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Red Internacional
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EUROPA FORTALEZA. La migración no es el problema, las guerras y crisis capitalistas sí

Según una encuesta reciente, 7 de cada 10 europeos tienen opiniones negativas sobre la inmigración. Mientras la Unión Europea no hace más que reforzar sus brutales medidas antiinmigración y de expolio imperialista, la extrema derecha y los sectores reaccionarios aprovechan para capitalizar el descontento y consolidar su discurso racista. Frente a su racismo e imperialismo, ¡antiimperialismo y antirracismo socialista!

Lunes 6 de mayo de 2024

Fuente de la encuesta

De acuerdo a una encuesta realizada por BVA Xsight, el 71% de europeos creen que su país acoge a demasiados inmigrantes, el 85% cree que la Unión Europea debería tomar más medidas contra la inmigración y un 39% defiende que sea necesaria, principalmente para cubrir la escasez de mano de obra en ciertos puestos de trabajo.

Está claro que los discursos racistas y xenófobos de la extrema derecha y los sectores más reaccionarios están calando cada vez más en la población. Sin embargo, la migración está lejos de ser la principal preocupación de la clase trabajadora. De hecho, según la misma encuesta, la número uno la ocupa la sanidad, seguida de la guerra, la crisis climática y la pérdida de poder adquisitivo. Mientras la extrema derecha, que avanza en toda Europa, pone en el punto de mira la migración; la clase trabajadora europea se enfrenta a las crisis y guerras capitalistas.

No obstante, quienes hablan de la inmigración como un problema se olvidan de explicar por qué cada año miles de personas se ven obligadas a abandonar sus hogares. La Unión Europea y los estados imperialistas son los causantes de los genocidios, las guerras, la hambruna, la violencia y la pobreza extrema en los países sometidos bajo el yugo del imperialismo europeo y norteamericano. Es por esto que cada año miles de personas intentan cruzar las fronteras y, en muchas ocasiones, a través de rutas migratorias peligrosas donde mueren decenas cada día. Las medidas fronterizas de la UE y los estados imperialistas, con la ayuda de los estados cómplices como el caso de Marruecos, provocaron 11 muertos cada día en 2023, convirtiendo así el mar Mediterráneo en una auténtica fosa común.

Los CIEs: racismo de Estado. Primer episodio de Punto de Fractura

Pero no solo en las fronteras mueren inmigrantes. Al llegar a los estados europeos, también nos enfrentamos a las brutales leyes de extranjería, que nos condenan a la precarización y a la exclusión, a la persecución policial y a la propia discriminación racista promovida por los discursos de la derecha y la extrema derecha. En el Estado español los CIEs (centros de internamiento de extranjeros) son verdaderas cárceles para migrantes. El problema no es que cada vez lleguen más inmigrantes a las fronteras europeas, el problema es el imperialismo europeo que expolia y explota los países dependientes.

El nuevo Pacto de migración y asilo de la UE, promovido por Pedro Sánchez durante su presidencia del Consejo, es una prueba más de la hipocresía imperialista de Europa. Mientras muchos se llenan la boca sobre la solidaridad y los derechos humanos, este pacto supone la consolidación de la ‘Europa fortaleza’ con el refuerzo de sus fronteras y la dificultad para conseguir asilo. El precio a pagar por mantener resguardados los jardines de Europa es deshumanizar e instrumentalizar a las personas migrantes

No debe sorprendernos que incluso los llamados partidos progresistas apliquen las mismas medidas racistas de la derecha y la extrema derecha. Europa es imperialista y racista, gobierne quien gobierne. La solidaridad de la que habla el nuevo Pacto es solidaridad entre estados imperialistas porque priman los intereses capitalistas de los estados europeos. La Unión Europea no está para velar por la clase trabajadora, sino que está para proteger los intereses capitalistas e imperialistas. No se puede reformar algo que desde el principio tiene el expolio y el racismo en su ADN.

Después del estallido de la guerra de Ucrania y la intensificación del genocidio en Palestina, la Unión Europea ha demostrado una y otra vez que no tiene ningún problema en financiar guerras, blanquear genocidios y en hacer que la clase trabajadora sea quien pague las crisis. La extrema derecha europea, por otro lado, desvía el descontento popular hacia la migración y las personas racializadas, pero la clase trabajadora -de la cual las personas migrantes somos uno de los sectores más explotados- apenas llega a fin de mes por la inflación, la juventud cada vez tenemos menos probabilidades de independizarnos, el alquiler es casi inasequible y los servicios públicos como la sanidad o la educación están infrafinanciados y precarizados.

Ante los discursos racistas contra la migración, la clase trabajadora debe luchar contra el imperialismo y el belicismo europeo, contra las masacres en las fronteras y contra la deshumanización de los pueblos sometidos al imperialismo de la UE y la OTAN. Las personas migrantes somos parte de la clase trabajadora, uno de los sectores más explotados y oprimidos por los patrones capitalistas. No dejemos que los prejuicios de la burguesía dividan a la clase obrera, el motor del sistema y por lo tanto quien puede pararlo todo.

Debemos levantar un gran movimiento antiimperialista y antirracista que luche contra el genocidio en Palestina y por la ruptura de todas las relaciones con el estado genocida de Israel de todos los estados imperialistas, que luche por la derogación de todas las leyes de extranjería, por el cierre de todos los centros de detención de inmigrantes y por el fin de las fronteras asesinas. La Europa capitalista e imperialista no es de la clase trabajadora, ¡luchemos por una Europa de les trabajadores y de la solidaridad real entre pueblos!