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Red Internacional
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Entrevista. La rebelión colombiana en los ojos del fotógrafo Sergio Ángel

Enfoque Rojo se comunicó con el reportero gráfico Sergio Ángel para reflexionar acerca de lo que está pasando en Colombia, el rol de la prensa y el sentido de las imágenes que nos dejan estos días de rebelión popular.

Jueves 13 de mayo de 2021 21:31

Manifestantes resisten la embestida de un camión hidrante durante la represión en el primer paro nacional. Foto I Sergio Angel

El mismo día que la Dirección Nacional de Estadísticas informó que la pobreza alcanzaba al 42 % de la población colombiana, el presidente de extrema derecha Iván Duque anunció una reforma tributaria ortodoxa, que entre otras cosas, pretendía elevar el valor del IVA en productos alimenticios de primera necesidad. El principal objetivo del gobierno era bajar el déficit que en el último año se elevó al 8% del PIB, e intentar mantener la calificación crediticia ante el FMI y el capital financiero internacional. Todo esto en medio de la segunda ola de Covid-19 que golpea, principalmente, a los sectores populares con una fuerte crisis económica, política y social tras décadas de programas neoliberales y dura represión.

La respuesta no se hizo esperar y llegó de la mano de masivas movilizaciones y un paro nacional que obligó al gobierno a retirar la reforma. Sin embargo, las movilizaciones continúan y la represión por parte de la policía y el ejército pegó un salto dejando, al día de hoy, al menos 40 muertos y centenares de desaparecidos.

En este contexto, Enfoque Rojo se comunicó con el reportero gráfico Sergio Ángel para reflexionar acerca de lo que está pasando, el rol de la prensa y el sentido de las imágenes que nos dejan estos días de rebelión popular.

Mirando tu registro me encontré con esta foto que me impactó muchísimo. Es un instante cargado de tensión que muestra al pueblo enfrentándose con la policía.
Es una imagen llena de épica. Contame un poco sobre ese momento.

Miles de manifestantes se enfrentan a la policía nacional durante el primer paro nacional. Foto I Sergio Ángel

S.A: Esa foto es del 28 de abril, el día del inicio del paro nacional. Creo que de cierta manera esa foto, que rápidamente se hizo viral, tuvo un gran impacto en la población colombiana. No sólo por todo lo que está pasando en torno a la reforma tributaria, sino también como expresión de lo que viene sucediendo hace décadas con todos los gobiernos anteriores y el actual. Una absoluta desatención al pueblo colombiano.

La gente dijo basta, quiere un cambio ya. Es una imagen que muestra cómo el pueblo sigue resistiendo a pesar de la dura represión.

A veces esos momentos son muy fugaces y llegas a ellos en base a tomar buenas decisiones. Pero a veces, también tienen que ver con la suerte.
Para mí es muy importante bajar la cámara y leer la situación. Es muy común que los fotógrafos nos encerremos en tener una lectura desde el visor de la cámara pero no en sentir la situación. Sin embargo, es necesario bajar la cámara y leer con los ojos qué es lo que está pasando. Pensar desde la emoción empírica de cada une, buscar esa condición semántica de la imagen dentro de la cabeza. Eso es realmente muy importante.

Trabajadores, estudiantes e integrantes de pueblos indígenas levantan sus puños durante una manifestación. Foto I Sergio Ángel

Fue un momento muy agresivo y junto a otros colegas decidimos subirnos a un pequeño balcón. Se estaba dando una situación muy particular ya que no es común que los enfrentamientos entre les manifestantes y la policía, lleguen al punto de estar prácticamente mano a mano, incluso dándose puñetazos en las caras. Generalmente los enfrentamientos son con más distancia y tirando piedras, pero acá, hasta se ve a una persona con muletas en la primera línea… Fue un instante de muchas emociones. Creo que la foto muestra que la gente está totalmente cansada y ya no le importa que le están disparando a la cara o que le estallen granadas de aturdimiento. Fue realmente emotivo ver cómo, a pesar de la fuerte represión, la gente seguía luchando porque quiere ser libre.

Colombia viene de más de 15 días de protestas masivas y varios paros generales que lograron frenar la reforma tributaria impulsada por el gobierno de Iván Duque. A pesar de esa conquista la gente sigue en la calle. ¿Qué pensás que significa todo esto?

S.A: Hubo un hecho muy significativo que sucedió durante una entrevista por parte de la periodista Vicky Dávila de la revista Semana al Ministro de Hacienda. Estaban hablando sobre el valor de una cubeta de huevos (media docena) y el ministro no tenía idea ni del precio, ni de la cantidad de huevos que trae. Entonces dijo que él calculaba que debería costar más o menos 1800 pesos colombianos. El punto es que el valor real de la cubeta de huevos está entre los doce mil y quince mil pesos colombianos.

Mirá si impactó tanto ese comentario desubicado que hasta una marca de huevos lo utilizó como estrategia publicitaria. Durante una semana bajó el precio de la canasta hasta esos 1800 pesos. Lo que sucedió es que fue muy evidente que el propio ministro de economía no tenía ni la menor idea de algo tan elemental y básico para la alimentación de millones. Entonces pasó que esa canasta de huevos se convirtió en el nuevo símbolo del Florero de Llorente, ese pequeño contratiempo que según la historia de Colombia devino revuelta el 20 de julio de 1810 y en los primeros pasos de la independencia.

Fue la gota que rebalsó el vaso.

Indígenas del pueblo Misak derribaron la estatua de Gonzalo Jiménez de Quesada, conquistador español. Foto I Sergio Ángel
Indígenas del pueblo Misak derribaron la estatua de Gonzalo Jiménez de Quesada, conquistador español. Foto I Sergio Ángel

Creo yo que al principio nadie pensó que la gente iba a salir con tanta contundencia a defender sus derechos y a reclamar su libertad… porque parecía que todo había estallado por esa canasta de huevos. Pero luego vimos que no, que en realidad son años enteros de pérdidas, de corrupción y de violencia.

Hay que tener en cuenta que Colombia arrastra una realidad muy particular, que a veces las personas de otros países no conocen o no comprenden. Son décadas enteras de violencia con el conflicto de la guerrilla, con el narcotráfico, con los paramilitares y con el propio Estado.

Ahí comprendés que la gente no salió a protestar sólo por esa canasta de huevos o por la reforma tributaria. La gente salió a las calles por su libertad, para pelear por una vida en la cual se pueda vivir y no solo sobrevivir. La gente salió por todo.

Es muy fuerte escuchar a las madres de los chicos asesinados por la represión, contando que sus hijos salieron a la calle para reclamar por sus derechos, para mostrar que las cosas no son como te las cuentan los grandes medios de comunicación. Porque hay una Colombia hermosa y turística que “está pintada con paisajes de montañas y el sol detrás”, pero existe otra Colombia que nadie quiere ver.

En las imágenes que llegan desde Colombia se ve a muchísima juventud manifestándose llena de bronca: ¿Por qué considerás que es así?

S.A: Yo me siento parte de esa juventud que no quiere repetir los errores de nuestros padres y de las generaciones pasadas. No queremos seguir comiendo callados, aceptar que lo que nos dicen es así y que todo está bien. Desafortunadamente, hay mucha ignorancia dentro de nuestro pueblo y una inmensa desconexión entre las diferentes realidades. Por ejemplo, la gente de la ciudad no tiene idea de lo que pasa en las zonas rurales.

La juventud viene creando nuevas redes de información, comunicación y conexión. Pero pensá que acá uno no sabe ni siquiera a qué edad se puede jubilar. Tener un contrato estable es un privilegio, la inmensa mayoría trabaja de forma precaria.

Jóvenes atentos dentro de un piquete en el marco del primer paro nacional. Foto I Sergio Ángel

Pienso que la juventud, acá en Colombia, no sólo está gritando por todos esos derechos que nos fueron arrebatando, sino porque quiere otra oportunidad. La gente busca una oportunidad, y a la juventud, cuando le cierran todas las puertas, siempre busca la forma de abrirse camino.

Hay cientos de videos circulando donde se ve cómo la policía reprime brutalmente y detiene arbitrariamente a manifestantes, además de que es conocido el alto nivel de violencia y la impunidad para asesinar. ¿Cómo es la relación con la prensa y la policía? ¿De qué manera te cuidas a la hora de encarar una cobertura así?

S.A: El tema de la represión por parte del ejército y la policía nacional es muy delicado acá porque es el propio Estado el que avaló históricamente la represión en Colombia. Fue el Estado el que creó a principios de los ’90 a las fuerzas paramilitares conocidas como las AUC (Autodefensas Unidas de Colombia) para combatir por fuera de la ley a la guerrilla. Y tanto el ejército como la policía nacional operan con esa misma lógica asesina. Hoy en día se los acusa de haber cometido 6402 ejecuciones extra judiciales que intentaron pasar como enfrentamientos contra la guerrilla.

Asesinatos como el de Georges Floyd en EEUU, acá suceden continuamente y con plena impunidad.

Es esa misma institución la que sale a reprimir en las manifestaciones, así que imaginate. En lo que va de estos días de revuelta ya hay al menos 36 personas asesinadas por la policía, 24 personas perdieron un ojo y hay centenares de desaparecidos. La propia fiscalía, la procuraduría y la defensoría del pueblo, son cómplices a la hora de ocultar esta información.

La policía nacional esta acusada de reprimir violentamente y cometer al menos 40 asesinatos en el marco de las protestas. Foto I Sergio Ángel

En cuanto a la relación con la prensa, todo medio que esté escribiendo algo contra el gobierno nacional, es silenciado o amenazado. Hay medios alternativos que vienen investigando el tema de los homicidios, pero los periodistas que se exponen son perseguidos y hostigados. Algunos tuvieron que irse de sus ciudades porque los esperaban hombres de civil al frente de sus casas.

En la calle se nota cómo la policía amedrenta a la prensa, nos grita “amarillistas”, “guerrilleros”. Nos cuestionan por qué no fotografiamos cuando los manifestantes les pegan a ellos y esas cosas. Me parece que esto es algo que se repite en otros países donde vienen sucediendo fuertes represiones como Chile y el propio Estados Unidos, donde los gobiernos quieren mostrar “bien” a las fuerzas de seguridad.

Por otro lado existen grandes medios que pertenecen a las familias más ricas de Colombia y que han sido beneficiados por todo tipo de negocios corruptos con el Estado. Entonces, uno entiende por qué esos medios machacan con la idea de que las protestas son un golpe internacional organizado por grupos de izquierda de Chile, Venezuela y hasta de Rusia…

Un joven lanza un artefacto de pirotecnia durante las masivas movilizaciones en contra de la reforma tributaria. Foto I Sergio Ángel

Estos medios están al servicio del poder del Estado, por ejemplo Caracol y RCN. Los manifestantes realmente los odian por todas las mentiras que vienen diciendo. Lamentablemente, de alguna manera, por culpa de esos periodistas de sillón, que cuentan las historias que le convienen a los poderosos a cambio de dinero, nos vemos expuestos también aquellos que realmente queremos contar lo que está sufriendo el pueblo colombiano.

En el 2019, por ejemplo, hubo toda una campaña, impulsada por la propia policía y amplificada por los medios dominantes de que el país estaba siendo invadido por venezolanos, fue una gran campaña del miedo como parte de una estrategia de guerra para mantener a la gente asustada, desinformada y para que no saliera de sus casas. También fue una manera de buscar que el mismo pueblo se enfrente entre sí.

Manifestantes se enfrentan a la policía nacional durante el primer paro nacional. Foto I Sergio Ángel

O sea, por un lado, tenés a los grandes medios que están al servicio del gobierno y el poder y, por el otro, hay una gran cantidad de medios alternativos y periodistas independientes que buscan la verdad pero que son fuertemente perseguidos. Entre los ’80 y los ’90, Colombia fue el país con más asesinatos a periodistas. Así que es una situación muy delicada.

Hace tiempo que las redes sociales funcionan como herramientas de comunicación y organización colectiva cuando las grandes mayorías salen a la calle por sus reclamos: ¿Cómo pensás vos que la imagen interviene en estos procesos?

S.A: Pienso que la imagen es una herramienta para la construcción de la memoria. Intenta ser un resguardo para evitar que se repitan cosas aberrantes. Podría decir que, de alguna manera, la imagen y también la palabra escrita, le permiten al mismo pueblo conocer su pasado, comprender el presente y proyectar un futuro.

Creo que hoy en día la imagen es muy importante ya que desde que existen las redes sociales la gente quiere ver, quiere saber que pasa al otro lado del charco. Hoy más que nunca la fotografía tiene la función de denunciar y de argumentar como parte de la construcción de esa memoria tan importante para el pueblo. A veces hay imágenes que logran captar la atención de forma particular, que te obligan a girar el cuello y decir “hey” ¿qué está pasando?. Los fotógrafos solemos frustrarnos porque queremos cambiar el mundo con nuestras fotos, pero hay algo importante que aprendí con el tiempo, y es ver cómo la fotografía puede cambiar el corazón de las personas. A mí, pensar en eso me hace muy bien.

Para mí, lo importante de la fotografía, más allá de que me haga crecer como artista o como alguien dentro de la sociedad, es que te hace crecer como ser humano.

En el periodismo hay una eterna discusión sobre la "objetividad", es decir mostrar los hechos sin imprimirles "un punto de vista": ¿Qué opinás sobre esto?

Un manifestante coloca la bandera de Colombia sobre el asfalto en homenaje a los caídos durante las protestas contra la reforma tributaria. Foto I Sergio Ángel

Para mí es fundamental informarse antes de salir, es decir, no se trata simplemente de ir a la calle con la cámara. Uno tiene que investigar, preguntar, tiene que saber de qué trata la cosa. Ése es el marco teórico, digamos, para poder empezar a construir la narrativa visual que buscamos.
Es muy común que los reporteros gráficos busquemos esa imagen explosiva que las agencias y los medios de comunicación quieren, son esas fotos de la represión, de los disparos, del gas, etc. Pero para mí también es muy importante buscar una foto que muestre de manera digna al retratado, que las imágenes sirvan para que la gente entienda lo que está pasando.

¿Qué foto creés que podría ser la síntesis de todo lo que está pasando en Colombia?

S.A: Muchas veces las imágenes que logran denunciar los hechos más atroces suelen ser las más relevantes, pero también hay fotos que quizás son mucho más sencillas y logran impactar fuertemente y dejan lecturas más simbólicas y emocionales.

A veces las imágenes que uno menos espera que salgan son las que más dicen. Recuerdo una foto que hizo una colega en una manifestación de hace unos días. Es una foto de un chico que está alzando su mano y está envuelto en la bandera de Colombia. Es una imagen que aún está dando vueltas en mi cabeza.