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Red Internacional
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Ensenada. La precariedad mata: cinco niños y dos mujeres murieron al quemarse su casilla en Punta Lara

Una familia murió al quedar atrapada entre el humo y el fuego en la madrugada del domingo. Dos mujeres de 24 y 26 años, dos mellizos de 1 año, un bebé de 2 años y dos niños de 7 y 9 fallecieron víctimas de un crimen social totalmente evitable.

Domingo 6 de junio de 2021 19:44

Foto: Télam

Cinco dotaciones de bomberos llegaron al lugar tras ser alertados por los vecinos y apagaron el fuego aunque no pudieron evitar los fallecimientos. El fuego se habría ocasionado por un desperfecto en una estufa. Según el testimonio de vecinos, tenían que cambiar una parte de la instalación eléctrica, pero la familia no contaba con el dinero para hacerlo.

Millones sin una casa para vivir

Hace pocas semanas, Ensenada fue el distrito elegido por los popes del Frente de Todos para lanzar el Programa Reconstruir, destinado a finalizar 55.000 viviendas con una inversión estimada de 110 mil millones de pesos. Con bombos y platillos lanzaron este plan para terminar la construcción de una serie de viviendas que quedaron sin terminar nada más y nada menos que hace cinco años. Sin embargo, estas políticas siguen sin dar respuesta a millones de personas que no tienen donde vivir o que viven en condiciones precarias.

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Mientras tanto, con el comienzo de los primeros fríos vemos cómo las casas de las barriadas populares se caen a pedazos, con instalaciones de luz y gas precarias que convierten las viviendas, muchas de ellas de madera, en verdaderas casas cromañón. El año pasado, la desidia se llevó la vida de Brian y Elena que murieron en un incendio a causa de una mala instalación eléctrica en su casa de Punta Lara. Y en la tarde del domingo 6, trascendió un nuevo incendio en una casa humilde del barrio Mosconi, también en Ensenada donde murió una mujer a causa del humo que respiró. En el mismo barrio Mosconi, se encuentra la planta de YPF donde se produce energía para el 52% del país, cobrada en precio dólar.

Según estimaciones del Ente Nacional Regulador del Gas (ENARGAS), aproximadamente 3 millones de hogares -alrededor de 9 millones de argentinos y argentinas- cayeron en la Pobreza Energética entre los años 2016 y 2019. Al trazar la comparación con 2015, el incremento fue del 220%, lo que representa que desde entonces 2.939.000 hogares más entraron en esas condiciones.
Por eso, decimos que estos hechos no son accidentes, son crímenes sociales totalmente evitables porque devienen de las falta de políticas por parte de los gobiernos.

Además, si vemos el Censo Nacional de 2010, el déficit habitacional alcanza 3,5 millones de viviendas: comprende a 1,3 millones de viviendas faltantes y 2,2 millones de viviendas que no proveen a quien la habita las condiciones mínimas para mantener un nivel de vida digno.

El programa Reconstruir, así como otros créditos anunciados por el Gobierno como el Casa Propia no son suficientes para cubrir el déficit habitacional y están lejos de garantizar el derecho a la vivienda de la población.

En los últimos meses, y particularmente en el marco de la pandemia, los niveles de pobreza y empeoramiento de las condiciones de vida de millones ha dado un salto exponencial, agravando la situación en la que están sumergidas miles de familias que viven en los asentamientos informales. Mientras tanto, los funcionarios políticos y legisladores decidieron aumentar sus ingresos un 40% y discuten un nuevo aumento de tarifas energéticas. Ellos pasan los meses más fríos en casas cómodamente calefaccionadas, mientras el pueblo trabajador sufre muertes evitables.

Mientras las grandes patronales se la siguen llevando en pala, la vida de los “nadies” como Thiago de dos años , Eneas de siete, Sandro de nueve, Camila Cáceres de veinticuatro ; Ramón y Elena, mellizos de un año, y su madre Evelin Cáceres de veintiséis se las lleva la miseria y las cenizas de la desigualdad.