Huelga general. La juventud lidera las protestas que unen a los palestinos contra el Estado de Israel

La lucha del pueblo palestino volvió a estar sobre la mesa a escala global. Desde las discusiones en nuestras casas hasta el más alto nivel de la política internacional. Este es un logro de la juventud palestina que ya no soporta los atropellos del Estado de Israel.

Desde el comienzo del ramadán (mes sagrado musulmán) en abril, el pueblo palestino está sufriendo las provocaciones del Estado de Israel. La represión a las manifestaciones contra el desplazamiento de las familias palestinos del barrio de Sheik Jarrah, en Jerusalén Este, se fueron extendiendo a varias ciudades, entre ellas las llamadas “mixtas” (por tener población árabe e israelí). En la represión a estas protestas estuvo la presencia de grupos de ultra derecha supremacista israelí actuando en conjunto con la Fuerzas de Defensa de Israel.

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Luego llegó el ataque de artillería pesada y bombardeos por parte del Ejército de Israel sobre la Franja de Gaza. Los más de 200 muertos, entre ellos al menos 50 niños, y decenas de miles de desplazados en Gaza, generaron un levantamiento generalizado que puso en el centro la causa nacional palestina, lo cual significa que se pone en cuestión la existencia misma del Estado de Israel.

Luego de varios días de protestas, surgió el llamado histórico a una huelga general. Esta jornada mostró al pueblo palestino unido a pesar de los altos muros que separan los territorios demarcados por el apartheid que viven día a día desde la instauración artificial del Estado de Israel. Si bien el detonante de esta huelga fueron los bombardeos criminales que están sufriendo en la Franja de Gaza, la solidaridad con las familias desplazadas del barrio Sheik Jarrah, y la violencia de las bandas de ultra derecha supremacista judías, la huelga tiene como objetivo unificar las divisiones geográficas en las que se encuentran los palestinos producto de más de 70 años de limpieza étnica.

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La huelga tuvo el nombre de Karameh (Dignidad), pero algunas organizaciones palestinas como Al Fatah o Hamas lo llamaron el “Día de la Ira”. Participaron alrededor de 1,9 millones de palestinos que viven dentro de las “fronteras” de Israel, que representan una quinta parte de la población (los llamados árabes israelíes). En Cisjordania y Jerusalén Este, territorios bajo supuesto control de las autoridades palestinas, hay unos tres millones más que se unieron al llamado, algunos de los cuales viajan a Israel todos los días para trabajar en la construcción y otras actividades como el turismo, la gran mayoría de ellos son jóvenes. En Gaza dieron su apoyo a la huelga los dos millones de habitantes que está resistiendo los criminales bombardeos. También de países vecinos, se unieron palestinos de los Altos del Golán, un territorio ocupado que pertenece a Siria, los refugiados del Líbano y Jordania que suman otros millones.

Para el Gobierno de Israel, liderado por Benjamin Netanyahu, se trató de una demostración de fuerzas muy importante. Se hizo notar, por un lado la capacidad de paralización de la economía por parte de los cientos de miles de palestinos jóvenes ubicados en sectores como el turismo, la construcción, la gastronomía, la agricultura y la logística, o sea los trabajos más precarios según los datos de la Oficina Central de Estadística de Palestina (PCBS). Además debemos tener en cuenta que vienen de sufrir las consecuencias sanitarias y económicas de la pandemia del coronavirus. Esta gran masa de jóvenes es la reserva de mano de obra barata sin protección social sobre la que se sostiene gran parte de la economía israelí.

Con esta acción han expuesto al mundo nuevamente las diferencias raciales y demográficas en los distintos territorios ocupados donde se viven realidades de opresión y derechos diferenciados. Ya que no es lo mismo vivir en Tel Aviv (la capital de Israel) donde existe un "estado de derecho" pero viven como ciudadanos de segunda, que en Jerusalen Este o Cisjordania donde hay un estado de excepción impuesto por el Ejército israelí y los palestinos se ven hostigados o chequeados constantemente por puestos de control militar, o mucho peor es vivir en la Franja de Gaza, que básicamente es una cárcel a cielo abierto, amenazada permanentemente por el hostigamiento militar israelí.

A lo largo de los años, estás diferencias impuestas por la acción del Estado de Israel entre los palestinos, género que de acuerdo al lugar de residencia unos puedan acceder a algunos derechos más que otros. Lo cuál provocó divisiones sociales y conflictos políticos entre ellos. Para esto también jugaron un rol divisionista las direcciones de las principales organizaciones políticas palestinas en cada uno de estos territorios.

Pero como asegura el periódico israelí Haaretz, "... es obvio que Israel ya no puede depender de la apatía que caracterizó al público palestino durante la última década y que, independientemente de la ubicación geográfica, el vínculo nacional sigue vivo.".

Por eso esta solidaridad es novedosa y genera preocupación a Netanyahu, la capacidad de los palestinos de unificarse alrededor de la cuestión nacional y territorial, o sea cuestionar el colonialismo y racismo de Israel. Este tipo de unificación detrás de una causa común dio una de las protestas más fuertes de la historia palestina, la Huelga General como método de lucha, una escena que recuerda a la Primera Intifada y la Revuelta Árabe de 1936, ambas duraron varios años consecutivos.

Estas acciones están siendo convocadas por una juventud trabajadora y desocupada que está haciendo sus primeras armas políticas ante el colonialismo. Como nos contó, Hadeel Shataara, coordinadora de la organización Samidoun Network, desde Ramallah, "Los jóvenes están cumpliendo el papel principal en el territorio, en los medios de comunicación y en todas partes”. Y dijo que "Los partidos políticos están muy atrás, están tratando de alcanzar a la gente en las calles. La gente está en la calle por la frustración que siente por el camino Madrid-Oslo”. Refiriéndose a los acuerdos firmados en 1991 y 1993 respectivamente, por la Organización de Liberación Palestina con Israel, de donde surgió la llamada Autoridad Palestina que hoy co-gobierna Cisjordania, ya que no es un Estado y sus fronteras están custodiadas por el Ejército de ocupación de Israel. Por eso agrega Hadeen, “Las negociaciones y la rendición que lideró la Autoridad Palestina ha llevado a esto hoy. Los jóvenes están liderando, aunque todavía están aprendiendo a liderar, pero creen que esta es una nueva era".

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En esta misma sintonía nos comentaba Moisés Garduño García, profesor de la UNAM, en una reciente entrevista que “el gobierno la Autoridad Palestina atraviesa una de las peores crisis políticas. Se la ha criticado por la colaboración con Israel, y se ha criticado muchísimo la colaboración de los policías. Con lo cual estamos llegando a un punto en el que estamos viendo la emergencia de una nueva generación palestina, que está politizada, que está enojada, no solo con Israel sino también con quien colabora con él”.

En este sentido, la huelga liderada por jóvenes, también puede desembocar en un cuestionamiento tanto a la Autoridad Nacional Palestina que ha reprimido las manifestaciones dentro de Cisjordania con sus propias represivas, como al liderazgo político en Israel, o sea los partidos “árabes israelíes”. En diálogo con La Izquierda Diario el periodista Ezequiel Kopel comentó que “hace mucho tiempo que veo un montón de jóvenes intentando marcar una tercera posición, incluso dentro de Fatah (el partido que lidera la Autoridad Palestina) y otras organizaciones”. Y nos recordó que “en los años de la Primavera Árabe en Cisjordania hubo enormes manifestaciones que la Autoridad Palestina reprimió”.

Así como está cuestionada la Autoridad Palestina en Cisjordania, por su política conciliadora, lo está Hamas que gobierna en Gaza que tampoco controla o representa a esta juventud incluso viene de perder legitimidad. Como nos cuesta Hadeel sobre las formas de organización de los jóvenes, “hay alas juveniles de los partidos que se forman hoy en día junto a los grupos juveniles como Samidoun, agrupaciones de mujeres como Talaat, también la Hirak, muchos no los puedo nombrar porque no son públicos. También están los movimientos sociales.”

Hardeel reflexionó sobre la jornada de hoy diciendo que "La huelga fue muy, muy importante para enviar un mensaje al mundo de que Palestina y los palestinos están unidos en todo el mundo. Hoy, Cisjordania, Gaza y las tierras ocupadas en 1948, fuimos juntos a la huelga. Y este es un mensaje que se transmite por jóvenes palestinos. Miles estuvimos en Ramallah, Hebrón, Jenin manifestándonos. También en Haifa, Jerusalén, y Nazaret” Así que “desde el río [Jordán] hasta el mar [Mediteráneo] Palestina se declaró en huelga. Políticamente, esto fue un mensaje de lo que los palestinos queremos, la liberación y el retorno, y usamos todos los medios de resistencia".

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A este movimiento juvenil se le suman las enormes muestras de solidaridad internacional que recibió el pueblo palestino. Desde Nueva York, París, Buenos Aires, Madrid, Berlín, Atenas, hasta Indonesia, donde además se destacaron los países árabes vecinos como Catar, Irak, y Yemen con demostraciones de miles de personas en las calles. Esta gran jornada fue un enorme paso para el futuro de organización de las y los jóvenes y trabajadores del mundo entero que vienen movilizados, como en Colombia, contra las condiciones de miseria y degradación de la barbarie capitalista.

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