías de la Mujer y la familia que funcionan en toda la provincia.
Tanto María Eugenia Vidal como Mauricio Macri, demostraron que no tienen en su agenda las políticas públicas en materia de género.
Sucede que estas miles de mujeres no necesitan ni anuncios rimbombantes ni fotos sosteniendo el cartel del #Ni Una Menos .
Necesitan un hogar donde refugiarse de quien amenaza su vida y la de sus hijos. Necesitan dinero para no tener que depender económicamente de aquel que, seguramente si existe otra oportunidad, las matará. Necesitan colegios para sus hijos, acceder a un crédito para tener una vivienda digna. Porque las estadísticas muestran que la gran mayoría de las mujeres vuelve a convivir con el agresor.
Los femicidios son sólo el último eslabón de una larga cadena de violencias contra las mujeres, que se legitima y reproduce permanentemente desde el Estado y sus instituciones, es por eso que la diputada Myriam Bregman junto a Nicolás del Caño presentaron un proyecto de Emergencia contra la violencia hacia las mujeres. En definitiva lo que todas estas mujeres necesitan es vivir sin miedo.