Ante la negligencia patronal para no parar cuando la cuarentena inició, se hizo presente el instinto de supervivencia de la clase obrera en las maquilas fronterizas mexicanas
Jueves 30 de abril de 2020
Ante la negligencia patronal para no parar cuando la cuarentena inició, se hizo presente el instinto de supervivencia de la clase obrera en las maquilas fronterizas mexicanas. Esta es una nueva aparición de la cual hay que dar cuenta con mucha importancia, labor que desde Izquierda Diario se ha llevado a cabo dando tribuna a cientos de denuncias. El momento al que han llegado todas estas luchas, requiere un planteamiento sobre sus alcances y sus perspectivas.
Contra todo cerco mediático de las grandes empresas de comunicación, esta oleada de “paros locos”, que se llevan a cabo contra la voluntad de la burocracia sindical de la CTM o la CROC, tuvo cobertura en medios locales, pero ningún medio de alcance nacional destacó estas acciones en su justa dimensión. Esto, mientras la vida a partir de la pandemia, muestra con múltiples ejemplos, que tanto los trabajadores de las llamadas actividades esenciales, como las llamadas no esenciales, son los millones que mueven el mundo.
Al dar cuenta de esta nueva oleada de paros, hay que destacar que hemos visto luchas obreras ahí donde no se habían presentado recientemente, destacando Reynosa, Mexicali y Tijuana. En otros lugares como Matamoros, es la continuidad del instinto de lucha que se ha tenido desde el movimiento 20/32 y en Ciudad Juárez, es el principal momento de lucha desde el 2015/2016. A su vez, hay que reiterar que estos esfuerzos de lucha, no lograron detener las actividades de todo el corredor industrial maquilador fronterizo y esta situación viene generando el aumento de muertes de obreros y obreras de la industria maquiladora.
Al dar cuenta de esta nueva oleada de paros, hay que destacar que hemos visto luchas obreras ahí donde no se habían presentado recientemente, destacando Reynosa, Mexicali y Tijuana. En otros lugares como Matamoros, es la continuidad del instinto de lucha que se ha tenido desde el movimiento 20/32 y en Ciudad Juárez, es el principal momento de lucha desde el 2015/2016. A su vez, hay que reiterar que estos esfuerzos de lucha, no lograron detener las actividades de todo el corredor industrial maquilador fronterizo y esta situación viene generando el aumento de muertes de obreros y obreras de la industria maquiladora.
Los puntos de partida y las desigualdades
La pandemia y los enormes riesgos de contagio, fueron generando que de menos a más, miles de obreros se comenzaran a mover, en la mayor parte de los casos de forma desesperada ante la vulnerabilidad de sus condiciones de trabajo. Si tuviéramos que recordar alguna idea que ilustre este estado de ánimo,
Lenin escribe en el “Qué hacer”, sobre la clase obrera rusa de principios del siglo XX: “Los obreros perdían la fe tradicional en la inamovilidad del orden de cosas que los oprimía; empezaban... a sentir la necesidad de oponer resistencia colectiva y rompían decididamente con la sumisión servil a las autoridades. Pero esto sin embargo más que lucha, era una expresión de desesperación y venganza”.
La movilización obrera en la frontera podría decirse, parte de ese instinto de supervivencia y de la desesperación.
El retroceso y la precarización del periodo neoliberal, han hecho que la conciencia de la clase obrera parta desde niveles muy bajos de acumulación de experiencias y de desarrollo político; aunado a que por muchos años, se abandonó al trabajo paciente desde el marxismo al interior de la clase trabajadora. Se debe ser consciente de este límite, para no ser escéptico de sus acciones y avances, pero también para no romantizar o tener una idea superficial de la dinámica de estas importantes luchas obreras.
Cada destello en la conciencia de los y las obreras, enfrenta múltiples obstáculos materiales, espirituales y políticos a su paso. De igual manera, no es homogénea la organización ni la representación sindical en la frontera. De extremo a extremo, si tomamos dos ejemplos, el caso de Matamoros tiene una altísima tasa de sindicalización, pero con el lastre de direcciones charras, y por otro lado en Tijuana, es un paraíso de impunidad para el sindicalismo blanco.
Si ubicamos la experiencia de lucha más extendida y que triunfó en sus demandas, pensaremos en lo que representa el ejemplo del movimiento obrero matamorense 20/32 y el proceso de sindicalización independiente con el SNITIS. Tomando esta experiencia, y en un momento en el que miles de obreros y obreras luchan por preservar su vida, se muestra lo erróneo que en el momento decisivo no se peleó por recuperar el sindicato para los trabajadores expulsando a la burocracia sindical, sino que se optó por la línea de sindicatos independientes abandonando la necesaria lucha por la democratización de las organizaciones obreras.
Si ubicamos la experiencia de lucha más extendida y que triunfó en sus demandas, pensaremos en lo que representa el ejemplo del movimiento obrero matamorense 20/32 y el proceso de sindicalización independiente con el SNITIS. Tomando esta experiencia, y en un momento en el que miles de obreros y obreras luchan por preservar su vida, se muestra lo erróneo que en el momento decisivo no se peleó por recuperar el sindicato para los trabajadores expulsando a la burocracia sindical, sino que se optó por la línea de sindicatos independientes abandonando la necesaria lucha por la democratización de las organizaciones obreras.
Por ejemplo, tanto en Matamoros, como en Ciudad Juárez, el rol que la abogada Susana Prieto ha jugado, si bien ha denunciado los contagios y las muertes de obreras por covid-19 y es vista por miles de obreros como un referente de lucha, su estrategia conduce a la desmovilización de las protestas con una perspectiva de lucha coyuntural y no de largo alcance.
Una muestra de esta visión cortoplacista se expresa en como en empresas donde representa legalmente, logra acuerdos de suspensión de actividades pero con menos del 100% del salario y cuando hay despidos manifiesta como un logro máximo obtener liquidaciones justas, es decir, no mantiene un llamado a la organización obrera independiente desde la base de cada planta, a luchar contra los despidos, ni por un programa de demandas obreras ante la crisis. Estas acciones de más largo alcance, llevarían a un fortalecimiento de la organización obrera.
Los avances de la lucha en la maquiladora y una política de clase
La fuerza que tienen estas protestas, conlleva a la necesidad de que se den pasos en mantenerse como fuerza obrera organizada y superando la rutina de sus organizaciones tradicionales para mantenerse en lucha.
Es una constante que los objetivos de los que se dotan estas protestas, no contemplen más que demandas de orden económico de tipo coyuntural. Ya no es suficiente luchar solo en ese plano, las consecuencias de la pandemia, exigen que se articule la unidad de todos los sectores que han luchado y los que serán afectados por la ruina económica y/o social, ya que para triunfar y generalizar sus demandas, es fundamental se logre luchar de manera combativa y con independencia política, tanto para enfrentar las trampas legales y patronales, como para no confiar en las medidas gubernamentales en todos sus niveles.
Las actuales luchas, por ejemplo en Ciudad Juárez, se combinan con los cierres de empresas ante los estragos de la crisis. No está garantizado el salario al 100%, ni el empleo que precariamente se tiene en las maquiladoras. En toda empresa que cierre o despida, sus obreros y obreras tienen que evitar el retiro de la maquinaria, y exigir se expropie y se ponga a funcionar bajo control obrero.
Un verdadero programa obrero, junto a una política combativa, hacen urgente levantar una gran protesta por distintos medios, para exigir que se prohíban los despidos, se respete el salario y se reparta trabajo esencial entre todas las manos en condiciones seguras para llevarlo a cabo.
En la industria que pueda ser reconvertida, se debe producir en beneficio de las necesidades sanitarias, de higiene, de alimentación, comunicación y transporte de las grandes mayorías.
Las actividades de trabajo esenciales donde se mantengan activos miles de trabajadores, se deben impulsar comisiones de higiene y seguridad independientes que hagan cumplir las garantías de seguridad para prevenir el contagio y la muerte de trabajadores. Junto a lo anterior, se debe enfrentar la carestía de la vida, para lo cual es necesario el control de precios y exigir la nacionalización de la banca para otorgar créditos baratos a gran escala y evitar la ruina de miles de pequeños productores y comerciantes de la ciudad y el campo.
Ante la voracidad capitalista que prioriza sus ganancias por encima de preservar la vida humana, que privatiza las ganancias y socializa las perdidas, es la acción transformadora de la clase trabajadora desde donde puede emerger una salida de conjunto a la crisis económica, social y política de este sistema.
Un conjunto de medidas como estas, exigen que la autoorganización de las y los trabajadores avance y que de ese avance se abra paso una perspectiva de lucha anticapitalista y socialista, para lo cual es fundamental dotarse de una herramienta política independiente. Para estos objetivos es que desde el MTS y a través de La Izquierda Diario, ponemos nuestros mayores esfuerzos.