La franja electoral cumplió su noveno día, con la Derecha y el Frente Amplio presentando sus alternativas, mientras la Nueva Mayoría mira por el balcón.
Nicolás Miranda Comité de Redacción
Viernes 23 de junio de 2017
La Nueva Mayoría sigue enfrascada en sus tensiones internas entre Goic y Guillier con un debate degradado sobre frases, mirando desde el balcón el debate político entre los dos bloques que se presentan a primarias.
La derecha, con una perspectiva general: “mejorar” lo que hay. Ossandón, instala una idea fuerza “por un Chile mejor, más humano, más justo”. Piñera con su “se vienen tiempos mejores”. Kast con su “fuerza de las ideas”.
El Frente Amplio, con otra perspectiva general: “transformar” Chile. Beatriz Sánchez con la idea fuerza de que “se puede”. Mayol con la de un Chile normal, contra la anormalidad de ser el único país en el mundo con un CAE, entre otras perlas.
Dos perspectivas distintas, con límites. Aunque todos han ido hablando de distintos sujetos, interpelándolos, en este noveno día algo llama la atención. Fue la derecha, más explícitamente Ossandón, quien habló de “la clase trabajadora”, aunque diciendo que necesita ser escuchada. Piñera, más indirectamente, hablándole al decir que la mejor política laboral es el pleno empleo, aunque en su Gobierno, incluyendo su creación de puestos de trabajo, la precariedad aumentó. Kast, en cambio, habló de los emprendedores y los invisibles.
En contraste, el Frente Amplio no habla a un sujeto. Beatriz Sánchez habla de las mayorías para transformar Chile. Mayol comenzó hablando de los microemprendedores, y concluyó hablando de “todos”, incluyendo los pequeños empresarios (muchos de ellos, por ejemplo, son los dueños de las empresas subcontratistas), contra la “clase política” a la que le dice “no, gracias”.
No es que no tengan “propuestas” para los trabajadores (como la negociación ramal). Pero, ¿se puede, por ejemplo, lograr el fin de las AFP, o el seguro universal de salud, con “todos”; sin terminar con las Isapres, por ejemplo, o redestinando los fondos de las AFP a más inversiones de empresas, aunque sean innovadoras? ¿Se puede hacer sin los trabajadores organizados? ¿Se puede dejar que sea la derecha la que hable de “clase trabajadora”?
No es solo un día más en la serie de la franja electoral, es una muestra de sus límites, y de la necesidad de una alternativa anti-capitalista de la clase trabajadora.