Personas Ciegas se movilizan para conseguir bono de 1000 Bs., son más de 120 días que no han podido trabajar durante la cuarentena y enfrentan fuertes necesidades económicas. Son un sector que vive al día fruto de la precarización e informalidad laboral a la que se ven sometidos. Están en vigilia en las calles Ayacucho y Potosí y en huelga de hambre, llamamos a la solidaridad y a brindarles apoyo. Necesitan carpas, colchones, frazadas y plástico para la vigilia.
Sábado 3 de octubre de 2020
Uno de los sectores más golpeados por la crisis del COVID-19 en Bolivia han sido las personas con discapacidad, quienes al no ser incluidos en los trabajos asalariados “viven al día” y cuya precarización económica se ha profundizado durante los 120 días de cuarentena.
La convicción y la necesidad han llevado al sector de personas ciegas a encabezar una movilización pidiendo un bono de 1000 bs. para TODAS LAS PERSONAS CON DISCAPACIDAD de la Unidad Ejecutora de Fondo Nacional de Solidaridad y Equidad (FNSE), donde existe un monto de 97.853.000 bs. que hacen factibles el pago de dicho bono. El dirigente de FENACIEBO, Edwin Días, argumenta que este pago no perjudica ninguno de los proyectos ejecutados o por ejecutar y mucho menos genera una deuda.
Además de dicho punto neurálgico existen otras 3 peticiones:
Las protestas se iniciaron el martes 29 de septiembre con un aproximado de 160 personas de los nueve departamentos con sus diferentes municipios, aglutinados en 22 federaciones. Hubo una brutal represión por parte de la policía el jueves 1° de octubre luego de que el gobierno instruyera “identificar a policías que gasificaron a personas no videntes” rompió el diálogo a instalarse y repitieron las gasificaciones y golpes dejando varixs heridxs. Por todo ello se estableció una vigilia en las calles Ayacucho y Potosí y 15 personas (con diferentes discapacidades) instalaron una huelga de hambre en puertas de la llamada Casa Grande del Pueblo, a quienes la policía no dejó pasar frazadas y tuvieron que pasar la noche de ayer sobre cartones.
Las personas movilizadas afirman que cuando el sector de Personas Ciegas lidera una movilización es hasta las últimas consecuencias, además afirman que realizaran la denuncia y demanda correspondiente para saber quién dio la orden de reprimir. También denuncian la tergiversación de sus demandas y de los hechos ocurridos por parte de los grandes medios de comunicación.
Entrevista a Edwin Días, dirigente de la Movilización de las Personas Ciegas
Antecedentes
En las última década las personas con discapacidad se han movilizado exigiendo al Estado el cumplimiento de la ley 223 para personas con discapacidad junto con las políticas públicas inclusivas, la gestión de los recursos económicos propios al sector y en contra de la interdicción (2012, 2016, 2017, 2018), todas ellas han sido duramente reprimidas por el gobierno del MAS, con denuncias internacionales sobre violación de Derechos Humanos realizadas por Amnistía Internacional. Se recordará además las declaraciones capacitistas de sus militantes y funcionarios Valeria Silva y Victor Borda.
Pititas: Se les cayó la indignación
Uno de los discursos pitita durante las masacres militares de noviembre del 2019, contradictoriamente, reclamaba sobre la “crueldad e inhumanidad” con la que se había tratado a las personas con discapacidad durante los anteriores años. Hoy en día ninguna de esas personas se lamenta ni pronuncia, nadie espera que lo hagan, sin embargo, es una muestra que ese argumento “humanista” de misericordia estaba vaciado de un verdadero contenido político y que solo imperaba el racismo.
La ultraderecha (ultraconservadora) jamás se cuestionará las condiciones socioecnómicas de los diversos colectivos de personas con discapacidad porque se sostienen en la jerarquización de la sociedad, además no considera a las personas con discapacidad como sujetos políticos, sino como objetos de caridad a quienes hay que regalarles una moneda para ganarse el cielo como dice la biblia. El capitalismo desecha los cuerpos que no cumplen sus estándares de producción o consumo.
Puntos a considerar en el contexto de la Pandemia
Las Personas con Discapacidad denunciaron al inicio de la cuarentena el olvido por parte del Estado. Además de la precarización económica para las personas con discapacidad, hubo nula información inclusiva para este sector y no se tomó en cuenta las especificidades de cada una de las diversidades en tanto a cuidados contra el COVID-19. Los hospitales tampoco cuentan con medidas inclusivas, por ejemplo, intérprete de Lengua de Señas Boliviana. Los bonos no fueron pensados con sus especificidades, quedándose gran parte de las personas con discapacidad con el bono de 250 sin beneficiarse del bono de 500 bs.
Ahora, en el contexto “post-cuarentena” tampoco se toman en cuenta medidas de prevención inclusivas en los medios de transporte, instituciones públicas, centros médicos, etc.
Las personas con discapacidad necesitan carpas, colchones, frazadas y plástico para la vigilia. Llamamos a la más amplia solidaridad y a brindarles ayuda.
¡CAPITALISMO ES CAPACITISMO!
¡EL ESTADO ES RESPONSABLE!
¡QUE VIVA LA LUCHA DE LAS PERSONAS CON DISCAPACIDAD!