Mónica Alegre y Vanesa Orieta dijeron muchas cosas de Luciano en estos casi seis años. Acá algunos de sus recuerdos.
Sábado 18 de octubre de 2014
"Era un pibe de 16 años que se negó a robar para la policía".
(Vanesa)
"Tenía ilusiones, tenía proyectos. Quería estudiar."
(Mónica)
"Le gustaba tocar la guitarra, jugar a la pelota, era hincha fanático de River."
(Vanesa)
"Nosotros escuchábamos los gritos cuando lo golpeaban".
(Mónica)
"A él (los policías) le escupían la comida y le decían comé".
(Mónica)
"Luciano leía mucho"
(Vanesa)
"Era un pibe que sacaba de la heladera cuando su amigo no tenía para morfar".
(Vanesa)
"Por vivir en la villa no le daban trabajo. Por eso tuvo que salir con un carro (a cartonear".
(Mónica)
"Yo le decía que agache la cabeza. Porque lamentablemente a los pobres no nos queda otra. Pero jamás tenemos que agachar la cabeza. ¿Entendés? Porque ahí es cuando nos pisotean"
(Mónica)
"No pudo cumplir ninguno de esos sueños por ser pobre".
(Vanesa)
"Ese negro que ven riéndose, con esa dentadura. Ese era mi hermano"
(Vanesa)
"No le dieron oportunidad de nada. Ellos fueron ’dioses’"
(Mónica)
"Ellos sentenciaron y ellos mataron"
(Mónica)
"Por negarse a robar para ellos, por ser negro, por usar ropa deportiva y gorrita, como muchos de ustedes"
(Vanesa)
"Tenía ilusiones, tenía proyectos"
(Mónica)
