Con ese título invitaban los miembros del comité de apoyo a Donnelley a la clase abierta que se dictó hoy en el campus de la UTN.BA con la intensión de explorar las nuevas formas de organización surgidas al calor de las gestiones obreras de Donnelley y Zanon y abrir el juego a nuevas formas de pensar la ingeniería.
Viernes 17 de octubre de 2014
Ya eran las 7 p. m. y los alumnos pasaban tímidamente por la puerta del salón todavía vacío donde en minutos arrancaría la clase, que no iba a ser como las de siempre. El docente afuera charlaba con un grupo de obreros claramente distinguibles por su uniforme, gastado del trabajo de todos los días. Para las 7:30 el silencio reinaba en el salón con todos los asistentes sentados aguardando el inicio de algo muy poco frecuente en la UTN.
El docente a cargo, Ing Pablo Pila, abrió con una exposición sobre la formación de los ingenieros y sus límites a la hora de pensarse por fuera de los tradicionales roles de mando y como este tipo de iniciativas es un aporte a la diversificación de contenidos de las carreras y un intento de disputa de los programas que se ofrecen. Luego cedió la palabra a los representantes de Donnelley.
La organización como cimiento
Haciendo un repaso de la formación de la agrupación Gráfica Clasísta - Lista Bordó y sus combates previos los trabajadores de la hoy MadyGraf nos relataron como sentaron las bases de la gestión obrera, como ese nivel de organización alcanzado con anterioridad fue lo que permitió que en escasas horas se pusiera a producir nuevamente la imprenta más grande de Argentina. Si a eso sumamos las lecciones aprendidas por los obreros de la ex Zanon podemos entender por que “Donnelley logró en 2 meses lo que a Zanon le llevó 3 años” según las palabras de Juan, ex obrero de la cerámica recuperada.
La inexistencia de jefes, las discusiones abiertas, la asamblea como órgano soberano son conceptos que los estudiantes de ingeniería desconocemos totalmente. Sin embargo, la forma sencilla de los trabajadores de transmitir la experiencia contribuía a que se sintiera tan natural como los organigramas y las líneas de supervisión. Al final, cada uno de los presentes se llevó una idea de lo que sería trabajar de esta manera, entre compañeros y sin subordinados.
La clase obrera muestra la salida
A pesar de los diferentes momentos históricos en los que se dieron, estos dos ejemplos dejan una idea clara, la salida la marcaron los obreros. Adentrándose en los por menores de una experiencia más madura, Juan nos mostró otro lado de Zanon, el del aporte a la comunidad con donaciones de cerámicos para colégios y salas sanitarias, el de la puesta de todos los medios que se tienen para solucionar los problemas del pueblo trabajador. El Zanon que sigue peleando por la estatización bajo control obrero como horizonte para una fábrica que es un emblema internacional.
Y en una situación distinta MadyGraf sigue sus pasos, siendo la punta de lanza de una posible extensión de la recuperación de fábricas que cierren, también lucha por la estatización y produce materiales escolares para ser distribuidos entre los vecinos de la fábrica. Como reza un cartel en el pasillo del campus “los patrones la cierran, los trabajadores la abren”
Y si nos abren el juego
Se demostró la predisposición y la avidez de los estudiantes cuando se abrió la ronda de preguntas que duró más de media hora. El desafío de pensar en escenarios nuevos es algo que entusiasma a muchos y es tarea de los que vemos la necesidades de crear un nuevo perfil de ingenieros llevar estas discusiones a las aulas. Para forjar la unidad obrero estudiantil que ayudó a la continuidad de Zanon, seguramente hará lo propio con Donnelley y que será un factor crucial en la pelea por ver quién paga la crisis.