Ideas de izquierda

Armas de la critica

SUPLEMENTO

La prensa partidaria: experiencias de una militancia bajo la dictadura

Lourdes Oliverio

Historia

La prensa partidaria: experiencias de una militancia bajo la dictadura

Lourdes Oliverio

Ideas de Izquierda

A 47 años de la última dictadura militar, nos encontramos con Titin Moreira para charlar de un tema particular: La prensa de la izquierda, del Partido Socialista de los Trabajadores, durante el golpe de estado del 76.

29 de mayo de 1969: Contexto

La clase obrera cordobesa junto a los estudiantes protagonizan una huelga que más adelante hará caer la dictadura de Onganía. Desde ese momento, se iniciará en Argentina un período de ascenso de la clase obrera.

Te puede interesar: Los 70 en Argentina: ¿Cómo se inició la insurgencia?

Las clases dominantes intentan buscar una salida para contener a la clase obrera. En el 73 se reabre el proceso electoral y el peronismo participa y gana las elecciones en un frente llamado Frente Justicialista de Liberación (FREJULI) que es encabezado por Héctor Cámpora. El objetivo del peronismo se transforma en lograr un “pacto social”. La conflictividad no cesa, Cámpora se ve obligado a renunciar y asume Juan Domingo Perón que sigue con la misma tarea. Tras su muerte, en el 74, María Estela Martínez de Perón se convierte en presidenta y tiempo después impone el estado de sitio en todo el país. Crece el activismo antiburocrático y combativo en las fábricas, mientras crece también la persecución política.

El 4 de septiembre del 75 en La Plata, una banda perteneciente a la Triple A —organización paraestatal naciente durante el gobierno de Perón— secuestra y asesina a 8 militantes del Partido Socialista de los Trabajadores (PST) —partido que venía ganando peso en las fábricas metalúrgicas de la zona norte de Buenos Aires—. Desde ese momento, el partido pasa a la semiclandestinidad.

16 de marzo de 2023: Encuentro con Titín

Es uno de los días más calurosos del año. Titín Moreira, actual dirigente del PTS y militante del PST durante la dictadura, entra en la sala de una casona del barrio Congreso donde actualmente se encuentra el CEIP (Centro de Estudios, Investigaciones y Publicaciones León Trotsky).

"El periódico que sacamos el 20 de marzo del 76, lo sacamos cuatro días antes del golpe. Con 16 páginas, una sola frase habla del golpe. Es increíble. Quería traértelo porque lo tengo en casa. Igual acá en el CEIP está". Comenta Titín apenas llega.

Se están por cumplir 47 años de la última dictadura militar. Nos encontramos para charlar de un tema particular: La prensa de la izquierda, particularmente la del PST durante el golpe de estado del 76. La historia de los periódicos de la izquierda se remonta a la Rusia zarista. Vladimir Lenin fue parte de poner en pie una serie de periódicos que lograron colaborar con la construcción de un partido revolucionario, que en 1917 tomaría el poder. Hay una relación estrecha entre la caracterización de la situación y por ende los objetivos que se propone un partido con la utilización de su prensa.

En el caso ruso, había una necesidad de unificar a los grupos que estaban desperdigados por Rusia y formar una organización con cuadros que intervengan en los diferentes procesos huelguísticos que venían en aumento para formar una vanguardia que sea capaz de elevar las expectativas de las y los trabajadores para que su lucha no se reduzca a las demandas mínimas (como puede ser el salario), sino que vean que su pelea es contra el régimen de conjunto. El periódico además recibía denuncias, contaba con muchos colaboradores en toda la Rusia zarista e influenciaba a cientos de trabajadores. Cómo dijo Lenin: "el periódico no es sólo un propagandista y un agitador colectivo, sino también un organizador colectivo". [1]

A la hora de pensar el rol del periódico del PST, no se puede separar de su caracterización sobre la época y sus objetivos.

Marzo 1976: El silencio no es salud

Sobre la 9 de julio, una de las calles más extensas ubicada en la ciudad porteña se observa un cartel gigante: “El silencio es salud”. El mensaje es claro, no tiene que ver con la polución sonora y las bocinas de los autos.

La Junta de Comandantes en Jefe de las Fuerzas Armadas resuelve en su comunicado número 19: “que sea reprimido con la pena de reclusión por tiempo indeterminado el que por cualquier medio difundiere, divulgare o propagare comunicados o imágenes provenientes o atribuidas a asociaciones ilícitas o personas o grupos notoriamente dedicados a actividades subversivas o al terrorismo. Será reprimido con reclusión de hasta diez años, el que por cualquier medio difundiere, divulgare o propagare noticias, comunicados o imágenes, con el propósito de perturbar, perjudicar o desprestigiar las actividades de las Fuerzas Armadas, de Seguridad o Policiales”. [2]

También hay una censura masiva a expresiones culturales como libros, músicos: El objetivo de las clases dominantes está claro, no lo lograron por la vía de la contención, entonces necesitan eliminar a los trabajadores y jóvenes que vienen protagonizando huelgas y acciones que hacen peligrar el poder de los capitalistas.

El 3 de Marzo, a 21 días de que se concrete el golpe de estado, la dirección del PST publica un boletín interno donde afirma que: “La burguesía tiene terror a la posibilidad de un golpe de estado al igual que los militares ya que los tres pinochetazos anteriores han fracasado estruendosamente, llevando a un nuevo ascenso del movimiento obrero y de masas como una colosal crisis de la burguesía. Esos tres pinochetazos han sido: el golpe gorila, el golpe contra Frondizi y Onganía”. [3] Un error en la caracterización llevará a un error en la política.

20 de marzo de 1976: ¿Por qué venía el golpe?

Faltan 4 días para el golpe de estado, el titular del periódico Avanzada Socialista, [4] es: “Estamos quebrando a Mondelli, pero la crisis sigue….”

Te puede interesar: Los días previos al golpe: la “salida” que apoyó todo el régimen

La portada hace referencia al plan del ministro de economía Emilio Mondelli, quien tras el fracaso de Celestino Rodrigo, intenta completar el ajuste que este no pudo llevar adelante. El plan implica congelar los salarios además de un aumento de las tarifas de los servicios esenciales.

–El enemigo principal para el PST era el gobierno de Isabel y no el golpe. ¿Por qué venía el golpe? Porque en febrero, ya la derecha, la sociedad rural y los empresarios habían hecho un lock out, porque ya no les servía el gobierno de Isabel, ya no podían disciplinar al movimiento obrero y el plan de ajuste que habían intentado en Julio con Rodrigo fue DERROTADO. La clase obrera hizo una huelga GENERAL contra un gobierno peronista, un gobierno que consideraba propio. Fue derrotado el plan económico y el político, renuncian Rodrigo y el brujo Lopez Rega. Isabel pide licencia y asume Italo Luder, firma los decretos de ANIQUILAMIENTO de la subversión. Hago referencia a él porque en la película 1985 sale declarando en el juicio a la junta y dice que: “de ninguna manera aniquilamiento significaba liquidación física y todo lo demás” ¡Mentira! El aniquilamiento tiene una sola forma de expresarse. Con el retorno de Isabel intentaron un segundo plan que fue Mondelli, en febrero del 76. El momento que aplicaron ese plan también tuvo respuesta obrera y de la derecha con desabastecimiento y solicitadas en los diarios pidiendo orden abiertamente. El radical Ricardo Balbín dijo: “Soluciones hay, yo no las tengo”. Antes había dicho que había que liquidar a la guerrilla fabril, o sea estaba clarísimo que venía el golpe. El PST no caracterizó que venía el golpe de estado, hay que ser categórico. El 20 de marzo sacamos un periódico legal, el último, con 16 páginas, una sola frase habla del golpe. Como llegaba algunos días después, cuando llegó a Rosario no lo podíamos repartir, porque ya estábamos en el golpe. Nosotros caracterizamos que era, para ponerlo más sencillo, un golpe parecido al de Onganía. O sea, reaccionario, con persecución a la izquierda pero no el que iba a tener decenas de miles de desaparecidos, de presos, asesinados. No la profundización y la continuidad de lo que había sido la Triple A con mil quinientos asesinados - afirma Titin.

Esta caracterización lleva al PST a publicar dos periódicos semilegales que intenta vender en kioskos: el primero es Cambio, que se publica la primera quincena de mayo del 76. Luego La Yesca (la chispa), que se imprime desde el 15 de mayo del 76 hasta el 15 de julio del mismo año. Ya en el 77, comienza a distribuirse Opción.

Mayo de 1976: “¿Para qué sirve La Yesca?”

Las discusiones dentro del PST no tardan en aparecer. La minuta que envía un militante llamada ¿Para qué sirve Yesca? es sintomática: “ La Yesca no sirve como organizador colectivo del partido y de su periferia, no educa en la propaganda de la necesidad de la movilización, de la construcción del P.O.R. [5], en la lucha a muerte contra la dictadura militar y la burguesía. Es que no le podemos pedir eso a una publicación legal en una etapa que no es la de Lanuse, ni la de Cámpora”. Se trata de un debate sobre las diferencias que se presentan, para la política, en la legalidad y en la dictadura.

–¿La Yesca cumplía un rol de organizador colectivo?

–No estaba la política revolucionaria. ¿Para qué servía? Para algunas ideas, muy democráticas, generales, amplias. No tenía sentido. La Yesca, Cambio no duraron nada, porque estaba equivocada la caracterización. Después cuando fue ilegalizado dijimos: “Ah mira, no era tan parecido a Onganía, era mucho más parecido a Pinochet”.

–¿El periódico lo leían solo los militantes o también los simpatizantes?

–Repartíamos periódicos. Bastantes. Claro. La militancia seguía teniendo circulares internas, minutas [6]. La forma de hacerlas llegar era también de manera clandestina. Estamos hablando de una cantidad importante de periódicos. Cuando vos estabas tapado la forma de tener confianza para ver si daba pasarle el periódico era conocer la casa. Tenías que medir los gestos de la otra persona.

–¿Qué rol tuvo Opción?

–En medio del golpe muchos dejaron de militar al poco tiempo por el terror, el miedo, la persecución. El periódico nos sirvió para mantener una cierta cohesión con los más allegados. No como organizador colectivo. Era un período de plena resistencia, sin posibilidad de pasar a la ofensiva.

1977: “El miedo y el coraje se contagian”

Durante la dictadura Titín es conocido como Alberto, quienes escriben en el diario también tenían sus seudónimos.

–No sabíamos ni dónde trabajaba, ni donde vivían los otros militantes de la célula partidaria [7]. Intentábamos hacer las reuniones en casa de gente amiga, simpatizante del partido. Y en general el que conocía el lugar te llevaba dando vueltas, y vos caminabas mirando para abajo para no reconocer el lugar. Ese funcionamiento es el que permite que si cae un compañero, una compañera y les sacaban información por varias vías (porque puede tener un papel escrito que tratábamos de evitar tener) no caigamos todos. No llevar libretas, la libreta tiene todo el historial. Como dijo el Turco, compañero del PST y luego militante del PTS, en una entrevista que le hicieron un tiempito antes de que falleciera: El miedo y el coraje se contagian. La militancia te ayudaba a superar eso. Uno ya se acostumbraba a vivir así.

Te puede interesar: Jorge “Turco” Sobrado: "Prepararse para jugarse la vida significa conspirar, siempre"

Opción llega a una empresa transportista a las afueras de Rosario, en un barrio de casas bajas que permite inspeccionar la zona antes de entrar. Si hay algo raro el militante encargado de retirar la prensa tira algún verso y se va con las manos vacías. Titin maneja una moto que va un par de cuadras delante y avisa sobre posibles retenes policiales, mientras que el auto que lo sigue lleva los periódicos impresos en papel biblia. El primer destino es la panadería del padre de uno de los militantes. Ninguno de los que en ese negocio caluroso se encarga de dividir los periódicos y meterlos en paquetes de arroz, polenta y jabón en polvo saben donde se imprimen. El PST tuvo que poner en pie dos imprentas clandestinas.

–¿Tenían oportunidad de leer algún otro periódico de izquierda?

–La izquierda no sacaba periódicos o lo hacían muy esporádicamente. El 24 de marzo los militares dan el golpe. La excusa era la guerrilla y la guerrilla estaba muy debilitada y golpeada desde el punto de vista militar y político. Previo al golpe, era una cosa increíble, que la izquierda marxista, el ERP, los chinos (PCR), el PC o los trotskistas (PST, Política Obrera), ninguno veía que en Argentina se venía un golpe igual que el que había pasado en Bolivia, en Chile, en Uruguay, el que estaba hace años en Paraguay o Brasil. Era una cosa insólita, no ver que en el Conosur, en América latina, Argentina era el último lugar. Muchos porque decían que el que cumplía ese rol reaccionario, contrarrevolucionario era el gobierno peronista y la triple A. Te estoy simplificando mucho, pero para decirte que era una ceguera nacionalista donde la peor parte, desde el punto de vista del balance histórico se la llevan las corrientes que hablaban en nombre del trotskismo, pese a que tenían trabajo internacional.

1977: La distribución

El reloj de la iglesia marca las cuatro de la tarde. No existen ni los celulares, ni las computadoras y el calibre de cada uno de los relojes puede ser diferente. Dos militantes del PST usan aquel reloj del barrio como referencia y comienzan a caminar, enfrentados y a 6 cuadras de distancia el uno del otro. En el medio del camino se cruzan, como si fuera un encuentro casual entre vecinos, uno de ellos, le pasa la bolsa con varios paquetes de productos envasados al otro, charlan unos segundos y luego siguen cada uno su camino.

–¿Cómo sabían los militantes qué día se repartía el periódico?

–Cuando llegaba el periódico, nosotros ya teníamos un mecanismo organizado. El comité central del partido le avisaba a los dirigentes regionales y estos a cada célula. Y ya lo institucionalizábamos, siempre a tal hora. A una célula era siempre a las 16, a otra a las 18h en otra calle. No era tan complicado. Esa era la forma de distribuirlo. Después en cada célula se repartían los paquetes de cada producto y cada militante los camuflaba en un paquete de cigarrillos vacío, para pasárselo a su compañero de trabajo o estudio. El objetivo era seguir agitando y organizando. También teníamos folletos de propaganda o de aspectos políticos internos. Esos se imprimían camuflados en cuadernillos con tapa, dónde las primeras páginas contenían alguna cuestión literaria o de historia y adentro estaba el escrito clandestino. Porque era común que en una razzia o control callejero, que eran muy frecuentes, te sacaran lo que llevabas y leyeran de que se trataba. Desde 1981 creció mucho la venta del periódico en fábricas y establecimientos, seguía la clandestinidad pero la recepción era mucha.

1978: El contenido

“SALARIOS ¿Cómo se puede vivir así?”, “Unidad para defender el salario y los sindicatos”, “Los trabajadores por el salario”, son algunos de los títulos de las notas que más espacio en el periódico ocupan. El periódico se centra en los problemas sindicales y casi no habla en contra de los militares.

–¿Cada cuánto salía el periódico?¿Cómo lo financiaban?

–No me acuerdo bien. Una vez por mes. Lo vendíamos, siempre se vendió.

–Vi que en Opción hablaban muy poco de la juventud ¿Tenía trabajo en el movimiento estudiantil el PST?

–Nosotros teníamos un periódico que se llamaba La Chispa, previo al golpe, en el 75. Era una revista que salía una vez por mes y era bastante difundida dentro del estudiantado. Tuvo mucho éxito en la universidad, también en las secundarias. Hubo revistas de diversos temas, mujer, cultura, etc. Y desde 1980 actuamos más audazmente en conflictos sacando volantes que por ejemplo en Bancarios repartíamos dentro de las sucursales, o incluso con el compañero Albertito (ya fallecido) fuimos a volantear a la puerta de la Ford en un paro general en 1981 que convocó la CGT de Ubaldini, obviamente que tomamos muchos recaudos y se trató de revolear los panfletos en la entrada, que muchos trabajadores recogían.

16 de marzo de 2023: “La historia nos juzgará por lo que supimos hacer”

Es contrafáctico pensar que el PST podría haber tenido una caracterización correcta previo al golpe e intentar organizar a la clase obrera para enfrentarlo. De lo que se trata no es de analizar la prensa y la política del PST por un mero interés histórico, sino por un interés estratégico. Sacar lecciones del pasado, para no repetir los mismos errores en el presente.

–¿Qué deberían aprender las nuevas generaciones de la tuya?

–Muchos de esos jóvenes agarraron las armas, jugándosela, arriesgando y perdiendo la vida por cambiar el mundo. Muchos se proletarizaron, o sea eran estudiantes de clase media que iban a las fábricas para ligarse a los trabajadores. Dejaban la perspectiva de hacer una carrera o desarrollarse profesionalmente para cambiar el mundo. Era gente que no quería tener una beca, un premio o que los padres le compren una casita o un auto. Era gente que abandonaba todo. La mayoría en pos de lo que consideraban su espíritu revolucionario. Por eso se la idealiza mucho a la juventud que fue militante en esa etapa. Se banco muchísimas, la tortura, años de cárcel, persecución, exilio, etc. Eso es lo que tuvo de heroico. Pero se la idealiza en todo los otros terrenos y entonces hay que ser más equilibrado en el balance. Hay que recordarlos, homenajearlos y pelear por justicia por ellos y contra los genocidas que no son solo militares, eso hay que resaltarlo, también los civiles como Blaquier, que acaba de fallecer totalmente impune. Todavía tenemos muchos genocidas no sólo capitalistas que apoyaron el golpe, sino militares que actuaron en forma directa que están libres. Y no hablemos de la cúpula eclesiástica. Me parece que la juventud actual lo que tiene que hacer es sacar lecciones del pasado, para sacar lo mejor, para tratar de emular en un sentido a aquella juventud, pero emular las cosas buenas y no los errores. Superar los errores y los errores son fundamentalmente de estrategia. Que la revolución la hacen las masas insurrectas y que la formación del partido revolucionario es fundamental para llevarla a buen puerto.

–¿Qué ventajas tienen las nuevas generaciones?

No sufrieron ninguna derrota, ni tiene un ejército que enfrentar como el que teníamos nosotros, que estaba armado hasta los dientes, con varios golpes encima, con peso en sectores de clase media importante desde el punto de vista del apoyo político. Los militares actualmente no tienen reconciliación con el pueblo, hoy no hay dictadura. La juventud actual tiene todo por ganar, la nuestra perdió. Tenemos la posibilidad de triunfar cuando haya un nuevo proceso, aunque sea uno que comience cómo fue la caída de De la Rúa, que no hay que menospreciar porque fue un gran levantamiento obrero y popular, donde dejamos más de 40 mártires en las calles para voltear a ese gobierno neoliberal. En el 2001 no había ninguna fuerza que pudiera capitalizar eso y las que estaban eran minoritarias como es el caso del PO o el MST y el PTS era desconocido. Pero eso cambió, hoy somos conocidos, Nicolas Del Caño, Myriam Bregman, Ale Vilca son cada día más conocidos y entonces la posibilidad de la influencia en las ideas es muchísimo mayor. Aunque todavía tenemos la tarea de construir esa fuerza social, ese partido revolucionario con mayor inserción en las fábricas y en los lugares de estudio, que se necesita para triunfar. El problema es que hay que aprovechar el tiempo, no es que tenemos el tiempo infinito. El tiempo se acelera, entonces a veces a uno le agarra un poco la ansiedad de que los jóvenes agarren rápidamente las banderas porque la biología es implacable. Que hoy en París resurjan las barricadas y las huelgas obreras junto a los estudiantes es muy alentador.


VER TODOS LOS ARTÍCULOS DE ESTA EDICIÓN
NOTAS AL PIE

[1V. I. Lenin, ¿Por dónde empezar? Mayo 1901, Iskra.

[2Comunicado N° 19 de la Junta de Comandantes en Jefe de las Fuerzas Armadas

[4Periódico del PST antes de la dictadura.

[5Nota del escritor: Partido Obrero Revolucionario.

[6Documentos internos de debate dentro del partido

[7Forma de organización de los militantes de un mismo lugar de trabajo, estudio o barrio
COMENTARIOS
CATEGORÍAS

[Dictadura]   /   [Historia argentina]   /   [24 de Marzo]   /   [PST]   /   [Prensa]   /   [Dictadura cívico-militar-eclesiástica]   /   [Golpe de Estado]

Lourdes Oliverio

Estudiante de Comunicación UBA
Estudiante UBA