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Red Internacional
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EMERGENCIA LABORAL. La juventud tucumana, entre la desocupación y el trabajo en negro

Según las cifras oficiales, el porcentaje de la desocupación entre los jóvenes es el mayor en la región. La cifra aumenta cuando se trata de mujeres.

Martes 8 de agosto de 2017

Fotografía: Franco Vera/LG

Durante la campaña electoral, el oficialismo provincial anuncia que Tucumán es la única provincia en donde creció el empleo. La afirmación es, desde el vamos, engañosa. Según el Indec, en el Gran Tucumán-Tafí Viejo el índice de desocupación disminuyó de 7,9 por ciento a 7,7 por ciento en el primer trimestre de este año. Pero hay que comprender cuál es el criterio que se emplea para obtener este porcentaje. Las estadísticas oficiales consideran a “población ocupada” a aquella que durante la semana ha trabajado al menos una hora en cualquier actividad económica, sea formal o informal, es decir que los números de la desocupación aumentarían si los criterios se ajustaran a medir la necesidad real de trabajo que existe en nuestra provincia.

Además hay que señalar que para la medición se tiene en cuenta que consideran “población desocupada” a la que no teniendo un trabajo, lo busca activamente. La tasa de actividad mide el porcentaje de la población económicamente activa (PEA) sobre la población total. La PEA es la población que trabaja o está desempleada pero busca trabajo activamente. Considerando que la población total no se modifica de un trimestre a otro, la disminución de la tasa de actividad solo puede ser el resultado de una disminución de la población económicamente activa y esto seguramente está ocurriendo porque miles de desocupados no buscan más trabajo porque, simplemente, no encuentran.

Entre la desocupación y la precarización

Según el Indec, la desocupación juvenil tucumana es la más alta de la región. Entre las mujeres jóvenes, la tasa trepó al 24.3 por ciento, y entre los varones 16,1 por ciento. El empleo en negro cerró 2016 con una tasa del 45,6 por ciento y según el Indec disminuyó al 42,4 por ciento (siempre teniendo en cuenta el sistema engañoso de medición). Esta cifra indica que 120.700 tucumanos no gozan de obra social, aguinaldo, vacaciones, jubilación, derecho a sindicalizarse, ni paritarias. El indicador es el segundo más alto de la Argentina. En el caso de la juventud el porcentaje llega a 68,1% de trabajo informal.

La otra cara de la moneda del trabajo informal, “en negro”, es el trabajo precarizado. Si tenemos en cuenta que aproximadamente 6000 jóvenes trabajan en calls centers, bajo la carátula de trabajadores de comercio, cuando en realidad atienden las líneas telefónicas de distintas empresas importantes, hasta incluso de organismos estatales como la Anses, con contratos basura, sin estabilidad laboral y con ritmos de trabajo extenuantes que tiene como consecuencias el padecimiento de diversas enfermedades.

Otro dato alarmante es que el 23% de los jóvenes tucumanos de 18 a 24 años en la provincia no pueden acceder al sistema educativo superior ni al mercado laboral. Estos números muestran la situación a la que se ven sometidos miles de jóvenes que no pueden estudiar una carrera universitaria, muchos incluso no pueden siquiera terminar la escuela. Y salen al mercado laboral en busca de trabajo pero lo cierto es que las puertas están cerradas o, si logran trabajar, lo harán de manera precarizada, trabajando hasta 12 horas por salarios muy por debajo de la canasta básica familiar.

Mientras miles de jóvenes no pueden acceder a tener una educación, el gobierno subsidia a 160 colegios privados en la provincia, son 1200 millones que se destinan a la educación privada, donde no se ve facilitado el acceso a la educación para que más jóvenes puedan acceder, sino que va directamente a las ganancias de los empresarios. Esa plata podría destinarse a crear 10.000 becas de 10.000 pesos mensuales para que los jóvenes tanto del nivel primario, secundario, terciario y universitario no tengan que desertar.

El Frente de Izquierda propone

Los grandes empresarios y sus políticos quieren una juventud que se resigne ante la precarización de la vida, donde hay poco y nada de lugar para estudiar, distenderse, tener tiempo libre para el descanso, el arte, divertirse con amigos, pasar tiempo de calidad con su familia.

El PTS en el Frente de Izquierda propone para la juventud para poder garantizar la educación pública y gratuita, que el Estado provincial otorgue becas de estudio para los alumnos de 10.000 pesos para que puedan seguir estudiando y no tener que “desertar” para buscar un trabajo precario.

Además, el FIT plantea la reducción laboral a 6 horas, 5 días a la semana, sin reducir el salario, y con un salario mínimo igual a la canasta familiar. Esta propuesta tiene el objetivo de terminar con este sistema irracional donde por un lado hay decenas de miles de desocupados y del otro, trabajadores que trabajan hasta más de 12 horas para llegar a fin de mes. Por eso se propone el reparto de las horas de trabajo para que todos puedan trabajar y no dejar la vida en el trabajo.