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Red Internacional
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Cultura. Teatro El Riel ; una llama que no apaga

No es ninguna novedad, el mencionar que el arte, en este caso específico me refiero al teatro, fue una herramienta clave en anunciar y denunciar los hechos que ocurrían en dictadura, situaciones invisibilizadas en la cotidianidad de aquellos oscuros años: La cesantía, la tortura, la represión sistemática, y diversas vulneraciones que hasta el día de hoy nos apremian. Uno de aquellas es la mercantilización en los derechos básicos (como lo es precisamente la cultura), que en dictadura y posterior, con la complicidad de los gobiernos de la derecha y la concertación han dado cabida a la llamada cultura de mercado.

Lunes 28 de septiembre de 2020

La compañía de teatro El Riel, fundada en el año 80 ha recorrido palmo a palmo, de la mano de su inolvidable director y dramaturgo Juan Vera (1945-2002), la realidad “real” de nuestro país, abriéndonos los ojos, que la historia nos ha ocultado con obras cuyas temáticas siguen vigentes hasta el día de hoy, lo que hace de esta compañía una compañía consecuente, considerando que hoy en día solo permanece una integrante que es parte desde los inicios de esta compañía.

Es precisamente con esta integrante, Ana María López, con quien estuvimos conversando en esta ocasión y pudimos así conocer, desde su experiencia, la realidad del teatro en dictadura. Para comenzar Anita nos cuenta los inicios de la compañía en 1980, (aunque ella se integra tiempo después) cuando su formador Juan Vera, al llegar de su exilio desde Inglaterra, con la principal idea de formar un grupo que uniera a diversas expresiones artísticas, quedando finalmente este comprometido grupo de teatro.

Una vez ya formados sintieron la necesidad de “llegar a la gente” y comenzaron a tener vínculos con los diversos sindicatos de trabajadores abriéndolos con el fin de que hubiese libertad de expresar a quienes así lo precisaran existiendo “aires de libertad” como también aquellos que se encontraran cesantes eran parte de los ensayos e incluso aportaban a la creación de esta, abriéndose camino en distintas poblaciones, siendo de esta forma un nexo importante tanto como conocer y a su vez poder ser un ente de reflejo para las y los pobladores cuya relevancia estuvo en trabajar en obras infantiles , puesto que niñas y niños tenían necesidades de espacios culturales y de esta forma permitía que se acercaran los padres, y es así como entonces “ fue creciendo el teatro en cuanto a público, pero no así los actores” por el mismo asunto de que no siempre se podía tener retribuciones, pero si se realizaron muchas acciones como por ejemplo mientras se realizaban las obras atrás del escenario se realizaban reuniones interesantes con el fin de generar nexos para la organización, sumándole además los conversatorios después de las obras, donde los actores no hablaban sino que se daba un interesante dialogo donde se interpelaban según lo visto y en lo que cada poblador y pobladora podría interpretar.

Y así mientras, el Riel se encaminaba en sus primeros años, es cuando el año 85, ingresa Ana María López con quien conversamos para conocer la historia de esta compañía de teatro.Nos relata que lo que más que le intereso fue el cómo se iba gestando mediante investigación cada lugar donde se realizaba alguna itinerancia, conociendo más profundamente, según señala, “Ese Chile, que extrañaba” y es así como entrando a realizar un remplazo sigue hasta el día de hoy.

Al preguntarle sobre lo que percibieron sobre la realidad de los sindicatos considerando aquella época de represión política, Anita nos señala que habían más de lo que en la compañía creían, y no les costaba porque al llegar con teatro se abrían las puertas y se les invitaba a las familias, como por ejemplo con la obra El remplazo relacionado con la situación de los ferroviarios en donde como compañía fueron participes de las asambleas y posteriormente visitaban las casas de estos trabajadores para ver como influían estas decisiones con las mujeres e hijos dando así como resultado esta obra, tal como otros montajes como El rompe huelgas relacionada con los mineros , como también La Catalina relacionada con la realidad de los pescadores y sus familias además de realizar talleres como para entregar herramientas de organización para solucionar problemáticas, como también hace mención la relación en las juntas de vecinos , destacando el rol de la mujer en la cual interpreta la obra escrita por Juan Vera, “ Señora por Dios fíjese” que es el relato de dos mujeres de una olla común, representando las vivencias más allá de las acciones de organización, pues se habla de la vida, “ porque a pesar de los balazos la vida continua” y todo eso a hecho que la gente se acuerde de esta compañía hasta el día de hoy por los vínculos establecidos en aquellos tiempos.
Si bien todas las obras tienen relación con la resistencia política desde diversas aristas, la obra, titulada 504 que representa una situación al interior de un tren ferroviario, relacionada con la persecución política y la existencia de los ”sapos” dentro de grupos de trabajo.

Este montaje trajo consigo evidentes riesgos e incluso la declaración de “personas no gratas” una vez que dieron este montaje en Talca, algunas autoridades presentes le dieron como plazo hasta la mañana siguiente para abandonar la ciudad.
En relación al ambiente teatral de la época Anita nos cuenta que hubo mucho trabajo de compañías pasándose el dato de los espacios y eso también gracias a los sindicatos y nos afirma que a pesar de lo que se cree, a su juicio ; “ no hubo apagón cultural” porque siempre se estuvo haciendo teatro en todos lados, con organizaciones, festivales como por ejemplo el festival Pedro de la Barra , pues siempre hubo artistas nunca se apagaron y la cultura, aclara, es algo transversal pues cultura es lo que las personas desarrollan dentro de una sociedad.Lo que sucedió es que no se siguió con la misma fuerza, un ejemplo de ello es que muchos sindicatos cerraron las puertas, en el error de creer quizá que este tipo de resistencia ya no era necesaria, como ocurrió en muchos ámbitos de la política de base, esto provoco que la compañía EL RIEL, decidiera cambiar de público e ir a los colegios con obras como El cepillo de dientes de Jorge Díaz, siendo el mismo dramaturgo quien fue que adapto la obra para dichos espacios.

Es preciso mencionar que la resistencia continúa desde el apoyo mutuo, un ejemplo de aquello es que muchas veces que algún integrante de la compañía está pasando por una mala situación económica, las funciones que se realizan son con repartición para dicha persona, cuya acción es una muestra de que; “nunca apagamos la llamita”.

Cuando finalizaban los 80 la percepción relata nuestra entrevistada, era que la gente se involucraba con los artistas que eran vistas como personas que cumplen un oficio como el de muchas y muchos lo que no significaba que fueran amenazados, que perdieron muchas escenografías por arrancar y decidir no tener escenografía, pues de esa forma la obra comenzaba cuando se llegaba al lugar y se tenía relación con la gente , como también el que muchos integrantes de la compañía se retiraran a causa del miedo ,quedando en promedio de cinco personas, entre actrices , actores y técnicos. Y ese entonces cuando llega “la alegría” que demás está decir que nunca llego, pero si la “cultura de mercado” “nos dimos cuenta que el neoliberalismo había marcado” como por ejemplo los del sindicato esperaban a los actores de la tele, incluso, nos cuenta, que iban a realizar un funeral simbólico de El Riel pero dicha performance lo cuenta entre risas, salía muy caro. Es entonces cuando decidieron hacer obras infantiles y para jóvenes con obras de Jorge Díaz, quien facilitaba los derechos de autor.

En ese rearmarse sufren la pérdida de su dramaturgo y mentor Juan Vera quien fallece en el 2002, coincidiendo además con el coma en el que estuvo Ana María, y es frente a estas adversidades que deciden seguir y aunque eran 15 algunos se fueron, sentían que estaban golpeados, entonces se dan un receso pequeño y montan “LA GUERRA DE LAS SOPAS” obra muy vigente, como también LA CATALINA ; análoga a la temática de venta de los puertos en la dictadura con las ventas de costa realizadas por PIÑERA, obra con elenco nuevo y que en cuyos conversatorios con el público después de la función era donde se evidenciaba las relaciones entre ambas épocas.

Complementando a esta conversación no podemos finalizar sin dar una mirada a la realidad de las y los trabajadores del arte, donde nuestra entrevistada reafirma algo que ya sabemos frente al nulo rol del estado hoy en día, aunque como siempre, hacen competir a las y los artistas con un 0,37% de cultura versus países desarrollado que tienen un 4% hoy en tiempo de pandemia “no tenemos nada , pues no nos visibilizan”, algunos han podido hacer transmisiones desde las salas, pero no es la realidad de todos y en relación a eso, dicho sea de paso los técnicos también están aún más abandonados pues si no existe producción no existe trabajo para quienes ejercen este oficio.

“La pandemia fue un velo que se corrió y mostro todo tal cual” ; cito esta reflexión para cerrar esta publicación con la postura desde el arte en este caso de la compañía El Riel, frente a los últimos sucesos actuales del país.
Lo que hoy se espera es que la ; “piedra se tire sin nunca dejar de pensar”, señalando que la lucha debe ser por un apruebo constituyente con conciencia de clase, además realiza un alcance de que las y los jóvenes despertaron a la gente haciendo hincapié de muchas y muchos ya estaban despiertos aunque, agrega ella en su relato que a veces se han sentido “segregados” por los jóvenes, es ahí donde nos cuenta a modo de anécdota que leyó algo escrito en face: “ luche’ por la reforma universitaria y ahora por las AFP, o sea somos los mismos”
Y es que esa frase hace inevitable el recordar, como bien dice Ana María, que antes el teatro era habitual en salas y poblaciones transmitiéndonos que eso es el acceso con el derecho y por eso señalo’ la importancia de una nueva constitución que tal como lo ejemplifica en algo tan elemental como que “el arte debe estar ligado a la educación, como una forma de mirada que va más allá de enseñarlo como un ramo o para ejercerlo concluyendo ; “el arte es libertad, y si la educación es bien de consumo nada va a cambiar”
Entonces es menester complementarlo con una constante reflexión frente a las nuevas generaciones del conocer cómo se mueve el mundo teatral en tiempos de tecnología, donde Ana María, fiel a su escuela, es clara en mencionar la importancia de crear y rescatar la esencia pura de la dramaturgia ; LA PALABRA.
Actualmente con la pandemia El Riel encuentra en cuidado pero activos desde la parte creativa haciendo uso de las plataformas digitales para reunirse, pero con la claridad que hoy la expresión artística está en las calles y que existen hartas agrupaciones desde diversos ámbitos unidas para lograr erradicar lo normalizado como nos manifiesta que “si las salas se pagan, es porque estamos en un neoliberalismo” fuerza que también extiende la mirada a latino américa, pues los vínculos permiten descubrir que los objetivos son los mismos es decir ; cambiar esta realidad.

Este 15 de octubre la compañía cumple 40 años y quieren celebrar esto en conjunto con los acontecimientos de este mes donde se cumple un año de la revuelta y el apruebo para una nueva constitución considerando además que en junio del año 2019 se publicó un documental titulado El Riel de Juan Vera y que hoy esta en you tube para conocer más aun sobre esta compañía.
De esta forma recordamos a una de tantas compañías que son parte fundamental en la memoria reciente de nuestro país conmemorándolo en este mes que se acaba, pero proyectando desde este presente a un mejor futuro para las trabajadoras y los trabajadores del arte.

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https://www.youtube.com/watch?v=qqw...