Varios fondos de inversión rechazan la oferta de reestructuración de deuda que hizo el Gobierno. El ministro Guzmán afirma que no mejorará la propuesta. Argentina camina por la cornisa del default.
Mónica Arancibia @monidi12
Martes 21 de abril de 2020 23:16
Foto: Daniel Dabove | Télam
La oferta para reestructurar la deuda fue oficializada por la Securities and Exchange Comission (SEC) este lunes. Se trata de la propuesta presentada el jueves pasado por el ministro Martín Guzmán, junto al presidente y los gobernadores para la deuda bajo legislación extranjera.
La propuesta abarca bonos por valor nominal de U$S 64.000 millones aproximadamente. Se comenzaría a pagar en 2023, con una quita de capital de sólo 5,4 % y la quita de intereses promedia el 62 %, según detalló Guzmán.
A través del DNU 391 con fecha de este martes, el gobierno nacional autorizó la emisión de bonos en moneda extrajera para avanzar en la reestructuración de la deuda. Los bonos serán por U$S 44.500 millones y € 17.600 millones.
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Los acreedores exigen más
Este lunes varios bonistas rechazaron la oferta de canje de deuda que presentó el Gobierno. El Comité de Acreedores de la Argentina, liderado por Greylock Capital, estuvo entre los primeros especuladores que objetaron la oferta.
Un grupo que posee los bonos de los canjes de 2005 y 2010 (bonos de cambio) señaló sobre la propuesta que “lo considera inaceptable y no tiene la intención de apoyarlo", según publicó el diario Financial Times. Este grupo es asesorado por Dennis Hranitzky junto a los abogados Quinn Emanuel Urquhart & Sullivan y tienen los fondos de cobertura Monarch Alternative Capital y HBK Capital Management entre sus miembros. Este grupo afirmó que tiene colectivamente más del 16 % de los bonos de cambio emitidos por Argentina. Se recuerda que Dennis Hranitzky fue el abogado que ayudó al multimillonario Paul Singer para cobrar millones de la deuda luego del conflicto con los buitres, que Macri decidió pagar con el apoyo del peronismo.
Otro grupo de tenedores de bonos, que es asesorado por White & Case e incluye Black Rock, Fidelity, Ashmore, T Rowe Price y otros grandes inversores institucionales, también sostuvo que no puede apoyar la oferta del gobierno. En un comunicado señalaron que “buscan colocar una parte desproporcionada de los esfuerzos de ajuste a largo plazo de Argentina sobre los hombros de los tenedores de bonos internacionales".
Este grupo dijo que tiene en sus manos más del 25 % de los bonos argentinos emitidos desde 2016 y más del 15 % de los bonos de cambio del país.
¿Los acreedores hablan de ajuste? Los fondos de inversión no conocen esa palabra, están acostumbrados a hacer grandes negocios. Los activos de BlackRock, Vanguard, State Street Inc y Fidelity se duplicaron desde 2009. Según publicó Alejandro Bercovich en una nota de la revista Crisis esos cuatro fondos administran 16,5 billones de dólares en activos. Una suma que representa 37 veces lo que produce Argentina en un año. No sólo tienen bono y acciones, también minas de cobalto en el Congo, reservas de litio en Australia y México, campos en el Amazonas y departamentos en capitales europeas. Administran el dinero de abogados y enfermeras para su retiro, pero advierte Bercovich que “también parte de la fortuna de financistas como Warren Buffet, jeques árabes y magnates rusos”.
Otro grupo que también rechazó la propuesta es asesorado por UBS y Mens Sana Advisors y señaló en una declaración que la oferta se realizó "sin discusiones significativas". Marcelo Delmar dirige Mens Sana Advisors, y también fue designado para negociar con Axel Kicillof la renegociación de la deuda de la provincia de Buenos Aires.
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A pesar del lamento de los acreedores, la oferta está lejos de ser agresiva. Hace unos meses Guzmán afirmaba que “los bonistas se sentirán frustrados”, pero como analizó el especialista Martín Mikori en La Izquierda Diario la quita varía entre el 50 % y 60 % e incluso en un “mal” escenario para los bonistas sigue siendo un buen negocio.
Esta semana el gobernador de la provincia de Buenos Aires, Axel Kicillof, y el ministro de Hacienda y Finanzas, Pablo López, presentarán su propuesta de canje de los once bonos de deuda bajo ley extranjera por U$S 7.148 millones. En sintonía con la oferta de Nación, la provincia propondría un período de gracia de 3 años, una quita de intereses de alrededor del 55 % y una quita de capital de aproximadamente el 7 %.
En febrero Kicillof ya cedió al chantaje de los especuladores por presión del fondo Fidelity (el mismo que negocia con Nación) y terminó pagando para afrontar el vencimiento del bono BP21 con recursos propios de la provincia.
¿El Gobierno ofrecerá más a los bonistas?
Por su parte, el ministro Guzmán en una entrevista en El Destape Radio explicó que las expresiones de rechazo eran esperables, y agregó que la propuesta "es un compromiso que podemos cumplir al mismo tiempo que protegemos a los argentinos y argentinas".
Guzmán sostuvo que no habrá una nueva oferta a los bonistas. "Esta es la oferta. Es el producto de lo que antes se conversó y negoció. Es la hora de los acreedores de definir", indicó el ministro.
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Este miércoles hay programados vencimientos de intereses de tres bonos regidos por ley extranjera, que están incluidos en la oferta de reestructuración anunciada por el Gobierno. Si mañana no se paga, el Tesoro tiene un plazo de gracia de 30 días para girar el dinero antes de caer en default. Este período coincide con los 20 días aproximadamente que tienen los tenedores de bono para decidir sobre la oferta.
Los acreedores presionan para obtener una mejor oferta y también advierten que si Guzmán no realiza otra propuesta Argentina entraría en default.
El Gobierno se juega a postergar la deuda a 2023, pero no se resuelve el problema sólo se patea para adelante y ese año volveremos a cargar con una hipoteca.
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Otro escollo es el acuerdo con el FMI que Guzmán adelantó que pretende negociar un programa nuevo con el organismo que implique no pagarles nada los próximos tres años. Según el ministro, el Fondo hizo “un cambio muy grande” de involucramiento en esta primera etapa de reestructuración de la deuda con los acreedores privados, como afirmó en una entrevista con Horacio Verbitsky. El Fondo aunque Guzmán lo niegue es el mismo de siempre, el mismo que impone sus recetas de ajuste para garantizar que tarde o temprano se pague.
El oficialismo archivó las críticas al endeudamiento macrista, al “préstamo ilegal” del Fondo por permitir que Argentina utilice sus recursos para contener al dólar como denunció Cristina Fernández en Cuba durante la presentación de su libro. Sigue negociando y lo hará en las próximas semanas.
Nada bueno vendrá de una negociación con los especuladores. En medio de la crisis por la pandemia es criminal seguir destinando más recursos a la deuda, pero el camino del default tampoco está plagado de rosas. Se dejará de pagar hasta que el país vuelva a crecer y luego volverá a pagar como ya ocurrió luego de la crisis del 2001.
Es urgente para el pueblo trabajador pelear para que no sigan pagando una deuda cuyos costos caen sobre nuestras espaldas. Desde la izquierda proponemos el desconocimiento soberano de la deuda ilegal y fraudulenta junto a un plan que incluye medidas como la nacionalización de la banca y el comercio exterior, e impuesto a las grandes fortunas, una reorganización integral de la economía en función de las necesidades sociales.
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Mónica Arancibia
Nacida en Bs. As. en 1984. Es economista. Miembro del Partido de los Trabajadores Socialistas. Coedita la sección de Economía de La Izquierda Diario.