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Red Internacional
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Provincia de Buenos Aires. La servilleta de Vidal y Quintana

Circula el “manuscrito” del acuerdo alcanzado en febrero entre UPCN y la gobernadora que muestra que ya estaría pautado un 10 % de aumento para el segundo semestre en las paritarias bonaerenses.

Martes 28 de junio de 2016

El gobierno provincial convocó para el próximo 14 de julio a los gremios estatales a discutir el segundo tramo de las paritarias. Sin embargo un borrador que comenzó a circular por las redes sociales muestra que estaría todo “acordado” de antemano.

En recientes declaraciones el Ministro de Trabajo bonaerense Marcelo Villegas manifestó: “Como nos habíamos comprometido, en julio nos sentamos a discutir con los gremios de la ley 10.430, en agosto revisamos con médicos y luego cerraremos el año con visión más clara de cómo terminaremos el año”.

Vale recordar que la propuesta inicial que cerraron el 4 de marzo UPCN, con el apoyo de varios gremios de la Federación de Gremios Estatales y Particulares de la Provincia de Buenos Aires (Fegeppba) con el gobierno de Cambiemos, consistía en un aumento del 15 % para el primer semestre de 2016, pagaderos en dos tramos. Un 5 % desde enero y un 10 % más a partir de marzo.

El apuro demostrado por las conducciones gremiales para cerrar ese acuerdo llevó a todo tipo de conjeturas, ligando la firma del acta a un supuesto “pacto” de impunidad para los dirigentes gremiales, sospechados de complicidad en numerosos casos de corrupción que se investigan en la provincia.

Lo cierto es que los estatales de la ley 10.430 (más de 200.000 en toda la provincia) fueron los que se llevaron la peor negociación de todo el sector público, ya que tanto los docentes, como los judiciales y los profesionales de la salud nucleados en la Cicop, lograron acuerdos salariales superiores.

Por esta misma razón la reapertura de la paritaria para discutir el segundo tramo de aumento había despertado gran expectativa entre los trabajadores del estado provincial, decididos a pelear una recomposición de los bajísimos salarios del sector (el salario inicial es de $ 8.300 y la gran mayoría no llega a los $ 10.000 de bolsillo).

“Gratificación especial por firma de paritaria”

El borrador que trascendió en las últimas horas y comenzó a viralizarse por las redes sociales, muestra un “paquete” ya arreglado de antemano entre el Ministerio que dirige Villegas y el titular de UPCN Carlos Quintana.

Al mejor estilo de la menemista “servilleta de Corach”, en un papel borrador puede leerse la propuesta salarial para los estatales, dividida en dos tramos. Uno del 17 % (que fue del 15 % para la administración central y del 17 % para los sectores con bonificaciones especiales como auxiliares de educación y salud) y el segundo tramo del año con apenas un 10 % de incremento.

Pero para no dejar lugar a dudas en letra clara y resaltado sobre el margen derecho del papel puede leerse el recordatorio “gratificación especial por firma de paritaria”. El Gobierno provincial apostó a “convencer” a los dirigentes sindicales de firmar la paritaria, casi sin discutir y por supuesto sin ninguna consulta con las bases. Por todo este esfuerzo, los gremios firmantes que aceptaron esta miseria salarial, merecen (por parte del gobierno de Cambiemos) una “gratificación especial”.

Este documento, deja a la vista de todos los trabajadores, que la verdadera negociación no se da en la paritaria, a la que transforman apenas en una puesta en escena, para convalidad las negociaciones entre funcionarios y dirigentes siempre dispuestos a “prestar colaboración” con la patronal.

Mientras miles de chicos en la provincia se quedan sin ración de comida en los comedores de las escuelas, los hospitales se caen a pedazos y Vidal dicta decretos para avanzar con despidos y más ajuste, el salario de los estatales bonaerenses parece ser otra variable de ajuste, también en el segundo semestre donde no habrá con qué pagar la luz que prometen al final del túnel.

La alusión a la "servilleta de Corach" se debe a que en 1996 el ministro de economía Domingo Cavallo denunció que el exministro del Interior, Carlos Corach, le escribió en una servilleta los nombres de los jueces federales que respondían fielmente al gobierno de Carlos Menem.