Educación pública. Las condiciones laborales del magisterio: el caso de primarias

De acuerdo con DataMéxico, para el segundo trimestre de 2023 había un millón 350 mil docentes de nivel primaria en el país, cuya edad promedio es de 41.5 años. Es un sector mayoritariamente femenino, pues se compone por 32.6% hombres y 67.4% mujeres. Pero ¿cuáles son las condiciones laborales de l@s docentes de este nivel educativo?

Los derechos laborales como conquistas históricas del magisterio

El magisterio de primarias ha sido un sector crítico en la Ciudad de México, cuya labor con las infancias les permite observar las condiciones precarias de sus familias trabajadoras y cómo esos contextos repercuten en sus procesos de aprendizaje. Y para cambiar estas condiciones y las suyas, en distintos momentos el magisterio se ha caracterizado por su disposición a luchar por mejores condiciones laborales y en la defensa de la educación pública y gratuita, muestra de ello es la participación que llegó a tener en el 58 y 68, junto con estudiantes y otros sectores de trabajador@s como los ferrocarrileros y los telegrafistas.

Posteriormente, ocurrió la primavera magisterial del 89, una lucha por mejores condiciones laborales, con movilizaciones multitudinarias que además expresaron un cuestionamiento profundo a la dirección sindical de Carlos Jonguitud Barrios, cacique del SNTE. Por lo que en ese periodo se lograron conquistas como aumento salarial, diferentes bonos y aguinaldo.

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Décadas más tarde, en 2013 hubo movilizaciones de docentes que cuestionaron la reforma punitiva del gobierno de Peña Nieto, que también implicaba un recorte de contenidos educativos y se denunció la represión de los cuerpos policiacos. Sin embargo, en 2019, a pesar de las promesas de campaña de la 4T, solo se eliminó ese aspecto punitivo para docentes en servicio, como una respuesta a los reclamos del magisterio en el sexenio anterior y calmar los ánimos.

Durante este año, luego de más de 25 años de no contar con elecciones sindicales, a pesar de la reforma laboral de la 4T y los discursos, las maestras y maestros emprendieron una lucha por sus derechos colectivos y en defensa de la democracia sindical. En las elecciones sindicales en la Ciudad de México, los charros del SNTE de la sección IX, fueron altamente cuestionados por fraude, puesto que impusieron el registro de planillas oficiales.

La Asamblea General de la Sección 9 Democrática, adscrita a la Coordinadora Nacional de Trabajadores de la Educación (CNTE), se pronunció en rechazo a la convocatoria unilateral emitida por la dirigencia del SNTE y denunció la proscripción, ya que no dieron lugar a que se desarrollaran procesos organizativos desde las bases magisteriales.

El descontento con los charros se expresó con cierres de avenidas, protestas a las afueras de las casillas y con el voto nulo. Nuevamente quedó en evidencia un proceso amañado y antidemocrático, los charros del SNTE controlaron todo el proceso, siendo ’juez y parte’, pues quedó en sus manos establecer las reglas, validar las elecciones y declarar el triunfo de las planillas que ellos mismos postularon.

Se hicieron múltiples denuncias de las prácticas fraudulentas que primaron durante estas elecciones.

Una de las conclusiones de este proceso es que la lucha por una vida sindical democrática es también un medio para luchar por aumento al presupuesto, mejora de las escuelas, planeaciones de horarios, cuidados maternos, aumentos salariales, etc.

De la misma forma, a 5 años de gobierno de la llamada Cuarta Transformación, hemos visto un importante número de luchas encabezadas por el gremio docente a lo largo y ancho del país, en la mayoría de los casos denunciaron la falta de pagos, el ataque a las conquistas laborales, el duro golpe a las jubilaciones y la inestabilidad creciente en el empleo, pese a la campaña oficial de basificación por parte del gobierno federal.

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La precarización laboral y en las aulas

En las aulas, l@s docentes tuvieron que transitar a la metodología de aprendizajes basados en proyectos, sin tiempo ni materiales y lidiando con la excesiva carga administrativa y enormes desigualdades salariales que no permiten llegar a fin de mes.

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Otro aspecto es que, bajo la bandera de la inclusión en el aprendizaje, se han dejado de lado las necesidades específicas de la niñez con capacidades especiales, sin que se contrate a especialistas, lo que también ha sido una vía para atacar a las escuelas especiales como las normales de especialización.

Por lo que conducen varios procesos de aprendizaje a la vez en grupos hacinados, cuando según la OCDE deberían ser máximo 14 niñ@s, porque de lo contrario es antipedagógico, ya que no hay condiciones de aprendizaje ni para desarrollar el trabajo docente.

El magisterio de primarias se enfrenta a situaciones complejas de cada niñ@, problemáticas como el rezago educativo, la desnutrición, la precarización de las vidas de las familias de l@s estudiantes, las afectaciones a su salud mental. De la mano de que en las primarias hay escasas herramientas y cero especialistas para prevenir y atender los casos de acoso, abuso y violencia sexual en las infancias.

En cuanto a las herramientas y materiales de trabajo, l@s docentes de nivel primaria no cuentan con insumos, no cuentan con materiales pedagógicos para atender los procesos de aprendizaje significativo. Por lo que el material didáctico proviene de sus propios bolsillos. Si bien en el talón de pago vienen bonos por este concepto, es ocasional y la cantidad es mínima, sin que se otorgue el presupuesto que se requiere.

La precarización del trabajo docente aumenta, incluso con el cambio de los modelos educativos, que se imponen sin tomar en cuenta la opinión de docentes y menos de l@s niños, pues implican un cambio en los fines, la formación y requiere capacitaciones, que representan incluso una carga laboral.

En cuanto a la jornada laboral, en primarias una/un docente trabaja alrededor de 25.4 horas a la semana. No obstante, no se contempla que en promedio laboran dos horas extras diarias por trabajo administrativo que se labora fuera del aula, sin que nos sean pagadas. Acorde con los datos de la OCDE, México es uno de los países en los que l@s docentes se encuentran con mayores horas frente a grupo. Al tiempo que se reducen las vacaciones y aumentan los días laborales de calendario de descarga administrativa.

A pesar del arduo trabajo fuera y dentro de las aulas, en promedio, el salario que perciben docentes de primarias es de $7,420 pesos, aunque hay una brecha por género, los hombres perciben $7,870 pesos y las mujeres de $7,200 pesos. Como es insuficiente para el sostenimiento de las familias, el 11% de l@s docentes tienen otros trabajos, como en el sector informal, venden productos para catálogo, laboran en otras escuelas o imparten cursos de regularización.

Por lo que consideramos importante poder abrir el debate en el magisterio sobre las condiciones de las escuelas y las laborales de l@s docentes para pasar a la acción, lo que implica organizarse en cada escuela para luchar por atender las necesidades y problemáticas de las infancias, luchando por Educación Sexual Integral (ESI), así como condiciones laborales dignas, en unidad con las madres y padres de familia, así como con otros niveles educativos.

También se requiere luchar por la democratización del SNTE y su independencia política respecto al Estado, para ejercer los derechos colectivos y que exista una auténtica bilateralidad que permita ir por la conquista de más derechos laborales.

Si estás de acuerdo con esta postura, te invitamos a organizarte en la Agrupación de trabajador@s de la educación Nuestra Clase.

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