Este caso de chapulineo, si bien no es poco común, es de notar principalmente por dos razones: la polémica estrategia política de Sandra Cuevas y la reaparición de Alejandra Barrales después de casi 5 años de estar alejada de la vida política.
Miércoles 21 de febrero
Tres personas se inclinan en una silla y sacan unos tenis naranja fosforescente de una bolsa, se despojan de su calzado para ponerse uno de los sellos distintivos del partido Movimiento Ciudadano (MC). Los tres nuevos integrantes: Sandra Cuevas (Va por México), Alejandra Barrales (PRD) y Gibran Ramírez (MORENA) buscarán dos senadurías y una diputación respectivamente.
Con batucada y porra se confirmó el “salto” a MC de estos personajes polémicos provenientes de otras fuerzas políticas.
Este caso de chapulineo, si bien no es poco común, es de notar principalmente por dos razones: la polémica estrategia política de Sandra Cuevas y la reaparición de Alejandra Barrales después de casi 5 años de estar alejada de la vida política, después de perder la jefatura de la CDMX ante Claudia Sheinbaum.
¿No que no?
Después de quitarse sus zapatos Carolina Herrera con un costo de más de doce mil pesos para colocarse unos tenis fosfo fosfo color naranja que MC ha tomado como sello distintivo, expresó sus motivos para aceptar la invitación de Dante Delgado, dirigente nacional del partido, para dicho puesto. Cuevas dijo que: “No salí, me corrieron de la alianza, una mujer de oposición, que siempre dio resultados, que siempre fue leal, honesta” y que esto sucedió pues ella denunció las malas prácticas y corrupción en su proceso interno. "Se cuidan entre amigos", añadió.
Apenas en mayo del año pasado, Cuevas tuvo un encontronazo con Jorge Álvarez Máynez, actual candidato de MC para la presidencia, quien en ese entonces era coordinador de la bancada en la Cámara de Diputados y encabezó una pinta en una barda que decía “Con el PRI ni a la esquina”. El mural fue borrado al siguiente día por Cuevas, quien denunció en redes sociales “la provocación” de MC y los acusó de traicionar a la patria.
Hoy parecen quedar atrás estos problemas. La alcaldesa ya había anticipado con su gente si les agradaría que MC les hiciera una oferta, por lo que realmente no sorprende la adhesión de Cuevas y con sus declaraciones a diestra y siniestra en las que vitupera a todos los políticos posibles, tampoco tenía muchas opciones.
MC se ha presentado como un partido que quiere alejarse de la vieja política mexicana, critica al resto de los partidos y sus políticas y se jacta de no realizar coaliciones, pero no parece tener problema en aceptar a los políticos que saltan de partido en partido. Si bien al principio el partido se mostró como una opción para aquellos que no les convencía Morena ni el PRI, el PAN o el PRD, actualmente MC presenta bastantes debilidades, reforzadas por la imposibilidad de mantener a Samuel García, su principal referente, como candidato presidencial. La suma de estos personajes políticos es un intento de recuperar fuerzas y presencia dentro de la Cámara de Senadores donde en la actualidad cuenta con 12 representantes.
Sandra Cuevas, durante su periodo como alcaldeza de la Cuauhtémoc en la CDMX, se hizo conocida a nivel nacional por la prohibición en la delegación de los rótulos en los puestos de comida callejera atacando una forma de arte tradicional en la ciudad que otorgaba identidad visual a las calles y las llenaba de color. En la misma línea represiva e intenciones de control, Cuevas también trascendió por su famoso operativo diamante en el que salía a patrullar las calles para, en sus palabras, “limpiar” las calles de pequeñas terrazas puestas por fondas o restaurantes para incrementar su capacidad y tener un poco más de clientes para sustentar sus necesidades así como de puestos callejeros, trabajadoras sexuales y demás sectores que tengan el estigma de "afear” el espacio público.
Además de Cuevas, la integración de Barrales representa una apuesta fuerte. A pesar de su derrota en 2018 frente a Sheinbaum, la ex líder perredista es un referente político de la escena mexicana y sorprendió que se uniera precisamente al MC a su vuelta a la vida política. Luego de estar 5 años lejos de la política, vuelve para competir junto a Sandra Cuevas por un escaño para MC en la cámara de senadores.
Lo anterior después de que en 2017, mientras era dirigente nacional del PRD, tuviera que admitir que una mansión en Miami obtenida con corrupción era suya.
Sumando a esto durante su campaña en el 2018, Barrales, en concordancia con la propuesta, compartida en realidad por todos los candidatos, de dignificar y darles más formación a los policías salió a defender al entonces jefe de gobierno Miguel Ángel Mancera por las acusaciones de responsabilidad entorno a la desaparición forzada del joven estudiante de prepa 8, Marco Antonio Sánchez Flores, que fue detenido y golpeado por agentes de la policía de la Ciudad de México el 23 de enero del año 2018.
Dicho sea de paso que la desaparición de Marco nos muestra que el único trabajo que tiene la policía es la de reprimir y cuidar la propiedad privada de los grandes propietarios. Todo lo anterior nos muestra que, al igual que Sandra Cuevas, Alejandra Barrales lejos de significar esa nueva política que dice representar MC es más de lo mismo es decir una política que solo está ahí para interés de los que más tienen.
Por otro lado, apostaron también por un referente de MORENA al unir a Gibrán Ramírez, quien fuese uno de los impulsores de la creación del partido de la 4T y posteriormente un detractor de la misma. El doctor en ciencias políticas por la UNAM se forjó una carrera como académico y periodista sin contender por un puesto público pero siempre fue cercano a la política como militante del partido guinda, en particular a Ricardo Monreal. En el año 2020 intentó contender por la dirigencia nacional del MORENA perdiendo ante Mario Delgado y desde entonces empezó su distanciamiento con el partido con fuertes críticas al proceso interno tildandolo de antidemocrático. Críticas que llegaron incluso al grado de decir en el 2021 que “MORENA era el partido más autoritario de México” y que poco a poco fueron convirtiéndose en críticas que también iban hacia el presidente hasta decir, en enero de 2023, que el gobierno de AMLO era “un fracaso total”, marcando una ruptura total con el partido que ayudó a fundar.
En la ceremonia donde también se colocó los tenis fosfo fosfo esté mencionó que está: “muy contento de estar en un espacio auténticamente socialdemócrata. Podrán cuestionar cualquier cosa, pero nadie podría decir que no ha habido consistencia en hacer avanzar la agenda del trabajo y la agenda de los derechos” y agregó que se siente “muy orgulloso de estar aquí porque representa auténticamente a la nueva política”.
No por mucho tiempo
Con los escándalos en su haber que la hicieron llegar a la prensa nacional por las ideas reaccionarias que expresaban, Cuevas, el día 15 del mes pasado, presentó un nuevo proyecto político para buscar la presidencia en las elecciones del 2030 con el nombre de: "Organización por la Familia y la Seguridad de México”. En la presentación de este dejó claro que su programa era totalmente de derecha y un paso más allá de las políticas ya expuestas más arriba. Aunque ahora está con MC ya expuso que su intención no es abandonar la construcción de este nuevo partido con intención de que este la lleve a la presidencia.
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Su unión al MC representa solamente una manera de mantenerse en la vida política en lo que su propio proyecto funciona y también una manera de permanecer ligada a las funciones públicas en caso de que fracase su organización. A pesar de sus acciones y su heterodoxa manera de hacer política, Cuevas no ha tenido el respaldo de un gran sector de la CDMX. Por el contrario, ha sido duramente criticada por la limpieza social, impunidad y prepotencia que muestra en su agenda.
Los tres nuevos integrantes de MC tienen algo en común (además de querer seguir viviendo del erario público): se reivindican de izquierda desde sus antiguos partidos. Gibrán de MORENA, Barrales del PRD y Cuevas, si bien fue impulsada por la coalición de oposición, estaba afiliada al PRD. Pero, ¿realmente representan a la izquierda?
La realidad es que MC dista mucho de ser un partido siquiera “socialdemócrata”, como menciona Gibrán, y mucho menos es un proyecto político que represente un cambio con respecto a los partidos que han estado en el poder, cuestión que se observa claramente con la integración de Cuevas y Barrales al proyecto .
Ni el PRD, ni Morena, o alguno de los otros partidos que actualmente están en la escena política mexicana, representan una alternativa política de izquierda, aunque entre éstos mismos haya diferencias, a veces muy profundas y no podamos meterlos al mismo saco. Más allá de algunas iniciativas, gestos o medidas progresivas que hayan presentado o que llevan adelante, en todos los casos su prioridad son los intereses de los grandes empresarios y los compromisos de subordinación al imperialismo, lo que le pone grandes límites a sus políticas sociales, mientras que impulsan o apoyan planes contrarios a los intereses de la mayoría de la población.
La política que necesitamos las y los trabajadores y el conjunto de los oprimidos no vendrá de los partidos patronales o de personajes que únicamente cambian y cambian de partido para satisfacer sus individualistas intereses. Mediante nuestra lucha y la organización de lo más avanzado del movimiento de mujeres, los trabajadores y la juventud, necesitamos poner en pie un partido socialista y revolucionario que realmente represente nuestros intereses.
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