La huelga de los mineros de Cerro Verde se ha convertido en un catalizador de nuevas luchas mineras. Entrevistamos a dirigentes del Sindicato Unificado de Trabajadores de la Southern que se estarían sumando a la huelga con más de 2300 trabajadores.
Sábado 25 de marzo de 2017
Imagen: Asamblea del Sindicato
La huelga indefinida que hasta el día de hoy libran los trabajadores mineros de Cerro Verde en Arequipa y el impacto de la crisis económica internacional, se han convertido en catalizadores de nuevas luchas mineras.
El 21 de marzo los trabajadores del Sindicato Único de Milpo-Atacocha anunciaron que se van a huelga indefinida, exigiendo un justo reparto de las utilidades. Por otro lado, tenemos conocimiento que los trabajadores de la unidad minera de Cobriza paralizaron sus labores frente a los abusos y atropellos de la empresa Doe Run, la misma que ahora quiere mandar a vacaciones forzadas a más de 100 trabajadores que fueron repuestos por medida cautelar.
A estas medidas de fuerza, se estaría sumando la inminente huelga que están a punto de implementar los trabajadores del Sindicato Unificado de la empresa Southern, que abarca a las sedes de Cuajone, Toquepala e Ilo. Este sindicato tiene a la fecha más de 2,300 afiliados que trabajan para la empresa Southern Coper, la cual es de capitales mexicanos y realiza actividades extractivas de cobre en las regiones sureñas de Moquegua y Tacna.
Los trabajadores mineros de la empresa Southern son depositarios de un rico historial de luchas. Durante la década del 70, cuando se dio el más grande asenso del movimiento obrero peruano, fueron los trabajadores de las minas de Cuajone y Toquepala los que con su lucha impusieron el histórico paro nacional de 1977 que hirió de muerte a la dictadura de Morales Bermúdez.
Para conocer más sobre la problemática de los trabajadores de Cuajone, Toquepala e Ilo, conversamos con Jorge Campos, actual Secretario General de su sindicato y con Marco León, Dirigente Gremial de Cuajone.
¿En qué situación se encuentra hoy el Sindicato de Trabajadores de la Southern?
Jorge: Orgánicamente estamos atravesando por un momento muy positivo ya que después de muchos esfuerzos, por fin hemos logrado unificar el sindicato con la participación de las tres sedes (Cuajone, Toquepala e Ilo). Este proceso de unificación viene desde el 2006 cuando logramos unir en un solo gremio a los empleados y a los obreros en Cuajone. El año 2012 logramos unificar a los operadores y a los administrativos en Toquepala y como consecuencia de esas articulaciones hoy tenemos un sindicato unificado que abarca a las tres sedes, lo cual nos permite encarar de mejor manera la lucha por nuestros derechos.
Tenemos conocimiento que se van a huelga, ¿Cuáles son sus principales demandas?
Jorge y Marco: Estamos exigiendo que se mejoren las condiciones de atención médica en los hospitales de Southern, ya que la empresa se queda con el 9% que debería ser destinado al estado para Essalud, la empresa hace esto porque la modalidad que utiliza para brindar servicios médicos es la de Empresa Prestadora de Servicio (EPS).
No puede ser posible que tengamos que hacer enormes colas y cuando por fin nos toca atención, los médicos nos interrogan como si estuviéramos mintiendo, parece que los hospitales se han convertido en apéndices de las unidades de producción. Tampoco hay médicos para cubrir las diversas necesidades, ha ocurrido casos incluso donde a varones nos terminan atendiendo ginecólogos. De igual manera se han reducido al mínimo los traslados de enfermos a Lima y tampoco se les otorga viáticos contraviniendo lo que establece el convenio entre la patronal y los trabajadores.
Rechazamos también la política de espionaje laboral impuesta por la empresa a través de la instalación de cámaras filmadoras en los volquetes, que tienen como objetivo presionar al máximo a los trabajadores durante sus jornadas de trabajo, las cuales duran 12 horas, para que de esa manera podamos producir más. Estas filmaciones podrían ser usadas para sancionar e incluso para despedir trabajadores.
El saber que te están filmando y que de ello depende tu estabilidad laboral, está demostrado que genera un gran estrés laboral en nuestros compañeros, lo cual a la postre se traduce en desequilibrios emocionales y psicológicos que la empresa no cubre. Estas cámaras a su vez van acompañadas de sensores de seguridad que detectan los índices de parpadeo visual de los choferes y es en función de la variación de estos índices que se aplican las sanciones.
¿Y la lucha por las utilidades?
Jorge: Esa también es una de nuestras principales demandas, ya que la empresa viene argumentando que en estos últimos años ha bajado su producción, por tanto nos dice que se ve “obligada” a bajar también las utilidades que nos corresponden a los trabajadores.
Sin embargo nosotros consideramos que no es así. Que el problema no radica en la reducción de la producción minera, sino más bien en la forma como la empresa encara la deducción de las utilidades.
Tenemos entendido que la empresa para justificar la reducción de las utilidades y para mantener su tasa de ganancia anual incorpora a los costos de producción variables que no corresponden a este rubro como por ejemplo la depreciación acelerada de los bienes de capital, las inversiones anticipadas (obras realizadas por la empresa en la comunidad), entre otras cosas, que hacen que se vea formalmente que el costo de la producción anual ha subido, cuando en realidad no es así. Estas medidas sumadas al endurecimiento de la jornada laboral se hacen precisamente para que la crisis internacional no les afecte a ellos, sino que seamos los trabajadores quienes terminemos pagándola.
Los sindicatos de Southern fueron muy combativos durante las décadas del 70 y parte del 80, pero luego dejaron de luchar ¿Qué paso?
Jorge y Marco: Los dirigentes antiguos, ya no están. Nosotros pertenecemos a una nueva generación que tiene entre 45 y 55 años. Nos tocó estar durante el periodo del boom minero, lo cual sumado a la poca experiencia y a la despolitización ayudo a que se de esa estabilidad que mencionas. Además no podemos dejar de lado que la empresa a través de una serie de iniciativas promovía lo que ellos llamaban la “paz laboral” para mantener quietos a los trabajadores y de esa manera aseguraban más producción y más ganancias para ellos. Eso está empezando a cambiar.
¿Qué opinan de la lucha de los trabajadores mineros de Cerro Verde en Arequipa y la Escondida en Chile?
Jorge y Marco: Nos parece buena la lucha de los compañeros de Cerro Verde, hubiera sido mejor hacer una medida de fuerza conjunta. Pero hay que ir trabajando eso para más adelante. Debemos ir articulando esfuerzos a nivel nacional para realizar una medida en todo el país.
Respecto a los compañeros de la mina la Escondida de Chile que ya llevan más de 40 días de huelga, desde aquí les enviamos un saludo clasista y les decimos que estamos con ellos; mucha fuerza compañeros y a seguir en la lucha.
Por ultimo; Jorge Campos, tu actualmente te encuentras en calidad de despedido ¿Qué paso y cómo va la lucha por tu reposición?
Jorge: A partir de la unificación de las tres sedes sindicales acordamos que un representante de cada sede ejercería las funciones de secretario general por un año. Yo me encontraba ejerciendo mis funciones como secretario general del sindicato unificado correspondiente al periodo 2016-2017, cuando en diciembre del 2016 fui despedido por la empresa de manera arbitraria y contraviniendo el marco legal vigente.
La razón de fondo tiene que ver con la lucha que veníamos librando como dirigentes sindicales y como trabajadores (yo soy chofer de volquete), contra la instalación de las cámaras filmadoras y los sensores de alarma en los volquetes que como ya dijimos atentan contra nuestros derechos.
Esta acción de la empresa, expresada en mi despido, demuestra hasta donde están dispuestos a llegar con tal de acallar la voz de los trabajadores. Lo que hicieron conmigo lo quieren utilizar para intimidar a mis compañeros, para que no sigan luchando. Pero no han logrado su objetivo, porque a la fecha gozo del apoyo de todo el sindicato y de mis compañeros sindicalizados con quienes estamos realizando las acciones legales correspondientes a fin de que se nos reincorpore en nuestras funciones laborales y estamos seguros que saldremos airosos ya que la empresa ha actuado ilegalmente.
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