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Red Internacional
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TRABAJO LOW COST. La plantilla de Ryanair en pie de guerra: se suma personal de tierra a la huelga de pilotos

El personal de tierra de Ryanair en el Estado español, cansado se los abusos y la cada vez mayor precarización de sus contratos, convoca huelga para el próximo 30 de diciembre, sumándose a las huelgas de pilotos convocadas en distintos países.

Viernes 15 de diciembre de 2017

Foto: EFE/ Aidan Crawley

Conflicto en tierra...

Los sindicatos UGT, CCOO, USO y CGT, en representación de alrededor de 1.000 trabajadores de la empresa Lesma –la concesionaria que presta los servicios de tierra a la Ryanair– han presentado esta semana el aviso de paro para el próximo día 30 tras una demanda de conciliación previa.

Las y los trabajadores de la empresa concesionaria han presentado un plan de lucha que comienza por la huelga del próximo día 30 exigiendo que se satisfagan sus reivindicaciones.

En la demanda de conciliación, los trabajadores presentaron doce exigencias, entre las que destacan la revisión salarial retroactiva del 3% para los años 2016 y 2017 -como lo estipula el convenio regulador-, no superar los 214 días al año en el total de sus jornadas laborales y otras como que se regule la remuneración de las horas extraordinarias, para las que piden un precio que supere en cinco euros la ordinaria.

Del mismo modo piden una mejor programación de las jornadas de trabajo y la regulación de los contratos temporales y los fijos discontinuos. Además, exigen que la aerolínea y su concesionaria cumplan con lo que estipula el III Convenio Colectivo General de Asistencia en Tierra a Pasajeros y Aeronaves.

Y en aire....

La huelga del personal de tierra en el Estado español se suma a otras convocatorias. Hace tan solo unos días, pilotos de la compañía en Irlanda, Italia, Alemania y Portugal anunciaron una huelga para el próximo 20 de diciembre en protesta por la negativa de la empresa a negociar con sus representantes sindicales. En el caso español, el conflicto llega por la negativa de la compañía a reconocer la recién conformada sección sindical de Sepla, el sindicato que agrupa a los profesionales de Iberia, Air Europa, EasyJet.

Los pilotos, a diferencia del resto de plantilla, son los únicos contratados directamente por la compañía y hacia estos la empresa ha mantenido una actitud de boicot constante ante cualquier intento de organización sindical. El consejero delegado de la aerolínea, Michael O’Leary, se venía jactando públicamente de que Ryanair queda libre de sindicatos. Sin embargo, esta situación comienza a revertirse. Ya en algunos países los pilotos han comenzado a afiliarse masivamente a sindicatos y a crear sus propias secciones, pero la batalla aún no está ganada.

El pasado mes de noviembre los pilotos españoles de la compañía, que se afiliaron meses antes masivamente al Sepla, configuraron su propia sección sindical. En este caso para tratar de negociar el I Convenio Colectivo de Pilotos con la propia compañía. Sin embargo, O’Lery no les reconoce como interlocutor negándose a ningún tipo de negociación. En Italia también los tripulantes constituyeron su central (FCIL), que también se suma a la huelga, después de que en 2006 la compañía despidiera en bloque a todo aquellos que trataron de constituir una sección.

La pelea por la sindicalización de los trabajadores de la low cost no es menor. Desde que se formó, la compañía ha tratado de boicotear cualquier intento de organización de los trabajadores.

El modelo de low cost laboral

Como vemos la compañía Ryanair es un claro ejemplo de segmentación laboral. A los pocos contratados directamente por la aerolínea (pilotos) se suman el resto de los trabajadores que a su vez son contratados por distintas concesionarias y en muchos casos a través de empresas de trabajo temporal. Los conflictos abiertos expresan distintas problemáticas y reivindicaciones, pero tienen un mismo origen: un modelo low cost basado en la reducción de coste de personal y en la precarización de sus trabajadores. Todo un “modelo de negocio” basado en la máxima competitividad de los costes operativos, que comprenden centralmente los costes de personal.

Los trabajadores de la aerolínea vienen denunciando desde hace tiempo las condiciones a las que se ven sometidos y la fuga masiva de pilotos que se dio hace unos meses fue una clara expresión de esto.

Esta situación ha hecho que, tras años de ataques, los trabajadores directos e indirectos de la aerolínea irlandesa hoy estén en pie de guerra. En este mes de diciembre ya hay convocadas las cuatro huelgas de tripulantes en Europa antes mencionadas, a las que se suma la huelga del personal de tierra del Estado español para el día 30 ante lo que aparece la necesidad de unificar reivindicaciones.

En el caso de los pilotos, la alineación de algunas de sus plantillas (Italia, España, Portugal e Irlanda) en la misma dirección, pone en entredicho la continuidad del “modelo de negocio” de la aerolínea, basado en el ajuste de costes, la segmentación y la persecución sindical. Del mismo modo la convocatoria de los trabajadores de tierra en el Estado español pone sobre la mesa un conflicto más general y la necesidad de unificar las filas del conjunto de las trabajadoras y trabajadores de la compañía.

La importancia del conflicto en Ryanair radica en que la aerolínea ha sido una de las naves insignias de la precariedad laboral en el transporte aéreo de personas. Es una lucha por la mejora de las condiciones laborales y salariales, contra la precariedad y abusos a los que son sometidos a diario millones de trabajadores. Pero también por poner en pie una organización independiente de los trabajadores que permita que nuestra clase pueda pasar de la defensiva a la ofensiva en defensa de sus reivindicaciones.