El Gobierno de CABA anunció que las clases volverán a ser presenciales desde el 17 de febrero. Lo hizo a pesar de la oposición de los gremios y de las críticas de la docencia.
Jueves 21 de enero de 2021 22:12
Decirle “plan” es mucho. Este jueves por la mañana, pensando más en las elecciones que en la salud y en la educación de miles de niños y niñas de CABA, Horacio Rodríguez Larreta anunció que las clases en CABA empezarán de manera presencial el 17 de febrero.
El anuncio se hizo en contra de las críticas que los gremios y la docencia vienen realizado desde hace semanas. La propuesta no puede ser menos seria.
El Gobierno anuncia el regreso sin explicar cómo garantizará que sea efectivo el distanciamiento social que se requiere ante la pandemia. Lo hace en un marco en el que los contagios se mantienen altos, algo que afecta a la Ciudad de Buenos Aires de manera notoria. Lo hace sin que esté garantizada la vacunación de los miles de docentes que cumplen funciones en el distrito.
En el documento que trascendió a los medios, el Gobierno habla de garantizar, en cada escuela, un kit de limpieza, una guía de cuidados y los docentes de escuelas públicas contarán además con barbijos quirúrgicos.
Sin embargo, como denunció la diputada Myriam Bregman desde su cuenta de Twitter, esa promesa viene de la misma gestión que redujo el presupuesto educativo en plena pandemia, en 2020.
Con #pandemia Soledad Acuña bajó el presupuesto educativo, recortó el plan de computadoras, no acondicionó las escuelas y tuvimos que presentar un amparo exigiendo una alimentación saludable ¿Ella está organizando la vuelta a clases?
— Myriam Bregman (@myriambregman) January 21, 2021
El Gobierno porteño, en su presentación, afirmó que “la enorme mayoría” de las escuelas está en condiciones de garantizar el distanciamiento. Sin embargo, la realidad es que existen cursos que llegan a tener 30 o más alumnos que suelen hacinarse en las aulas. ¿Cómo se garantiza la distancia social en ese caso?
Precisamente por eso, uno de los reclamos que vino llevando la docencia plantea la necesidad de contar con una infraestructura mayor y más amplia, que permita garantizar esa distancia. Esa infraestructura no existe en la Ciudad. No se previó ni se llevó a cabo su construcción en el año que pasó.
Precisamente eso fue lo que denunció Nicolás del Caño, diputado nacional del PTS-FIT, este mismo jueves.
Si Soledad Acuña y Larreta estuvieran tan preocupados x la vuelta a las aulas y la educación de niñas y niños, hubiesen garantizado la infraestructura y condiciones necesarias para q se cumplan los protocolos sanitarios como exigen las y los docentes. Tuvieron 1 año para hacerlo!
— Nicolas del Caño (@NicolasdelCano) January 21, 2021
La falta de previsión del Larreta y Acuña es enorme. Queda en evidencia, por ejemplo, en la “propuesta” ante el transporte público. El Gobierno de CABA señaló que, en función del retorno a clases, en los horarios de ingreso y egreso escolar el uso del transporte será prioritario para docentes y alumnos.
Sin embargo, eso suena completamente inverosímil. El transporte urbano en la Ciudad de Buenos Aires ya muestra señales se saturación. Las imágenes de los trenes Sarmiento y Roca completamente repletos de gente son la confirmación de esta situación.
En ese marco, partiendo de lo absurdo de su “plan”, el Gobierno de Larreta llegó a anunciar en la conferencia que el Banco de la Ciudad volverá a dar facilidades para comprar bicicletas en 36 cuotas sin interés.
En el esquema de Larreta y Acuña, los niños y las niñas no tienen importancia. Tampoco los y las docentes. Por eso, la ministra no tuvo problema en afirmar públicamente que tomaban esta decisión sin consultar o discutir con los gremios.
Es todo lo contrario lo que hay que hacer. La docencia tiene que discutir de manera democrática cuales son las condiciones para volver a las aulas. Si algo dejan en claro las últimas décadas es que la preocupación por la educación de los niños y las niñas siempre es garantizada por docentes y maestras.
Son ellas y ellos quienes sostienen la educación, muchas veces poniendo plata de su bolsillo para garantizar aquellos insumos que los Gobiernos no dan. Sin ellas y ellos quienes contienen a niños y niñas en situaciones vulnerables. Son quienes ponen todo su esfuerzo por enseñar lo mejor posible, en condiciones edilicias y laborales muchas veces deplorables.
Larreta y Acuña, a coro con la gran corporación mediática, piden que “los chicos vuelvan a las aulas”. Pero lo que menos les importan son los niños y sus familias, que podrían eventualmente contagiarse.
El Gobierno nacional, mientras tanto, también hace suyo el discurso de volver a las aulas. Presionado por la gran corporación de los medios y la derecha macrista, habla del retorno de la presencialidad, aunque no están garantizadas plenamente las condiciones.
Es la docencia la que, de manera democrática mediante asambleas, tiene que discutir las medidas necesarias para garantizar el retorno a clase. Tiene que hacerlo buscando al mismo tiempo encontrar soluciones junto al conjunto de la comunidad educativa. Junto a las familias que sienten la necesidad de que sus hijos vuelvan a contar con una educación en mejores condiciones.
Las “soluciones” de los Gobiernos son más bien planes que pueden terminar haciendo aumentar aún más los contagios.

Redacción
Redacción central La Izquierda Diario