El 65 por ciento de los jóvenes denuncia no haber recibido educación sexual. En colegios católicos se hizo pública la censura a estudiantes que se manifiestan por el aborto legal.
Domingo 10 de junio de 2018
Foto: La Capital
A pocos días de la votación de la ley de interrupción voluntaria del embarazo el debate atraviesa a toda la sociedad, sin embargo en las escuelas parece suceder lo contrario. Una encuesta difundida hace pocas horas revela que el 65 por ciento de los jóvenes asegura no haber recibido educación sexual en las escuelas. El mismo estudio arrojó que en Rosario el 81 por ciento de las personas entre 16 y 35 años está a favor con la legalización total o con algunas salvedades de esta práctica.
La cifra revela que las nuevas generaciones no encuentran en la escuela un ámbito de información y debate sobre las problemáticas que más atraviesan e interesan a la juventud. Más grave aún es que existe poca o nula información, sino que los estudiantes se topan con tabúes y censuras a la hora preguntar o expresarse.
Tal es el caso de la estudiante de Catamarca a quien su colegio la forzó a salir porque llevaba en su muñeca el pañuelo verde de la Campaña, símbolo de lucha por el aborto legal, seguro y gratuito. Mientras sucedía esto las autoridades escolares impulsaban la campaña de “Salvemos las dos vidas”.
También en Rosario, en el colegio de la Inmaculada Concepción, se realizó una campaña “a favor de las dos vidas”, obligando a los estudiantes a realizar un ayuno y luego encomendarse a las oraciones sagradas. Incluso en las salas de muchos colegios hay docentes espantados por ver tantos pañuelos verdes en las mochilas de sus estudiantes.
La Iglesia está a favor del aborto clandestino que pone en peligro su salud física y psíquica, llegando en muchos casos a la muerte. La Iglesia quiere imponer su posicionamiento retrógrado sin debate alguno, persiguiendo y sancionando a las jóvenes y los jóvenes que eligen apoyar la campaña por el aborto, legal, seguro y gratuito. Como ayer estuvieron en contra del voto femenino, de la patria potestad compartida, de la ley de divorcio, del matrimonio igualitario o la ley de identidad de género, hoy están en contra del aborto legal.
Estas ideas se difunden en colegios confesionales que son financiados por el Estado. En las últimas décadas los gobiernos tejieron alianzas profundas con la Iglesia Católica permitiendo su presencia cada vez mayor en la educación, esto incluye a macristas pero también kichneristas. En Santa Fe peronistas y socialistas financiaron y financian la totalidad de los salarios docentes en la mayoría de las escuelas religiosas. Más aún, la nueva ley de educación provincial que se aprestan a votar los bloques mayoritarios mantiene un esquema cada vez más degradado para la educación pública, laica y científica. Como corolario el único diputado nacional del Partido Socialista, Luis Contigiani, anunció su voto negativo a la legalización.
Foto: Clarín
El papel de Ctera o Amsafe no colaboró en nada para llevar este debate a las escuelas y tener un posicionamiento claro. Aunque la conducción está a favor de aborto legal no participa de las movilizaciones y el próximo miércoles no convoca al paro nacional para que un sinfín de mujeres y también varones se movilicen a Buenos Aires para una jornada histórica.
La escuela debería ser un ámbito donde poder intercambiar, generar discusiones y poner en cuestión las distintas miradas. El silencio dentro de ella no es el mejor aliado. La escuela no debe convertirse en un bunker que se cierre a todo lo que pasa fuera de ella, porque en realidad lo que pasa dentro de ella es lo más rico y profundo.
Es momento de debatir, de dejar que las chicas y chicos se manifiesten, defiendan su postura, sin censura, sin castigo. Es momento de separar la Iglesia del Estado. Ese es el planteo por el que luchamos desde la agrupación Marrón de docentes, en el PTS y el Frente de Izquierda. Mientras, el gobierno y la oposición intentan ganarse la bendición del Papa Francisco para seguir manteniendo el statu quo en momentos de un ajuste fenomenal sobre los trabajadores y el pueblo.