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Red Internacional
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AVELLANEDA-QUILMES. La nueva fase: “Villa Azul está igual o peor que antes”

Los grandes medios de comunicación transmiten el discurso oficial, quieren mostrar que terminó el confinamiento" en Villa Azul, pero continúa el vallado, con accesos custodiados. Una vecina nos cuenta cómo crece la solidaridad entre trabajadores de la zona sur y el barrio y cómo sigue su situación.

Lunes 15 de junio de 2020 22:32

El lunes pasado se abrieron 4 accesos en Villa Azul, custodiados por la policía. La noticia fue reproducida por los grandes medios como el fin del “confinamiento”, del “aislamiento total” y hasta la “reapertura” de Villa Azul. Sin embargo todo el perímetro del barrio sigue vallado y la segregación continúa para la mayoría que no tiene un trabajo en blanco y autorizado con el que justificar salir a ganarse el pan.

Entre la valla y la policía, entre el Covid y el hambre. Así falleció infectado, un hombre de 72 años que hasta el último día que pudo, salió a "cartonear" para darle de comer a sus nietos. Los controles sanitarios del operativo DetectAr se han frenado, con más de 344 contagios contabilizados hasta la semana pasada, los vecinos no reciben nueva información, pero cuentan que han fallecido 5 personas.

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La nueva fase fue anunciada por Kiciloff en una conferencia de prensa donde -increíblemente- dijo que el encierro había sido voluntario. Además de hablar de ayuda alimentaria, sanitaria y también en salud mental.

“Esos son discursitos que ponen para la tele” –dice Lorena, vecina de Villa Azul- “porque imagínate que si no te dan un bolsón de mercadería para que puedas quedarte en tu casa cuidando a tu familia, menos te van a mandar a un psicólogo para hacerle entender al pibe ¿qué? Qué la pansa le va a chiflar… Todos sabemos muy bien que para esto no hay cura, que la cura es el propio organismo y que en estos momentos es donde más alimentados y fuertes tenemos que estar”.

Solidaridad entre las luchas obreras y de los barrios populares

Lorena vive en Villa Azul hace 15 años. El jueves pasado se acercó con sus vecinos al Triángulo de Bernal -mediando previamente con la policía- para participar de una jornada de lucha, impulsada por la Coordinadora de Trabajadores de Zona Sur, los jóvenes de la Red de Precarizados y movimiento sociales, donde se hizo una olla popular y se entregaron donaciones de alimentos, bebidas y sanitizantes producidos por Ansabo.

Ella empezó a organizarse con otros vecinos del barrio para pelear por cooperativas de trabajo ya que se encuentran desempleados en una situación de suma precariedad. Así se unieron con quienes pelean frente al cierre de fábricas, como el frigorífico Penta o la papelera Ansabo que hoy, con gestión obrera, exige su estatización. También junto a trabajadores que reclaman testeos y condiciones de higiene y seguridad en sus lugares de trabajo, organizando Comisiones y realizando asambleas virtuales.

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“Después de lo que pasamos, esto es una mano muy grande. La gente está muy agradecida. Entendiendo la lucha y valorando la colaboración de cada uno y de cada sector que aportaron a la donación”.

La presencia del Estado: policías y derecho a la salud vulnerado

A Manuel, otro de los vecinos, la policía lo paró unos días antes del encierro yendo a buscar plata al cajero, lo golpearon y se lo llevaron detenido. "No tienen derecho, por más que tengan una chapa". Lorena dice que la villa es chica para haber tenido 300 policías controlando las calles.

Además se indigna frente a la propaganda oficial, negando que el operativo desplegado sea una real contención. Cuenta que la asistencia sanitaria no llega a las casas y obliga a quienes presentan síntomas a caminar por la calle, enfermos, para acercarse a algún centro de atención, exponiendo su salud y la de los vecinos.
Afirma que en el centro de aislamiento de la UNQui, no tienen calefacción y que faltan medicamentos y alimentos.

“Ellos para hacer prensa, para tranquilizar, dicen que Villa Azul está contenida. Villa Azul está igual o peor que antes. Nada más que no salimos en las cámaras”. Hace dos semanas, ella y otros vecinos tuvieron un cruce con el intendente Jorge Ferraresi y con su esposa, Magdalena Sierra, donde los increparon por los testeos para que se acercara personal de salud. Terminaron recibiendo 2 termómetros con los que ellos mismos se controlan la fiebre.

Mientras tanto,el gobernador Axel Kiciloff, anunció un rescate de $400 millones para las empresas de salud privadas por la "caída de ingresos".
Hay que invertir las prioridades, la salud del pueblo vale más sus ganancias.

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Un llamado a la unidad de las luchas

Terminando la entrevista telefónica para La Izquierda Diario, Lorena da una reflexión final sobre la jornada en el Triángulo de Bernal y sobre la solidaridad y unión entre las luchas de los trabajadores y de sus barrios:

Los que estamos acá adentro tratamos de hacer con los vecinos lo que se puede, si del lado de afuera no tenés un soporte, un apoyo, una base, tus gritos, tu necesidad, queda guardada en un cajón. Estos compañeros además de la lucha que llevan en cada lugar, pudieron hacer donaciones al barrio. Queremos lo mismo, que las fábricas cerradas se abran, que los recursos lleguen a donde tienen que llegar. Más gente seamos, mejor... y otros tamibén otros que se sumen y digan “vos querés pelear por esto, no estás sólo, nosotros estamos".

Se trata de juntar fuerzas hoy, de organizar grandes plenarios e instancias de debate para unir a los distintos sectores del pueblo trabajador y pobre que hoy salen a luchar. Y pelear por un programa de salida a la crisis, a favor de las grandes mayorías populares.

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Si querés contactarte o denunciar a través de La Izquierda Diario
contacto: 15-2-291-7767

Algunos fragmentos de la entrevista con Lorena