A 11 meses de firmado el acuerdo por la paz, y tras ser aplazado por la pandemia del Covid19, este domingo se celebró el plebiscito de entrada al proceso de cambio constitucional. Con el 99,81% de las mesas escrutadas al cierre de esta nota la opción Apruebo obtenía el 78,27% de las preferencias , equivalente a unos 5.884.076 de votos versus la opción rechazo que obtiene el 21,73% de las preferencias.

Ιωαχειν Santiago de Chile
Lunes 26 de octubre de 2020
*Foto de Javier Torres / AFP
La jornada concluyó con una participación de más de 7 millones y medio de personas, convirtiéndose en el proceso electoral con mayor participación desde el retorno a la democracia. Más de 500 mil personas adicionales que el último proceso electoral (la segunda vuelta presidencial donde votó el 49% del padrón) superando levemente el umbral del 50% de participación.
Pese a que la abstención bajó, esta se mantiene dentro de un rango considerable. Si bien aún debemos terminar de analizar el desglose de los datos, diversos analistas consideran que existió un incremento considerable de la participación de jóvenes y de los sectores populares.
El porcentaje de abstención según algunas hipótesis podría encontrarse en votantes tradicionales de la derecha que desmoralizados ante un resultado que depara pocas sorpresas no concurrieron a las urnas, así como la población de edad más avanzada por el temor a la pandemia. Con todo estas hipótesis no terminan de aclarar que aún , pese a la rebelión, importantes franjas de los sectores populares permanecen ajenos a los procesos políticos. No es de extrañar que esto sea así , en vista de que han sido varias décadas de un régimen político basado en la exclusión , represión y atomización de dichos sectores.
Sin embargo, los grandes medios de comunicación y los principales gremios empresariales se han sumado a la versión del gobierno de declarar la participación como “histórica” y otorgarle plena legitimidad al plebiscito y a la aplastante victoria del apruebo. Dieron así su autorización para que el pueblo pudiese celebrar tranquilamente en todas las plazas del país.
Sin duda que la aplastante victoria del apruebo encuentra su explicación en los acontecimientos que han ocurrido desde la rebelión de octubre y el profundo proceso de cuestionamiento al modelo neoliberal así como al régimen basado en la herencia de la dictadura que lo sostiene. Los millones de votos obtenidos en las urnas muestran una enorme fuerza social , con energías renovadas por nuevas generaciones de jóvenes que han sido los protagonistas de la revuelta, pero también de todo un ciclo de movilizaciones y las lecciones de dichos procesos.
La energía desatada por la rebelión de octubre da una enorme muestra en las urnas del potencial transformador que posee. Sin embargo, de la misma manera avanza y se consolida el desvío institucional que los partidos de la derecha y la vieja concertación, sostenidos por el Frente Amplio. Con este resultado se inaugura oficialmente el itinerario constituyente fijado en el acuerdo por la paz, el cual buscará tener por protagonista no al pueblo movilizado, sino una Convención Constitucionalque funcionará según los parámetros fijados por la Constitución del 80 y electa con el mismo sistema de elecciones que beneficia a los partidos tradicionales.
El 78,9% de los votos que obtuvo la Convención Constitucional muestra también que existe una fuerte ilusión entre quienes votaron por la opción del Apruebo de que dicho órgano logrará funcionar como una Asamblea Constituyente y que podrá impulsar las transformaciones necesarias.
En ese sentido la centro izquierda busca ultimar detalles para montarse sobre esa esperanza para renovar sus credenciales políticas, aunque eso implica que la competencia entre las distintas fuerzas que componen la oposición se volverá más feroz como lo muestra que no lograron sacarse “la foto de la unidad” con la que soñaba Beatriz Sanchez.
Los otros grandes protagonistas de la jornada han sido Daniel Jadue (PC) y Joaquín Lavín. La enorme atención mediática que concitaron es parte de un proceso constituyente permeado por la debilidad de la actual figura presidencial, lo que adelantó la carrera por llegar al palacio de la moneda. Dado que la futura Convención terminaría hipotéticamente la redacción de una nueva constitución el año 2022, la elección presidencial se vuelve la batalla crucial para definir hacia que lado de la balanza se inclinará el país.
Jadue sale fortalecido ante un nuevo electorado joven y de sectores populares que no tiene los prejuicios que las capas medias suelen tener sobre el Partido Comunista. Lavín muestra que su tesis de que la derecha debía cruzar hacia el apruebo se demostró correcta para no ser derrotados de manera aplastante y verse humillados a pelearse por los rastrojos que caen de la mesa, como en este momento hacen la UDI y el Partido Republicano por los votos del rechazo.
Los empresarios ante el temor de que un apoyo al alcalde del PC implique un aumento de la expectativa de la gente, han desatado una campaña del terror que solo ha logrado fortalecer aún más la opción presidencial de Jadue. Todas las elecciones que vienen de acá en adelante estarán marcadas por una carrera que pese a los intentos de ambos candidatos , tenderá a la polarización, sobre todo si el escenario de crisis económica se agudiza.
La rebelión de octubre no ha sido derrotada, pero de momento su energía ha sido encausada en el itinerario electoral con el que el régimen político busca renovarse, re legitimarse y hacerse más fuerte. La aplastante victoria del apruebo será objeto de disputa por todos los sectores, mientras el gobierno aprovecha la masividad del acto democrático para justificar la represión sobre los sectores más revulsivos y separarlos de las masas que se han politizado en todo este proceso con la excusa de combatir la violencia y limar los aspectos problemáticos del proceso en curso.

Ιωαχειν
Editor y columnista de la Izquierda Diario