Un nuevo ataque al sistema leyes-tulumaya se conoció esta semana. Basura, falta de agua, desmontes y especulación inmobiliaria azotan a la Laguna La Paloma, parte del único humedal que queda vivo en la zona centro y norte de Mendoza
Jueves 15 de abril de 2021 19:21
Hace unos días, la organización Grupo Águila Coronada, dió a conocer a través de su cuenta de Facebook un nuevo ataque al sistema de humedales leyes-tulumaya. La Laguna La Paloma, del departamento de Maipú, que estaba en mejores condiciones de conservación por ser una de las menos conocidas, se encuentra en grave peligro.
Las imágenes son impactantes. Una laguna con muy escasa cantidad de agua, desmontes de la flora autóctona, extracción de grandes volúmenes de tierra y basura donde estaba el monte, cartuchos servidos de escopeta que indican la caza furtiva.
El caudal de agua mínimo ecológico nunca estuvo garantizado para las lagunas del sistema leyes-tulumaya. Así lo han afirmado organizaciones socioambientales y también las y los pobladores. Como señala un estudio realizado por el Instituto Nacional del Agua (INA) “la construcción de algunos diques y el desarrollo del sistema de canales de riego, sumado al aumento del área cultivada aguas arriba de la ciudad de Mendoza (departamentos de Maipú y Luján), determinó que llegara a la zona de ciénagas menos agua y éstas fueran reduciendo paulatinamente su superficie”.
Pero desde principio de este año se ha reducido a un nivel más que preocupante, ya que sin agua, los humedales se degradan y puede ser un daño ambiental irreparable.
Te puede interesar: Hasta la ONU pide proteger los humedales en Argentina: el proyecto sigue cajoneado
Te puede interesar: Hasta la ONU pide proteger los humedales en Argentina: el proyecto sigue cajoneado
Otro de los factores de la pérdida de nuestros humedales se da por el avance del agronegocio y la especulación inmobiliaria que en nuestra provincia no cesa. El año pasado fue en la Laguna de Soria, del departamento de Lavalle, que un emprendimiento inmobiliario denominado Aguas Norte, empezó a lotear, desmontando y rompiendo el costado de la Laguna. Hoy, la Laguna La Paloma se encuentra en esta misma situación.
Desde la Asamblea Maipucina por el Agua denunciaron que “Mientras seguimos esperando que se den soluciones a la triste situación de Laguna del Viborón y que se establezcan las medidas de conservación de Laguna de Soria, nos encontramos con el enorme desmonte en Laguna La Paloma (departamento de Maipú) para un emprendimiento inmobiliario”.
A pesar de la advertencia y la insistencia de pobladores y organizaciones socioambientales, sobre la grave situación que atraviesa el último humedal de la zona centro y norte de Mendoza, no hay respuestas concretas. Innumerables pedidos de informes se han presentado ante la Secretaría de Ambiente de la Provincia y al Departamento General de Irrigación, así como también proyectos para proteger el sistema leyes-tulumaya.
A esto se han sumado los pedidos del Frente de Izquierda en la Legislatura y en los Concejos deliberantes de Lavalle, Maipú y Guaymallén desde el año pasado. Con lo ocurrido en la Laguna de Soria para frenar el emprendimiento inmobiliario y la declaración de área protegida () y luego ante el desastre ambiental que implicó la mortandad de peces y aves autóctonas en la Laguna El Viborón.
Es fundamental que el Gobierno, con su Secretaría de Ambiente, como así también los municipios de Maipú, Lavalle y Guaymallén, se hagan responsables de esta situación, que dejen de mirar para otro lado y tomen medidas concretas para frenar el desastre ambiental histórico que vive el sistema leyes-tulumaya.
La especulación inmobiliaria, una forma de extractivismo urbano, impacta y afecta a los humedales que funcionan como enormes esponjas que actúan como reguladores hídricos ante eventos climáticos extremos. En Mendoza la amenaza de emprendimientos inmobiliarios en el último humedal de la zona centro y norte, implicaría además, un retroceso muy importante para quienes siempre salen perdiendo con las situaciones climáticas extremas como los diluvios.
Por eso es necesario que conquistemos leyes que protejan los humedales, que sin dudas serán resultado de la unidad del pueblo de Mendoza, como lo hicimos en diciembre de 2019 defendiendo la Ley 7722.