El presidente de la empresa renunció tras salir derrotado en una votación que impulsó entre los trabajadores en huelga para que acepten la oferta miserable de 2% de aumento salarial.
Lunes 7 de mayo de 2018 14:37
Los títulos en la bolsa de Air France-KLM sufrieron una fuerte caída este lunes en la Bolsa de París, con un desplome que llegó a ser del 14 % tan sólo 45 minutos después del inicio de la sesión. El descenso se situaba en torno al 11 % a media jornada.
La caída en la bolsa se debe a la renuncia de Jean-Marc Janaillac, ahora expresidente de la empresa, tras ser derrotado en una jugada que buscaba imponer un golpe contra los trabajadores y sus sindicatos que ya van por su decimocuarta jornada de huelga, en reclamo de mejores salarios.
Janaillac había puesto en juego su cargo, en una maniobra, confiado en que los trabajadores de Air France votarían por propuesta de un aumento de los sueldos del 2 % este año, confiado en números que le indicaban que el seguimiento de los paros hasta ahora era inferior al 10 % de la plantilla en términos globales.
Sin embargo el resultado de la votación anónima, criticada con razón por los sindicatos porque buscó desautorizarlos como representantes de los trabajadores, dejó claro que la mayoría, un 55,44 %, rechazó la propuesta del presidente.
Detrás de esa desautorización de quien ha llevado las riendas de la empresa durante algo menos de dos años y que será sustituido el 15 de mayo está el descontento de una plantilla que, tras siete años de congelación salarial, se considera con derecho a recibir una parte de los beneficios de 2017.
El director general del grupo franco holandés aseguró que "sería un suicidio aceptar las demandas de los trabajadores". Para la empresa es mejor perder millones que aceptar la demanda de los trabajadores, como lo demuestra que la huelga ya causó pérdidas por casi 300 millones de euros, lo que muestra que son los trabajadores quienes producen la riqueza de la compañía.
El Gobierno francés (el Estado es el primer accionista, con un 14 por ciento de los títulos) viene buscando implementar una serie de reformas y ajustes contra los trabajadores, había respaldado el plan de Janaillac bajo el argumento de mejorar la competitividad mediante el refuerzo de Transavia y de su nueva marca Joon (también con sueldos inferiores a los de Air France).
Tras el desconcierto ante la dimisión del presidente, el ministro francés de Economía, Bruno Le Maire atacó a los trabajadores. Le Maire no sólo consideró "injustificadas" las demandas salariales de las centrales, sino que también los amenazó al decir que el futuro de la aerolínea "está en juego" y que, "si Air France no hace los esfuerzos de competitividad necesarios, desaparecerá".
El ministro de Economía actúa como un gerente al servicio de los accionistas de la empresa, mientras que los trabajadores mantienen su lucha y tras derrotar la maniobra del expresidente, van por su decimoquinta jornada de lucha.