Hoy se conoció la sentencia en el juicio por reincorporación de la obrera textil Norma Brizuela a Neuquén Textil SRL, tras su despido injustificado y discriminatorio por parte de la patronal en octubre de 2013. La sentencia determina en forma contundente el carácter antisindical y discriminatorio del despido de Brizuela, aunque no ordena la reinstalación sino una indemnización agravada por los daños y perjuicios sufridos.
Lunes 24 de agosto de 2015 17:34
El fallo del juez Sergio Cosentino a cargo del Juzgado de Primera Instancia en lo Laboral Nº Uno de Neuquén, determinó: “…Tal como ha quedado trabada la cuestión litigiosa en estas actuaciones, se extrae claramente de la prueba producida en autos, que la actora realizaba una intensa actividad gremial en la empresa demandada, no sólo en el período en que fue delegada sino también cuando no lo fue…” Luego en forma contundente indicó: “… Se ha acreditado que la causal invocada para el despido de la Sra. Brizuela es falsa, por lo que se evidencia la necesidad de la patronal de falsear la verdadera causal (…) Según lo tengo por suficientemente probado, el despido de la actora obedeció a una represalia por su actividad sindical en la empresa, por ende discriminatorio…”
Norma Brizuela había sido despedida en octubre de 2013, luego de haber sido delegada elegida por sus compañeras y haber seguido, aún sin ser formalmente delegada, defendiendo los derechos de las trabajadoras dentro de la planta. Durante varias semanas la planta fue paralizada por un sector importante de obreras de la fábrica, y su lucha tuvo una amplia repercusión en Neuquén, que incluyo un pronunciamiento de los diputados, impulsado por el entonces diputado Raúl Godoy, y de la propia vicegobernadora Ana Pechen.
Conocida la sentencia, Norme Brizuela aseguró que “hoy la justicia nos da la razón. El fallo reconoce que mi despido fue discriminatorio, que los patrones me echaron de forma aleccionadora, para que se terminaran los reclamos y asambleas en la fábrica, por haber peleado junto a mis compañeras por nuestros derechos, que todos los días son avasallados. Este es un enorme paso adelante en la pelea que empezamos con mis compañeras en 2013, luego de una huelga ejemplar de más de dos meses, donde pasamos de todo. Por eso seguiremos adelante en la justicia hasta lograr mi reinstalación, porque no quiero indemnización, porque seguiré peleando junto a todos los trabajadores y trabajadoras que me han acompañado durante estos años, para volver a mi puesto de trabajo.”
Su abogada, Natalia Hormazabal del CeProDH, agregó que “nunca tuvimos dudas de que el despido de Norma Brizuela obedecía a su activismo sindical. Durante el juicio escuchamos a una veintena de testigos que dieron cuenta del trato que dispensa esta patronal a sus trabajadoras, y por eso Brizuela, a la cabeza de los reclamos y la organización de sus compañeras, era una molestia para esta y cualquier patronal. Durante años la patronal intentó que desistiera del reclamo ofreciendo dinero, lo que ella nunca, con sus 57 años, aceptó. Por eso seguiremos acompañando su lucha por la reinstalación, por su fuente de trabajo, que es también nuestra lucha.”