La iniciativa plantea la necesidad de una “renta básica”. Se abre un debate sobre qué programa necesita la clase trabajadora para enfrentar el paro y la pobreza.
Juan Carlos Arias @as_juancarlos
Jueves 18 de enero de 2018
Asamblea estatal de la Marea Básica en Madrid, 13 de enero de 2018. Foto: mareabasica.es
El pasado sábado 13 de enero se presentó en Madrid en una asamblea abierta a colectivos sociales, sindicatos y partidos políticos, la iniciativa de una marcha sobre Madrid que finalizaría el día 24 de marzo con su llegada a la capital. La marcha discurrirá bajo la consigna de “Marcha Contra el Paro y la Precariedad. Renta Básica Universal Ya”, y está siendo organizada por la “Marea Básica”. A la asamblea asistieron alrededor de 80 personas en representación de 42 colectivos que mostraron un gran entusiasmo y determinación para impulsar esta movilización a la que se pretende se puedan sumar muchos más colectivos.
La “Marea Básica” está constituida por un conjunto de movimientos sociales contra el paro y la precariedad que han surgido en los últimos cuatro o cinco años por todo el territorio del Estado español y que desde sus orígenes ha estado vinculado a las “Marchas por la Dignidad”.
Las razones de la convocatoria fueron esgrimidas también en la presentación del acto y se concretaron en dos objetivos fundamentales: Ponerle freno a la normalización de la que denominaron “masacre social” que se caracteriza por unas cifras de debacle social todavía existente, realmente apabullantes: 2 millones de personas que utilizan los bancos de alimentos habitualmente, 4 millones en situación de pobreza energética, 6 millones que se encuentran en el umbral de la pobreza. Y por otro lado, romper con la desmovilización social “tan brutal” que estamos viviendo. Por eso se han planteado abrir un ciclo de movilización social el torno a nuevos derechos.
A continuación, se señalaron por parte de los organizadores de la asamblea los objetivos reivindicativos a tratar de lograr con esta movilización que fueron explicados y se concretaron en cinco ejes fundamentales:
1. Renta Básica Universal, como eje central de las reivindicaciones. Se definió que el tipo de renta básica defendida debería tener las siguientes características: universal, individual, incondicional y suficiente y compatible con tener un trabajo.
2. Derogación de las reformas laborales.
3. Lucha contra los desahucios y por el derecho a una vivienda social digna.
4. Lucha por unas pensiones dignas.
5. Defensa de la sanidad y la educación públicas.
Asimismo, se indicó que también se expresaría específicamente en el desarrollo de la marcha el rechazo a la represión del gobierno sobre los colectivos más desfavorecidos, el rechazo a la ley mordaza, la lucha frontal contra la violencia machista y la denuncia del Régimen del 78, poniendo los derechos sociales en el centro de la agenda política.
Esta marcha emprendería el camino el día 10 de marzo desde León y terminaría alcanzando la capital el día 24 de marzo. En Madrid, la idea es que la columna sería recibida por una multitud de colectivos y de manifestantes.
Posteriormente se abrió un debate con intervenciones de las entidades que asistieron al acto, un total de 42 organizaciones de diverso tipo: sociales, sindicales y algunos partidos políticos; y de diferentes lugares: Madrid, Valencia, Cataluña, Valladolid, León, Extremadura, etc. En estas intervenciones muchos adhirieron a la lucha por la consecución del objetivo de la renta básica universal y se realizaron reivindicaciones sociales enmarcadas en los derechos reconocidos en la Carta Social Europea. Incluso algún interviniente hizo alusión a que había que “ocupar el espacio del reformismo”.
Nuestra intervención como Corriente Revolucionaria de Trabajadores y Trabajadoras (CRT) e Izquierda Diario fue muy crítica con algunos de los planteamientos programáticos centrales que se fueron haciendo desde gran parte de los colectivos sociales participantes y, sobre todo desde los organizadores de la asamblea.
Nosotros planteamos nuestro acuerdo con las razones planteadas como causa de la convocatoria, la situación de “masacre social” y desmovilización “brutal” que es fundamental contrarrestar para impulsar un nuevo ciclo de movilizaciones. Asimismo, indicamos nuestro acuerdo con una gran parte de los objetivos y el programa planteado desde la organización del acto.
Sin embargo, cuestionamos claramente la consigna de la Renta Básica Universal, contraponiéndola con la necesidad de luchar por subsidios de desempleo al nivel del costo de la vida, y la lucha por el reparto del tiempo de trabajo sin reducción salarial que es una consigna central para terminar con la lacra social del paro y la precariedad laboral. Esto, junto con planes de obras públicas controlados por trabajadores y usuarios, que den respuesta también a las necesidades sociales de vivienda y hospitales en condiciones, y permitan generar empleo genuino.
Asimismo, sostenemos la necesidad de impulsar una perspectiva, una estrategia y un programa anticapitalista, de clase, antipatriarcal y en favor de los derechos políticos, sociales y económicos de los jóvenes, las mujeres y los trabajadores y trabajadoras. Único programa realista para resolver los problemas materiales y sociales de la clase trabajadora y las clases populares.
Por otra parte, nos parece fundamental abrir un debate crítico, al calor de esta iniciativa, entre cada vez más amplios sectores populares y de trabajadores, respecto a la idea de la Renta Básica Universal, para polemizar con el “sentido común” que se ha generalizado alrededor de esta, siendo que no resuelve ni resolverá los graves problemas de subsistencia de las clases populares. Sino que más bien, al contrario, de llegarse a poner en funcionamiento podría repercutir muy negativamente en las condiciones de vida de existencia de la clase trabajadora, contribuyendo además a su división y debilitamiento. Este es un debate profundo que nos proponemos seguir dando desde los artículos de Izquierda Diario, así como en los espacios de movilización y organización de los trabajadores.
Juan Carlos Arias
Nació en Madrid en 1960. Es trabajador público desde hace más de 30 años y delegado sindical por UGT de la Consejería de Políticas Sociales y Familia de la Comunidad de Madrid. Es columnista habitual de Izquierda Diario en las secciones de Política y Economía. milita en la Corriente Revolucionaria de Trabajadores y Trabajadoras (CRT) del Estado Español.