En horas de la mañana se hizo pública la noticia del fallecimiento del jefe de patrulla del Cerro Catedral a causa de una avalancha. Según la empresa CAPSA, una vez más a causa del infortunio. Para los empresarios seguimos siendo la variable de ajuste y lo demuestran siempre que pueden.
Lunes 27 de julio de 2020 18:51
Foto: Marcelo Martinez
¿Tragedia o muerte evitable?
En un comunicado, la empresa expresó: "Mario regresó en marzo de un intercambio con centros de esquí en Estados Unidos, fue un gran referente y maestro en lo que respecta a seguridad para todos los que forman parte de Catedral Alta Patagonia. Lamentamos profundamente su fallecimiento y acompañamos a su familia en este difícil momento". Pero los hechos demuestran otra cosa.
La empresa de la familia Trappa, concesionaria del Cerro Catedral, que obtuvo una fraudulenta renovación hasta 2053, con un multimillonario negociado en curso y con una infraestructura obsoleta por la falta de inversión, nunca cumplió con la renovación de la infraestructura ni con mejorar las condiciones laborales de sus empleados y a esta altura, la pregunta que cabe hacerse es si realmente se hizo todo lo posible para que esto no pasara.
Los 18 medios de elevación instalados tienen entre 33 y 50 años de antigüedad, a pesar de que en una de las cláusulas de contratación, se establece que un porcentaje no menor al 50% de los medios de elevación deberá ser, al término de la concesión, de una antigüedad no mayor de 10 años desde su fabricación.
Como en cada nueva readecuación contractual quedan saldadas las deudas y se establecen "como cumplidas las inversiones pautadas", las instalaciones del cerro van quedando obsoletas y ponen en riesgo las vidas de los usuarios, como se ha comprobado con los accidentes que ocurren año tras año.
Además, forman parte del grupo otras empresas como Via Bariloche, acusada de mantener a sus trabajadores en condiciones de esclavitud o extrema precarización lo que nos da un panorama de cual es la importancia que tienen las vidas de los trabajadores para estos empresarios.
En conferencia de prensa junto a la Gobernadora de Río Negro, el Intendente de Bariloche, Gustavo Genusso dijo que desde el municipio, la apertura del cerro tenia la intención de “tener un lugar seguro para los amantes del Sky”. Una vez más queda claro que los poderes del estado, en lugar de preocuparse de las vidas obreras, están gobernando en función de los intereses de unos pocos. Cediendo a las “presiones” del municipio, la empresa expone a sus trabajadores. No solo a contagiarse de COVID-19 sino también y como quedó tristemente demostrado hoy, a la muerte.
En una ciudad donde aumenta la pobreza de la mano de la pandemia y donde unas pocas empresas ganan millones, es hora de preguntarnos porque vivimos en la miseria en medio de un paraíso natural. Hoy tenemos que lamentar nuevamente, no solo la muerte de otro trabajador, sino también la repetición de un discurso que naturaliza la ganancia de la patronal a costa de nuestras vidas. Unamos nuestras acciones en pos de la socialización de los bienes naturales y de la toma de decisiones sobre ello; por un Cerro Catedral gestionado por sus trabajadores y usuarios.