Compartimos la declaración conjunta de consejeros y consejeras de izquierda por la minoría de Psicología y Arquitectura.
Viernes 26 de marzo de 2021 13:34
DECLARACIÓN CONJUNTA DE LXS CONSEJERXS DE IZQUIERDA POR LA MINORÍA DE PSICOLOGÍA Y ARQUITECTURA.
Farsa de "Asamblea" Universitaria: Tauber dejó sin voz a los asambleístas.
Esta mañana sesionó la Asamblea Universitaria de la Universidad Nacional de La Plata, espacio que reúne a lxs representantes de los claustros estudiantil, docentes, graduados y no docentes de las distintas facultades, con un único tema a tratar: la extensión de los mandatos de lxs Consejxs Directivo y Superior.
Esta vez las autoridades de la UNLP lograron romper un récord: convocar a una Asamblea para renovar los mandatos estudiantiles en la que ni siquiera lxs propios consejerxs pueden hablar, violando incluso el propio estatuto de la UNLP que le da voz y voto a lxs consejerxs. La gestión redujo el órgano máximo de decisión universitaria solo a su aspecto resolutivo, es decir, a un trámite para que no se expresen los problemas de lxs miles de estudiantes. No podemos permitir esta avanzada de las autoridades sobre los ya limitados espacios de cogobierno, un escándalo que bajo ningún punto de vista dejaremos que sienten como precedente en la UNLP, por lo cual decidimos NO PARTICIPAR de dicha “Asamblea” lxs consejeres por la minoría de Psicología y Arquitectura.
A esta altura ya es un hecho la extensión de los mandatos del Consejo, pero eso no puede ser bajo ningún punto de vista un motivo para avanzar en atropellos a los espacios de cogobierno de por sí ya antidemocráticos, y para eludir su responsabilidad como autoridades en los enormes problemas que atraviesan a la mayoría de estudiantes y trabajadores de la Universidad en este contexto.
Lamentablemente, no es la primera vez que las autoridades de la UNLP realizan asambleas a espaldas del conjunto de la comunidad académica. El 20 de febrero de 1996 se realizó una Asamblea Universitaria para adecuar los Estatutos a la Ley de Educación Superior menemista. Luis Julián Lima, el rector de ese entonces, militarizó la ciudad, encarceló a 250 estudiantes, reprimió, con la policía de Duhalde y Klodczyk, a los organismos de DDHH y estudiantes que reclamaban por la libertad. Nuevamente, en el año 1998, en la elección de rector, estudiantes, docentes y no docentes se movilizaron reclamando voz y voto para incorporar no docentes al cogobierno universitario.
Como respuesta, las autoridades contrataron patovicas para reprimir y callar este legítimo reclamo. En el año 2007 llegaron al colmo de tener que sesionar a 150 km de distancia, en la localidad de 25 de mayo, ante el creciente repudio del movimiento estudiantil. En continuidad con estos nefastos antecedentes, hoy Tauber sienta un nuevo precedente en la historia antidemocrática de la UNLP al llamar a una “asamblea” en donde ahora ni siquiera se puede hablar, cuando todas nuestras cursadas, los pocos consejos directivos que se realizaron en las distintas facultades, y hasta el propio Congreso Nacional sesiona por plataformas digitales con voto y posibilidad de intervenir.
En esta ocasión, semejante atropello de las autoridades universitarias lo hicieron con el aval de las conducciones de los Centros de Estudiantes, desde la Franja Morada hasta la Cámpora y Patria Grande, y de la Federación Universitaria de La Plata. Su integración al régimen universitario llega a límites extraordinarios.
El ASPO, con la virtualidad forzada, produjo como consecuencias la deserción masiva, sobrecarga laboral docente y la precarización de los nodocentes. La permanencia de lxs estudiantes, la vuelta presencial de algunas cátedras y problematizar sobre cuál debería ser la perspectiva de nuestra formación, son los temas que debería estar discutiendo el co gobierno universitario.
Lejos de esto, en la "asamblea" el único punto a tratar es la renovación de mandatos de lxs consejerxs estudiantiles, asunto para el cual ni siquiera se podrá tomar la palabra.
Al límite de la irracionalidad: solamente se puede votar y mandar los fundamentos por escrito en un foro.
El máximo órgano de gobierno de la UNLP, que podría haber discutido cómo afrontar este segundo año de pandemia, que podría haber resuelto el regreso de la implementación de derechos estudiantiles que se han cortado durante el año pasado como el comedor, el albergue universitario y las becas, o discutir la importante cuestión de la conectividad, se limita a sesionar para resolver un trámite, y se niega a discutir los problemas que atraviesan lxs miles de estudiantes, docentes y nodocentes.
Esta misma política anti democrática tiene su correlato en las gestiones de cada facultad que ni siquiera mantuvieron espacios de cogobierno como los consejos directivos para abordar estas problemáticas. Poco importa quienes sean lxs representantes estudiantiles, si los órganos de cogobierno de la universidad y facultades no funcionan de manera abierta y democrática.
Todos estos atropellos a los derechos estudiantiles, los pocos recursos destinados a la permanencia de lxs estudiantes y la orientación política de la universidad en un contexto de crisis sanitaria, social y económica, son posibles en gran medida gracias a que hoy existe un régimen político en la UNLP liderado por el rector Fernando Tauber.
En el 2018 se llevó adelante la última Asamblea Universitaria, donde lograron la integración de casi la totalidad de lxs consejerxs tras la candidatura del radical Tauber. Una unidad que excede los límites de la universidad, y que integra a la gran mayoría en la línea política del gobierno de Alberto Fernandez, ya sea con una participación directa, o al menos con el apoyo general al presupuesto de ajuste y sus políticas hacia la educación superior. Esta elección marcó un salto en la absoluta integración de Patria Grande a la gestión de la UNLP.
Esta unidad no se terminó ese día, sino que fue la base para mantener el lineamiento político de la UNLP durante toda la pandemia, para aceptar barbaridades como lo es llevar adelante una asamblea sin voz, y para imponer la desmovilización estudiantil, como se expresó este 24 de Marzo, con la UNLP y todas las conducciones afines al gobierno que se negaron a movilizar a 45 años del Golpe genocida.
Así fue como hemos visto actuar en común durante toda la pandemia al rector y a las conducciones de los Centros de Estudiantes y la Federación Universitaria.
Tauber dictaminó la modalidad virtual, para la que no se destinaron los recursos necesarios, lo cual implicó, además de la deserción de miles de estudiantes (según los datos de la propia Universidad en el primer cuatrimestre del 2020 fueron 45 mil los que se quedaron afuera de las aulas), una sobrecarga enorme para los docentes, a los que tampoco se les garantizo ni la formación necesaria ni la provisión de computadoras ni la conectividad.Ni la conducción del gremio docente ni de la FULP se manifestaron en contra.
Es en este marco que la conducción de la FULP, que pidió la extensión de los mandatos, acepta sin chistar (y estamos siendo generosos), las condiciones de esta “Asamblea”. La conducción de la FULP y las de los Centros de Estudiantes fueron y son incapaces de cuestionar siquiera estas situaciones, porque son parte plenamente de la gestión de la UNLP, con cargos y dependencias que han intercambiado por su apoyo político al Presidente Tauber.
Esta integración al Rectorado los vuelve naturalmente una traba para organizar la fuerza del movimiento estudiantil. El año pasado lo vimos cuando no sólo no llamaban a asambleas con 45 mil estudiantes fuera de las aulas, sino que además boicoteaban las asambleas autoconvocadas por estudiantes independientes junto a la izquierda, como en las facultades de Psicología, Humanidades y Artes. En este contexto de crisis generalizada hace falta pelear para recuperar lo que ellxs dejaron que nos quiten durante la pandemia, como el Comedor Universitario, el Albergue, y las miserias que ofrecieron como las becas TU PC, así como pelear por todas las demandas que aún no hemos conquistado.
Es por todo esto que lxs Consejerxs estudiantiles por la minoría de Psicología y de Arquitectura rechazamos una situación escandalosa donde no podemos ni pronunciarnos, y que bajo ningún punto de vista dejaremos que siente un precedente de que de esta forma puedan resolver las problemáticas que atañen a la comunidad educativa en un espacio de cogobierno. Nuestra negativa a participar de esta “asamblea” también refleja el rechazo a la orientación política del conjunto de la universidad, que lamentablemente hoy incluye al conjunto de las conducciones de los Centros de Estudiantes y la FULP.
Hacemos un llamado a todos los estudiantes que rechazan esta política, así como a docentes y no docentes que quieren organizarse, y a todas las organizaciones democraticas de izquierda e independientes, para pelear por nuestros derechos y construir una Universidad diferente, a darnos las tareas necesarias para construir la fuerza con la que recuperar nuestros organismos de representación, con la organización estudiantil y las luchas que seguramente vendrán por delante.