La catástrofe no sólo dejó damnificados, fallecidos y desaparecidos ante la fuerza de la naturaleza, sino también desolación de perder el empleo, el lugar de trabajo y el futuro sustento en medio del desastre.

Claudia Moreno Antofagasta, Chile
Miércoles 8 de abril de 2015
Para Javiera Blanco, actual ministra de la cartera de Trabajo, "lo más importante es que el empleador siempre ponga la integridad del trabajador por delante", aludiendo a que ésta es una obligación legal que se debe seguir especialmente en este escenario.
Sin embargo, el desastre sacó a la luz además de las condiciones precarias de una masa importante de los chilenos, la situación de irregularidad laboral, como el propio caso de las temporeras atrapadas en un conteiner laborando en condiciones precarias.
Si bien el actual Código del Trabajo heredado de la dictadura no habla explícitamente sobre la relación laboral durante las catástrofes naturales, la Inspección del Trabajo estipula en sus dictámenes un proceder un poco más claro.
Contingencia natural, contingencia empresarial
Remontémonos al terremoto del 27-F de 2010, desastre que marca un precedente en el uso del artículo 159 del Código Laboral, el cual fundamenta la desvinculación por "caso fortuito o de fuerza mayor", sin derecho a indemnización y clave en una depuración en una zona que en hechos se fue al suelo.
Posteriormente, ante este escenario la Inspección del Trabajo dictamina que no procedía el nombrado "caso fortuito" puesto que Chile es un país de "contingencias naturales". Sin embargo, en los hechos fue el artículo más utilizado por parte de los privados para la desvinculación de cientos de trabajadores que incluso se encontraban damnificados.
Ya no está la pega
En la III región, específicamente en Chañaral son diversos los rubros afectados, que volverán a encontrar el desarrollo de sus labores en meses o hasta años, pero todo esto sustentado en la gestión del Gobierno. Pescadores, portuarios, docentes, el retail y el comercio, enterrado bajo el barro o simplemente destruidos los lugares de trabajo. La reconstrucción se hace sumamente necesaria, pero las leyes también se tornan trabas.
Con leyes que finalmente no defienden a la clase trabajadora, la inoperancia del Gobierno pre, durante y post catástrofe mantienen en la incertidumbre a miles de trabajadores del norte, embaucados entre la destrucción, el desempleo y la contaminación.

Claudia Moreno
@abajoelcodigo