La gráfica Donnelley sigue dando que hablar. Los empresarios se fugaron hace tres meses. La justicia imputa a sus directivos en base a denuncias de la AFIP. Mientras el kirchnerismo hace campaña contra los buitres como lo hizo con la yanqui Procter&Gamble, la solución para que no queden familias en la calle la dieron los obreros poniendo a producir la gráfica bajo su administración. Hoy se harán presentes en la legislatura bonaerense donde se debate la ley de expropiación.
Jueves 6 de noviembre de 2014
“Los trabajadores no solo demostramos que esta empresa no tiene crisis, sino que estuvo realizando descaradas maniobras de vaciamiento desviando la producción a otras gráficas. Ahora quieren hacer una nueva maniobra presentando una quiebra fraudulenta, para atemorizar y extorsionar a los trabajadores, con el fin de llevar adelante su plan de despidos masivos" Con esas palabras, el trabajador de la ex Donnelley (hoy Cooperativa MadyGraf) René Córdoba denunciaba el 11 de agosto de 2014 la maniobra de la multinacional norteamericana que dejaba en ese momento en la calle a más 400 familias ante todos los medios nacionales.
El fiscal federal pide la imputación de los directivos y la investigación por la quiebra fraudulenta
Casi tres meses luego de esa denuncia pública, el fiscal federal Patricio Evers decidió impulsar, investigar y solicitar distintas medidas de prueba ante el Juzgado Federal N° 3 de Capital Federal a cargo de Daniel Rafecas, en la causa penal en la que se investiga a los directivos de la multinacional norteamericana por el pedido fraudulento de la quiebra de Donnelley con sus maniobras ilegales.
Según informó la agencia Telam, el Fiscal “solicitó a la AFIP la remisión de la información patrimonial que surge de las declaraciones juradas de la empresa para establecer la situación económica y patrimonial de la firma”. Por otro lado, requirió de la Inspección General de Justicia (IGJ) los datos de las personas responsables de la empresa; del Banco Central el estado de sus cuentas bancarias; además de un peritaje contable entre otras medidas probatorias.
Un avance importante en la causa penal es que el fiscal quiera investigar la comisión de un delito por parte de los directivos de Donnelley, aunque ya con los principales directivos de la multinacional fuera del país como el sueco Luis Jarlsson Bring que se encuentra en Mexico, o Rivas que esta salir del país.
Estas medidas llegan luego de la ejemplar lucha que están dando los obreros de la ex Donnelley, hoy cooperativa Madygraf, quienes pusieron bajo su propia administración la producción de la fábrica, pero también a partir de las denuncias públicas que realizaron, las presentaciones que efectuaron en el mismo expediente de la quiebra que tramita ante la Justicia Comercial, y en base a las denuncias penales realizadas por la AFIP ante la justicia Federal.
Un juez comercial, una quiebra “exprés”
A diferencia del Fiscal Evers, al juez comercial Gerardo Santicchia le bastaron 6 horas para decretar la quiebra de la multinacional norteamericana, un verdadero monopolio mundial de la industria gráfica. Sin analizar los estados contables, a partir de los propios dichos de la empresa de un supuesto estado de “cesación de pagos”, el juez Santicchia se “convenció” de que la empresa estaba quebrada, conllevando ello al inmediato cierre y desguace del establecimiento que está ubicado en la localidad de Garín. “For He’s A Jolly Good Fellow” (“Porque es un buen compañero”), debieron haber entonado ese 11 de agosto desde el norte del continente los directivos buitres de RR Donnelley en honor al juez exprés .
A pesar de que el decreto de quiebra fue impugnado por los trabajadores junto con los abogados del CEPRODH, así como por la AFIP. El juez Santicchia defendió su resolución a rajatabla, pero tuvo que empezar a ceder.
Tres meses de gestión obrera
No vamos a permitir que esta empresa después de haber ganado millones en el mundo y en nuestro país, someta al hambre a nuestros hijos. Vamos a resguardar la fábrica y sus bienes, impidiendo su vaciamiento ilegal y defendiendo sus más de cuatrocientos puestos de trabajo. Si la patronal de Donnelley quiebra nosotros la vamos a poner a producir, avisó nuevamente René Córdoba en un comunicado de prensa del 12 de Agosto, a poco de enterarse de la quiebra, y como respuesta ante el cierre y quiebra fraudulenta de los buitres norteamericanos.
La mejor respuesta ante la quiebra fraudulenta no se hizo a través de un escrito judicial o una denuncia penal. La mejor respuesta llegó por parte de los trabajadores de manera contundente, producto de su experiencia, de su fuerte organización interna y de la coordinación con otros sectores en lucha supieron entender que la solución para defender su fuente de trabajo, para que no queden familias en la calle, la tenían que dar ellos mismos. Ese mismo 12 de agosto, ingresaron a la planta, con los patrones ya fuera del país y sin importar la decisión del juez Santicchia que había dispuesto el cierre del establecimiento y la designación de un síndico, e inmediatamente la pusieron a producir.
Durante estos tres meses de gestión los trabajadores de la ExDonelley, que conformaron la Cooperativa MadyGraf, debieron movilizarse una innumerable cantidad de veces al Juzgado Comercial de Santicchia, al INAES, al Ministerio de Trabajo de la Nación, entre otros lugares para reclamar, el pago del salario, la aprobación de la cooperativa o la liberación de fondos que se encuentran en el expediente de la quiebra. El juez Santicchia a partir de la lucha de los trabajadores tuvo que otorgar la tenencia de la fábrica a la Cooperativa y comenzar a liberar los fondos depositados, aunque cada vez que puede junto con la sindicatura, pone trabas a la gestión obrera.
A pesar de la declaraciones mediáticas del Kirchnerismo, las denuncias penales que efectuó contra la empresa, y la campaña que hace contra las multinacionales buitres, la única solución a que no queden familias en la calle la vienen dando los propios trabajadores junto con su comisión de mujeres quienes han sido los únicos responsables que la gestión obrera se mantenga y que comience a ser un ejemplo de lucha y coordinación dentro del principal cordón industrial del país, como respuesta y como salida ante los despidos y el cierre de las patronales. Esta pelea no sólo se expreso en la defensa de sus propios puestos de trabajo, sino en una lucha común con los trabajadores de Lear. Tomando el ejemplo de Zanon, los trabajadores decidieron poner al servicio de la comunidad la fábrica, y por ello ya realizaron una impresión de diez mil cuadernos para donar a las escuelas públicas de las zonas aledañas a la fábrica.
Ante los cierres de las empresas la solución definitiva y de fondo es una sola: la expropiación sin pago y la estatización bajo gestión de los trabajadores. Ante este reclamo el gobierno, a través del Ministro Tomada, en agosto ya adelantó que no estatizaría la fábrica.
La pelea por “familias en la calles nunca más” se trasladará este jueves 6 de noviembre tendrán una cita importante en la Legislatura Bonaerense donde se tratará para su aprobación el proyecto de expropiación presentado por el diputado del PTS-FIT Christian Castillo.