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Red Internacional
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DESPIDOS Y PRECARIZACIÓN. Larreta despide a trabajadores del Instituto de la Vivienda que fueron parte del Detectar

El GCBA despide trabajadoras y trabajadores del Instituto de Vivienda de la Ciudad, después de muchos años trabajando en condiciones de precarización extrema. La mayoría estuvieron en primera línea con el Plan Detectar y Post-Detectar.

Miércoles 23 de diciembre de 2020 18:42

Trabajadores del Instituto de la Vivienda de la Ciudad, denuncian que el Gobierno porteño empezó a despedir personal, que prestaron tareas esenciales durante la pandemia. En estos meses se los mantuvieron trabajando precarizados, siendo monotributistas, sin cobertura médica ni aguinaldo, expuestos a casos estrechos, realizando funciones que no eran sus habituales ni que estaban capacitados.

Sin importar esto, el gobierno de Larreta aprovecha estas contrataciones fraudulentas y dieron a conocer que durante el mes de diciembre se tomó la decisión de no renovar los contratos del personal, "que llevaban años y meses trabajando en estas condiciones y se enteraron de la noticia 15 días antes de finalizar el año" según informan los propios trabajadores.

Si bien, a través de las redes sociales, los trabajadores recordaron que el IVC los convocó como esenciales en el marco de la pandemia, "en ningún momento nos reconocieron como tales. Incluso debimos solicitar las herramientas básicas como barbijos y alcohol en el gel".

Con la cuenta de twitter "Trabajadores.Ivc" publicaron un hilo en explicando sus funciones y cómo sostuvieron con su esfuerzo las tareas en los barrios populares de la Ciudad, incluso en el programa Detectar, el cual lo usa como campaña el Jefe de Gobierno. Además forman parte de proyectos de urbanización, y también detectan y acompañan situaciones sociales complejas y las derivan a otras instituciones estatales que no tienen presencia territorial, entre algunas de sus tareas.

Durante el 2020, el IVC pasó a formar parte del Ministerio de Hábitat y Desarrollo Social de la Ciudad. Denuncian, "Trabajamos sin descanso, hicimos inscripciones al IFE, seguimiento de casos de covid-19, entregas de bolsones de alimentos, relevamiento puerta a puerta, participamos en postas de sanitización y tomamos la fiebre en las entradas a los barrios en jornadas extenuantes y poniendo en riesgo nuestra salud”. También participaron en campañas de difusión de covid-19 y dengue. “Nuestras tareas se duplicaron desde la pandemia”

En un contexto de crisis económica, social, política y sanitaria, el GCBA decide dejar en la calle a trabajadores que tienen hijas e hijos a cargo, problemas de salud y con muchos años de antigüedad. Las autoridades omitieron la respuesta de cuatro comunicados que “enviamos y negaron la posibilidad de instancias colectivas para debatir los puntos planteados. Las bajas contractuales se comunicaron de forma individual y discrecional”. Intentan individualizar y fragmentar a las y los trabajadores.

Ante la falta de respuestas por parte del Gobierno de la Ciudad, el personal despedido exige la reincorporación, la continuidad plena de todos los proyectos de reurbanización, no a la baja de salarios, e investigación de las irregularidades y una reunión colectiva.

Gran parte del personal del Gobierno de Larreta se encuentra precarizado y en la pandemia estuvieron en primera línea aun cumpliendo funciones que no eran sus habituales y no estaban capacitados para ejercerla. Por eso genera más bronca la política de Larreta, siempre contra los trabajadores, que mantienen a la mayoría con salarios muy por debajo de la línea de la pobreza; con contrataciones fraudulentas, y exponiendo sus vidas. Y encima los despide cerrando el año.

Se vuelve necesario que la conducción de Sutecba deje la complicidad histórica que viene teniendo con el Gobierno porteño, que incluso llega a tal punto que niega a los contratados como trabajadores, y se ponga realmente a defender a los despedidos. Por otro lado también ATE Capital viene reaccionando a los despidos puntuales con mesas de negociación. Debería abandonar la pasividad que caracterizó toda la cuarentena, ya que Larreta tiene un plan de despidos y ponga todas sus fuerzas para organizar a todos los despedidos y preparar una lucha en las calles y lugares de trabajo.

Por lo que sabe vienen habiendo despidos en otras dependencias del Gobierno de la Ciudad, por lo que la respuesta para enfrentar este ataque tiene que ser de la misma magnitud, en unidad todos los trabajadores de la Ciudad hasta la reincorporación de todos los despedidos; que se los pase a planta permanente y que el salario sea como mínimo la linea de la pobreza que determina el propio Gobierno porteño, alrededor de $51000.