Se cumplen cuarenta años del estreno de La vida de Brian, la sátira religiosa del grupo de humor surrealista británico Monty Python y que a pesar de varios contratiempos, se convirtió en un clásico cinematográfico.
Miércoles 28 de agosto de 2019 09:29
And now for something completely different…
Como otros comediantes de su época, los Python no estuvieron exentos de generar polémica desde su primera aparición en la BBC el 5 de octubre de 1969, con su controversial programa Monty Python’s Flying Circus. En la tibia cadena de televisión inglesa, el grupo formado por los ingleses John Cleese, Graham Chapman, Eric Idle, Michael Palin, el estadounidense Terry Gilliam y el galés Terry Jones, siempre que pudieron, evitaban la censura con sus geniales e inteligentes gags y sketchs.
Con un humor irreverente, absurdo y surrealista, los Python filosofaron con la comedia y siempre que podían, se burlaban de todos los aspectos de la vida: políticos y patriotas, burgueses y proletarios, católicos y protestantes, creyentes y ateos. Se burlaban de sí mismos y de la idiosincrasia inglesa, que tanto detestaban.
Tras el exitoso programa, dieron el saltó al cine. Su primera película, And now for something completely different de 1971 (que era una frase que solía decir John Cleese al inicio del programa), era un rejunte de sketchs del Flying Circus. En 1975, hicieron su segunda película Monty Python and the Holy Grail una sátira al Rey Arturo y el Santo grial.
Como dato de color, esta película contó con la ayuda monetaria de las bandas de rock Pink Floyd, Led Zeppelin y Genesis, quienes no solo eran fans del show, sino sus amigos. Después este film, se tomaron un impasse de dos años.
Primeros pasos
Tras unas vacaciones en Centroamérica, el grupo uso su descanso para escribir el guión de su tercera película. Recibieron en un solo día, el financiamiento de la compañía discográfica EMI, interesada en el proyecto.
Su trama era muy sencilla: Brian Cohen es un judío que nace el mismo día que Jesucristo y ya de adulto es varias veces confundido con él. Se inspira en clave de parodia en la filosofía mesiánica que propició el nacimiento del cristianismo. Es una comedia de ficción situada en el contexto de la Palestina de la época de Cristo, durante el imperio romano. También satirizan la demagogia política y el sectarismo religioso.
Sin embargo, el presidente de la compañía leyó el guión y viendo que veía el mismo podía generar controversia por blasfemia, decidió retirar el financiamiento. Sin presupuesto, los Python estando en Túnez, en donde se estaban rodando las primeras escenas, pensaron en cancelar la filmación.
George Harrison al rescate
Ya estando en Túnez en pleno rodaje y sin dinero para realizar la película, Eric Idle, el músico del grupo, tenía contacto diversas estrellas, como Mick Jagger, John Belushi, Ringo Starr y George Harrison. Este último, recibió a Idle en Hollywood y tras leer el guión y viendo el potencial que podía tener, decidió ser el productor y puso más de cuatro millones de libras de su propio bolsillo para financiar la película (sic).
Además vendió un estudio de grabación e hipotecó su casa. Con esto, Harrison creó una productora con el fin de que se pudiera realizar esta película. La condición que puso Harrison fue hacer un cameo, vestido con una túnica. Los Python de antemano, querían que el ex Beatle tuviera un papel. Tuvo una breve aparición sin acreditar en una escena junto a John Cleese.
La película fue dirigida por Terry Jones (y quien a su vez, hizo de la madre de Brian) y contó con los demás Python: Chapman (en el papel de Brian), Palin, Idle, Cleese y Gilliam. También contó con los actores Terence Bayler y Sue Jones-Davies.
Más y más problemas
Desde que el proyecto empezó a gestarse, varias organizaciones religiosas criticaron al grupo inglés por parodiar ciertos aspectos del cristianismo. Era tal el rechazo al proyecto (cuando ni siquiera aun se estrenaba), que los cómicos llegaron a recibir amenazas de muerte. Esto llevo a Cleese y a Palin a participar en un debate de televisión de la BBC, en donde discutieron con un obispo y un periodista cristiano.
Allí los Monty Python defendieron su película y fueron los que aportaron las reflexiones más serias, mientras que sus antagonistas optaron por respuestas anacrónicas e infundadas. Las críticas que le hacían a los MP eran tan ridículas, que las personas sentadas en las gradas del estudio de televisión, se empezaran a reír de manera descontrolada y aplaudiendo a los Python. El recurso dramático de crear a Brian Cohen fue decisivo para mantener al grupo lejos de los tribunales.
Estreno e impacto
Con el escándalo generado en su estreno, la película fue prohibida en Noruega e Irlanda, en donde se prohibió su estreno. En los Estados Unidos, todo el escándalo le genero publicidad gratuita al film, siendo la cinta británica que más dinero recaudó y que tuvo un gran éxito de taquilla en toda la historia del cine.
El número musical al final de la película, Always Look on the Bright Side of Life (Mira siempre el lado bueno de la vida), cantada por coro de crucificados, fue compuesto por Eric Idle y que se convirtió en un clásico del cine de comedia. Esta canción y su pegadiza melodía llegó a tener inclusive múltiples versiones de artistas como Iron Maiden, Heaven’s Gate o Green Day.