Quiero compartir un breve ensayo que me surgió al charlar con una compañera que conocí en la Asamblea de Merlo, luego de las marchas al Congreso junto a las Asambleas del oeste. Sobre la importancia de ser compañeros.
José Muralla @murayeando
Sábado 24 de febrero 19:30
Los del PTS sonriendo
La participación en la asamblea de vecinos autoconvocados nos da un lugar de encuentro con un montón de compañeros de lucha. Y contienen una potencia que puede desarrollarse y mentar la tan aclamada “unidad de los trabajadores” para vencer.
Pero también nos permite conocer a gente muy piola, de esa que está atenta a los detalles. Este año conocí a una de ellas en la asamblea de Merlo.
De cara rota me invité a su cumpleaños y me respondió con un “por supuesto compa, mas que invitado”. Ya en ese momento, entre fernet, vino y lechón frío me contó lo siguiente, que yo les cuento a ustedes. A mi manera, con mi garabatos:
“Recién habíamos salido de la estación Sáenz Peña del subte y de a poco nos íbamos agrupando con las asambleas del oeste para marchar hacia el congreso. Ese día habían votado en general la nefasta Ley Ómnibus. Es decir, habíamos sufrido una derrota y el mundo futuro se pintaba más negro.
Además estábamos preparándonos para movilizarnos y sabíamos que nos esperaban cientos de policías comandados por la milica de Bullrich muy predispuestos a rompernos la cabeza. Sabiamos que ibamos a ir igual porque no somos de los que nos quedamos en la vereda.
El escenario era bastante trágico y se veía en las caras largas del momento. Pero de repente empecé a mirar a los del PTS. Venían otros militantes del PTS de otros lados y cuando veían a sus compañeros se miraban, se sonreían, se abrazaban. Se alegraban de verse ahí. Y se les cambiaba la cara. Sonreían mutuamente. Se sonreían.
No importaba que nos estén por romper la cabeza o que hayamos sufrido como pueblo una derrota. Ellos veían a sus compañeros y sonreían (Nota del Autor: al escribir esto recuerdo la escena del Señor Burns diciéndole a Smithers, mientras los obreros de la planta de Springfield estaban en huelga y él les cortó la luz: “míralos ahí en la oscuridad, no se entristecen y cantan. Cantan sin licuadoras. Cantan sin lavadoras…) y cuando llegaban los de las Asambleas de Zona Sur también se miraban, se saludaban, se abrazaban y se sonreían.
Porque eso es lo bueno de la militancia: no solamente transformar el mundo, sino estar entre compañeros. Saber que cuando estás ahí estás con los tuyos, que te van a cuidar, que te van a querer, que te van a acompañar”.
Yo la escuché. Y como soy del PTS obviamente sonreí. Y como soy del PTS obviamente tuve que hablar y dejar clara mi posición al respecto. Y dije algo así como “desde ya. Esa sonrisa se dibuja al ver a cada compañero. Y soy de los que la disfruta. Pero también esa sonrisa es de que nos encanta dar la pelea, estamos en nuestro mundo cuando salimos a pelear. Y nos encanta mostrarle los dientes al tirano”.
En ese momento no me di cuenta cuando lo dije, pero mostrar los dientes es también es una forma de sonrisa.
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José Muralla
Nació en Arenales (BA) en 1984. Es licenciado y profesor en Ciencia Política (UBA). Trabaja como docente de nivel medio en CABA y La Matanza. Desde 2007 milita en el PTS. Vive en Lomas del mirador y es parte del staff de La Izquierda Diario de la Zona Oeste del GBA.