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Red Internacional
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ENTREVISTA TELEPIZZA. “La huelga en Telepizza ha demostrado que los sectores precarios se pueden organizar y salir a luchar”

La plantilla de Telepizza sigue en pie de guerra contra la negativa de la empresa a pagarles el salario mínimo. Entrevistamos a Asier, delegado de CGT y presidente del Comité de Empresa de Zaragoza sobre las perspectivas del conflicto.

Martes 25 de junio de 2019

Foto: Arainfo

Hace unas semanas saltó la noticia: Telepizza no paga el salario mínimo ¿Nos podrías explicar exactamente qué es lo que ocurre?

Eso exactamente, que Telepizza, haciendo gala de una prepotencia patronal sin límites, no quiere pagar lo que le marca la ley. Con la subida de 735 a 900 del salario mínimo muchos salarios de los sectores más precarios quedaron por debajo, y muchas patronales sencillamente han decidido no aplicarla. Desde enero llevamos sin cobrar la subida de más de un euro la hora que nos corresponde, esto de media, ya que la mayoría cobramos entre 250 y 300 euros al mes por los contratos de pocas horas que impone la empresa, son unos 40 o 50 euros al mes por trabajador que Telepizza se está embolsando a costa nuestro.

¿Como puede ser este incumplimiento tan flagrante de la ley?

Porque el Estado se lo permite. Me daba mucha rabia que en la campaña electoral el PSOE hiciera bandera de su subida del SMI ¡Pero si no se está aplicando en muchísimas empresas! Queda muy bien dar la cifra de los 900 euros, pero primero, ni aunque se cumpliera, eso acabaría con la hiper precariedad laboral impuesta por todas las reformas laborales del PSOE y el PP, y el salario seguiría siendo de miseria. Y, segundo, esta subida afecta a los sectores más precarios, y la precariedad es un atentado también contra los derechos sindicales. Somos los sectores donde es más difícil organizarse, donde hay más despidos por represión sindical -como me pasó a mí mismo, aunque al final con la lucha conseguimos que se declarara nulo-... y por lo tanto donde las patronales hacen lo que quieren. Incumplen sistemáticamente los contratos, los convenios y hasta este decreto ley de subida del SMI. ¿Y qué hace el gobierno del PSOE? Absolutamente nada, ni él ni la Inspección de Trabajo, ni los jueces. Si queremos que esta subida se haga realidad solo podemos confiar en la fuerza de la movilización.

Vuestra respuesta ha sido la de no esperar, organizaros e ir directamente a la huelga ¿Cual está siendo el resultado?

Es que no podemos esperar. En sectores tan precarios la rotatividad es muy alta, esto quiere decir que para la empresa el tiempo es literalmente oro. Cuanto más tarde en aplicar la subida, más se ahorra, porque pretende no pagarle los atrasos a todos aquellos que se hayan ido de la empresa hasta que esto se resuelva. Nosotros decidimos organizarnos y salir a luchar, con la primera huelga en la historia de Telepizza el pasado 31 de mayo, en la que paró el 60%. La huelga en Telepizza ha demostrado que los sectores precarios se pueden organizar y salir a luchar. Y en un mes hemos conseguido ya que la empresa anuncie una subida salarial del 10%, más que en las dos últimas décadas. Para que te hagas una idea desde el 2000 hasta el 2016 nuestro salario solo creció 18 céntimos. Sin embargo, esta subida sigue estando por debajo de lo que nos corresponde por ley. Por eso volveremos a hacer huelga este sábado 29 de junio. Además, la lucha se está extendiendo a otras ciudades, como Barcelona donde se prepara otra huelga para las próximas semanas y se está despertando una gran solidaridad en las redes y en otras empresas en similar situación. De hecho, después de nuestra huelga, los trabajadores de otras empresas nos dijeron que de repente les subieron los salarios. Esto también es una gran ganancia para nosotros. Si esta pelea sirve para fortalecer la organización de los sectores precarios podremos plantearnos no solo que se cumpla la ley, sino poder empezar a revertir la hiper explotación que padecemos las plantillas de empresas como Telepizza, Dominos, Glovo, Deliveroo o Burguer King, por nombrar solo las más conocidas.

CCOO ha anunciado que piensan poner en marcha una campaña de denuncias a las empresas que se están negando a aplicar la subida del SMI ¿Qué os parece?

Nos parece muy bien, hay que denunciar todas estas cacicadas. Pero lo que no compartimos es la estrategia de la dirección de CCOO de que esta lucha debe limitarse a los tribunales. Si nos limitamos a denunciar y esperar es muy posible que perdamos o que nos racaneen la subida. Las empresas quieren que se cuenten los suplementos como parte del salario base al que se debería aplicar la subida del SMI. Hay sentencias en contra de esto y otras a favor. La clave para lograr sentencias favorables es sobre todo que haya detrás de toda denuncia una gran movilización. Y a eso se niega por ahora la cúpula de CCOO y UGT. De hecho, CCOO en Telepizza Zaragoza ni siquiera apoya la huelga. Creo que lo que deberían hacer los grandes sindicatos, tal y como piensan muchos de sus afiliados y votantes, es organizar un gran plan de lucha en todos estos sectores. Es la mejor garantía de que lograremos que se aplique el 100% de la subida, pero además sería un gran avance para organizar a los sectores más precarizados y pararle los pies a la patronal en su carrera por rebajar infinitamente nuestras condiciones laborales y derechos.

Como decías vuestra lucha está teniendo una gran repercusión de simpatía en las redes ¿Qué les dirías a todos aquellos que os apoyan y que se están sumando a la denuncia de la precariedad y las arbitrariedades de Telepizza?

En primer lugar, agradecerles ese apoyo que es fundamental. Cuando un sector tan precario da el paso de organizarse y salir a luchar la solidaridad es clave para romper el miedo. Pero también les diría que esta lucha va más allá de Telepizza o la subida del SMI. Si genera tanta simpatía es porque realmente hay un malestar contenido, unas ganas de que haya una “rebelión de los precarios” o algo así. Los problemas que nosotros denunciamos son patrimonio de millones de trabajadores, sobre todo de los más jóvenes, los inmigrantes y las mujeres trabajadoras. El despotismo patronal ha aumentado muchísimo con la crisis y el avance de la precarización. Por eso espero que esta lucha, como la de los compañeros Riders o Las Kellys, como todas las luchas de los precarios, sirvan para empezar a poner en pie un gran movimiento contra la precariedad laboral. Empezando por coordinarnos con los sectores que ya están en lucha y llevando la organización a más y más empresas.

Esta es la política que deberían tomar en sus manos los grandes sindicatos, pero sus direcciones están totalmente burocratizadas y hace años que ni defienden ni organizan a los trabajadores, en especial los más precarios. Por eso es clave pelear por reconquistar nuestras organizaciones, las secciones sindicales, los comités de empresa, hasta los grandes sindicatos. Nosotros en Telepizza hemos logrado recuperar el comité de empresa y en la sección sindical de UGT compañeros trabajadores han logrado recuperarla para un sindicalismo combativo. Sin eso la huelga hubiera tenido muchas más dificultades de salir o hubiera sido boicoteada más fácilmente. Sin delegados combativos no es posible organizar la lucha. Además, la burocracia sindical compra a los delegados más activos con liberaciones sindicales, mientras Telepizza les ofrece dinero para que se vayan de la empresa, como han intentado recientemente. La tarea de recuperar los sindicatos es clave para que la clase trabajadora dejemos de seguir perdiendo posiciones y recuperemos nuestra capacidad de lucha. Esta es la única garantía para imponer nuestras reivindicaciones, no los acuerdos y pactos por arriba con quienes son los responsables de nuestra situación, como el PSOE, que van a seguir gobernando para las grandes empresas como han hecho siempre.

Creo que si en Telepizza ganamos, o en Deliveroo o Las Kellys, sería una victoria para todos los sectores precarios y para nuestra clase de conjunto. La división entre precarios y no precarios, es una de las grandes brechas impuestas por el neoliberalismo para debilitarnos y atacar así por separado a unos y a otros. Por eso es fundamental convertir este tipo de conflictos en una pelea de todas las trabajadoras y trabajadores.