La Cámara baja del Congreso aprobó el impeachment contra el presidente, por tercera vez en la historia estadounidense ¿qué puede pasar de ahora en más?
Diego Sacchi @sac_diego
Miércoles 18 de diciembre de 2019 22:30
La Cámara de Representantes (cámara baja) de Estados Unidos debatió este miércoles el impeachment contra el presidente Donald Trump por abuso de poder y obstrucción al Congreso. La mayoría demócrata en la Cámara garantizaba anoche la votación afirmativa y Trump va camino de convertirse en el tercer mandatario de la historia en someterse a un juicio político en el Senado que podría acabar con su -improbable- destitución. “No nos ha dejado otra opción”, afirmó la presidenta de la Cámara, Nancy Pelosi.
El proceso en semanas previas se centró en el Comité de Inteligencia de la Cámara de Representantes cuyas conclusiones sirvieron como base para continuar la acusación contra Trump por presionar al presidente de Ucrania Volodímir Zelenski para realizar investigaciones que lo favorecen políticamente. Concretamente, el Comité de Inteligencia determinó que es incontrovertible que Trump le pidió explícitamente a Zelenski que investigara al hijo de Joe Biden, uno de los posibles presidenciables Demócratas, entre otras conductas “inapropiadas”.
Los Demócratas acusan a Trump de abuso de poder, soborno y traición en tanto pidió a un poder extranjero intervenir en la política interna estadounidense para fines propios.
Por su parte Trump declaró que no hubo ningún comportamiento inapropiado en sus interacciones con el gobierno ucraniano. El Partido Republicano se volcó a la defensa del presidente. La plana mayor republicana pasó de negar los hechos a, una vez admitidos, desestimarlos como causas que justifiquen el impeachment.
La líder de la Cámara, la demócrata Nancy Pelosi, dijo al inaugurar el debate sobre los cargos contra Trump que su partido no tenían "otra opción" que lanzar el proceso contra el mandatario. "Es trágico que las acciones imprudentes hicieran que el juicio político fuera necesario. Él no nos dejó otra opción", dijo Pelosi.
Today, the House will #DefendOurDemocracy against the President’s abuses of his power. Tune in as Members of Congress debate impeachment. https://t.co/x7Q6v6fNP4
— Nancy Pelosi (@SpeakerPelosi) 18 de diciembre de 2019
Mientras que el presidente Donald Trump afirmó en Twitter que no hizo "nada malo" y agregó que “Esto es un asalto a América y un asalto al Partido Republicano!!!!".
Can you believe that I will be impeached today by the Radical Left, Do Nothing Democrats, AND I DID NOTHING WRONG! A terrible Thing. Read the Transcripts. This should never happen to another President again. Say a PRAYER!
— Donald J. Trump (@realDonaldTrump) 18 de diciembre de 2019
En la historia de Estados Undios solo dos presidentes - Andrew Johnson en 1868 y Bill Clinton en 1998– fueron sometidos a un proceso de impeachment; ninguno de ellos fue condenado por el Senado. El otro presidente que estuvo a punto de pasar por el mismo proceso fue Richard Nixon, acusado por el escándalo Watergate, pero renunció antes de que la Cámara pudiera votar sobre su impugnación.
Para condenar a Trump se necesita una mayoría de dos tercios del Senado. Los políticos de ambos partidos creen que es poco probable que eso ocurra, ya que el senado tiene mayoría republicana. En otras palabras, nadie cree que el impeachment sea posible.
Los demócratas consiguen un triunfo táctico, aunque lo más seguro es que no logren que el proceso culmine con el fin anticipado de la administración Trump. Al mismo tiempo Trump ha alineado casi sin fisuras a su partido detrás de su liderazgo, a pesar de ser muy cuestionado por el establishment conservador en ámbitos que van desde la política exterior hasta las tendencias proteccionistas y la falta de estrategia para liderar al imperio y al mundo occidental. Hasta ahora, las encuestas indican que a la hora de ganar la presidencia el “populismo” turmpista todavía da ventajas.
Tanto Demócratas como Republicanos están utilizando el juicio electoralmente, aunque según varias encuestas, el Impeachment no ha modificado prácticamente en nada la percepción sobre Donald Trump ni ha mermado su base electoral.
El proceso contra Trump es hasta ahora el punto más alto de una guerra civil de baja intensidad que enfrenta a sectores del aparato estatal (el “estado profundo” intangible para los votantes) las clases dominantes y sus partidos.
Estas divisiones dan como resultados gobiernos con bases electorales estrechas, que se sostienen en la polarización política y la fractura social, que hunde sus raíces en el agotamiento de la hegemonía neoliberal y la crisis capitalista de 2008. Estas divisiones de los de arriba son las que facilitan las acciones de los de abajo. No solo en Ecuador, Chile, Sudán o Argelia, sino en los propios países centrales. En Francia lo hemos visto con los “chalecos amarillos”. Y en Estados Unidos con la imponente huelga de seis semanas de los trabajadores de General Motors y ahora con la lucha de miles de docentes en Chicago.
Diego Sacchi
Nacido en Buenos Aires en 1977, militante del Partido de Trabajadores Socialistas desde 1994. Periodista, editor en la sección Internacional de La Izquierda Diario y columnista de temas internacionales en el programa de radio El Círculo Rojo.