La empresa militariza la planta con ayuda del ministro de Seguridad de la provincia Alejandro Granados.
Domingo 2 de noviembre de 2014 22:39
Foto: móvil con guardia de infantería dentro de la planta.
El conflicto en la planta II de Cresta Roja ya cumplió mas de dos meses, con amenazas de cierre, aprietes y chantajes de parte del grupo Rasic que como hemos rebelado mediante Izquierda Diario inventó frente a los medios una supuesta crisis económica; la empresa ha tomado nuevas medidas para generar miedo entre los trabajadores ahora con la presencia de una guardia de infantería de la policía bonaerense dentro de la planta II, una medida ilegal que no tiene amparo de lo acordado en las sesiones del ministerio de trabajo. El grupo Rasic aprovecha su alianza con el actual ministro de Seguridad de la provincia Alejandro Granados, que le da su impronta represiva como Sheriff del conurbano. Un trabajador denuncian esta situación en ID.
Un trabajador dijo a Izquierda Diario "Quieren hacer de la fabrica una cárcel, no les bastó con la instalación de cámaras de seguridad en todos los sectores para aumentar el control sobre todo lo que hacemos sino que ahora tenemos a la policia dentro de la planta y usando nuestro comedor. Quieren generar miedo para que nos callemos mientras la empresa sigue amenazando con despedir a los que están por ART, acelerar los ritmos, no pagarnos las horas extras, y quitarnos premios. La empresa tiene un arreglo mafioso con Granados (ex intendente de Ezeiza y ahora ministro de seguridad de la provincia, NdR) y ya lo habia demostrado el año pasado cuando por reclamos de aumento en el marco de las paritarias nos movilizamos a buscar apoyo de nuestros compañeros en planta 1 pero fuimos interceptados violentamente por barra bravas armados de Tristan Suarez, este club es auspiciado por Cresta Roja y su presidente es Gaston Granados, el hijo del ministro".
Este ataque transcurre en consonancia con el viraje que ha dado el Kichnerismo reforzando su alianza con Scioli y el ministro Granados los cuales tratan una agenda de mano dura con la cual se intenta dar mas poder a las fuerzas represivas. Se estigmatiza a los inmigrantes y a los pobres como causantes del delito con la reforma del código civil, se reprime a la protesta social como en Lear, y salen a la luz casos de gatillo fácil como la aparición del cuerpo de Luciano Arruga o el joven albañil Franco Casco, ambos implicados con el accionar de la policía. Es realmente preocupante la presencia policial en una fabrica donde la empresa dio claras muestras de darse el objetivo de acabar con los reclamos de sus trabajadores y los barones del conurbano del PJ buscan mayor control territorial con los métodos de Granados.