Mientras se acerca la fecha del plebiscito, el oficialismo y la "oposición", discuten sobre los puestos reservados para los pueblos originarios en el proceso constituyente.
Sábado 15 de agosto de 2020
Al estar a casi dos meses del plebiscito de octubre, que iniciará el camino de un proceso constituyente pactado por la “oposición” junto al gobierno y los partidos del oficialismo entre cuatro paredes, y en un contexto de discusión por la situación de opresión que vive el pueblo Mapuche a manos de el Estado Chileno (que es histórico), la “oposición” y el oficialismo proponen sus cartas para la representación de los pueblos originarios en la redacción de la nueva constitución.
La “ oposición” se jacta de ser la mejor representante hoy en la materia de los escaños reservado para los pueblos originarios en el proceso constituyente, ya que sus propuestas están articuladas bajo la discusión con representantes de los pueblos originarios.
En la formación de esta propuesta participaron: el Frente Indígena de la DC (democracia cristiana), la Secretaría Indígena del PS (partido socialista), la Vicepresidencia Indigna del PPD (partido por la democracia), el encargado indígena del PC (partido comunista), el Consejo Nacional Aymara, la Asociación de Municipalidades con Alcalde Mapuche (Ancam) y también Identidad Lafkenche.
Por otro lado, el Gobierno presenta un plan pensado por los jefes de las bancadas de senadores y diputados del oficialismo, junto a Karla Rubilar ministra de Desarrollo Social y Familia, y Cristián Monckeberg Secretario General de la Presidencia.
Ambos sectores plantean que sus propuestas se basan en el diálogo y que buscan llegar a acuerdos pensando en alcanzar lo mejor para los pueblos originarios. Así es, el mismo oficialismo que hoy busca mantener la militarización de los territorios mapuches y que respaldó ataques racistas por parte de latifundistas y reaccionarios contra la lucha por la liberación de las y los presos políticos, en las tomas de las municipalidades de Curacautín, Victoria Ercilla, Traiguén y Collipulli. El mismo que recibe al gremio de camioneros, que sumado a la presión de gremios agrícolas, saca inmediatamente una ley para su protección.
Junto a la “oposición”, que estuvo gran parte de estos 30 años de “democracia” sentada en la moneda, siendo parte de la concertación y posteriormente nueva mayoría, y que no tuvo una política muy diferente a la actual, buscan tener diálogo entre ellos para pensar en lo mejor para los pueblos originarios.
“la búsqueda de consensos es fundamental en pos de retomar la agenda de desarrollo para los pueblos originarios, más allá del calendario electoral. Tenemos desafíos enormes en materia social, de empleo, de salud, de generación de oportunidades y ejemplos como el de otros países, como Nueva Zelanda, nos demuestran que es posible llegar a diseñar políticas correctas de desarrollo de las naciones, que incluyen a sus pueblos indígenas". Así lo declara María José Hoffmann, jefa de los diputados de la UDI a Emol.
“Esta es una acción concreta y vamos a impulsar el diálogo fraterno entre compatriotas para dar solución a los conflictos que están pendientes. Siempre desde el respeto a las visiones distintas y a los espacios de entendimiento". También así se refirió, el jefe de la bancada de RN, Sebastián Torrealba.
Mientras el Diputado de la DC Francisco Huenchumilla indica que el objetivo es que “sea el punto de partida y la hoja de ruta para la discusión que se genere en el Congreso”. El Senador Pedro Araya, PPD, dice “esperamos que la derecha apoye esta idea”.
Pero ¿cuáles son las propuestas?
Las propuestas de ambos sectores, convergen en la creación de un distrito especial indígena, pero mientras el oficialismo propone un padrón especial sin distribución de los pueblos originarios, la oposición busca cupos para nueve pueblos indígenas, reconocidos ante la ley: Mapuches, Aymaras, Rapa Nui, Atacameños, Quechuas, Collas, Diaguitas, Kawashkar y Yámanas.
Además que la propuesta de la “oposición” busca que se elijan libremente si desean votar por representantes convencionales de su pueblo originario, siendo la única opción de discernir de esto, la autodeterminación de cada uno. Por otro lado, buscan que en caso de que gane la convención constitucional, sean 23 escaños disponibles, mientras que si llegase a ganar la convención mixta sean 25, y el oficialismo busca que esto sea determinado según el número de inscritos en el padrón indígena.
A esto se le suma la paridad de género, donde el gobierno y sus partidos buscan que la paridad se aplique en el distrito especial indígena, mientras que la ex nueva mayoría explica que su propuesta “también contempla la paridad de género. Así, y para los pueblos Mapuche y Aymara, en el caso que las dos primeras mayorías fueran del mismo sexo operarán mecanismos de reemplazo, para que el sexo sub representado tenga también presencia”, así lo explica el senador de la DC Huenchumilla.
El Frente Amplio también propone ciertas cosas ante la discusión, por parte de Juan Ignacio Latorre, senador de Revolución Democrática, que propone, ante convención constitucional o mixta, deberían haber 25 y 27 escaños reservados respectivamente. Además que los registrados para el plebiscito, al momento de votar, puedan elegir entre convencionales en la elección general o convencionales representantes de pueblos originarios, según la autodeterminación de cada uno.También propone que no deban ser candidatos convencionales, representantes de los pueblos originarios, aquellos que sean militantes de partidos políticos, hasta dos años antes del cierre de las declaraciones de candidaturas.
Ante esta serie de propuestas, nace la pregunta de si el proceso constituyente, soluciona el conflicto del pueblo Mapuche o de los pueblos originarios en general, que han vivido históricamente, tanto a mano de los colonialistas como del Estado de Chile la opresión y anulación de su cultura.
La respuesta es no, porque la trampa que del proceso constituyente (tras el desvío del acuerdo en diciembre entre el oficialismo y los partidos de la “oposición”) no asegura el derecho a la autodeterminación o la autonomía y administración sobre sus tierras, ya que junto a las trabas que impuso este desvío como el veto de ⅓, hay movimientos reaccionarios y patronales, respaldados por carabineros y por el Estado (como vivimos el pasado primero de agosto) que no permitirán eso; por los medios que sean, como lo hizo el grupo APRA o las direcciones patronales de camioneros que se sientan a dialogar junto al gobierno mientras amenazan un paro y desabastecimiento mayor penalización bajo la ley antiterrorista.
Mientras esto sucede, la oposición mantiene una tregua con el gobierno y se sienta a negociar, y a dialogar con los mismos asesinos de Camilo Catrillanca y los responsable de la posible muerte del Machi Celestino Córdova. La única forma de conseguir la libertad de todxs lxs presxs políticxs tanto de la revuelta, como Mapuches, es la solidaridad entre lxs trabajadores, la juventud, el movimiento de mujeres y el pueblo Mapuche, en una lucha en común, independiente a los partidos del régimen, con un programa que pelee por cambiar todo esta herencia colonialista y capitalista de opresión. Porque más allá de que podamos conseguir pequeñas cosas en el proceso constituyente, con eso no basta.
Víctor Ibañez De la Hoz
Joven trabajador militante del PTR y militante de Vencer