Luego de años de reclamo por parte del movimiento de mujeres, el Gobierno oficializó este miércoles el artículo de una ley que obliga a las compañías a brindar ese servicio para los hijos de sus empleados. Un avance en derechos que invita redoblar la organización para su aplicación.
Jueves 24 de marzo de 2022
Por medio del Decreto 144/2022 publicado en el Boletín Oficial, el Gobierno reglamentó un artículo de la Ley de Contrato de Trabajo N° 20.744 que obliga a las empresas con más de 100 empleados a contar con guarderías para el cuidado de los hijos e hijas de los trabajadores. Los niños y niñas deberán tener entre 45 días y 3 años y las guarderías podrán ser utilizadas tanto por el personal de planta permanente como el tercerizado.
Las empresas tendrán un año a partir de este miércoles para cumplir con este decreto. En el caso de no colocar estos espacios de cuidado, deberán pagar a sus empleados una suma dineraria no remunerativa, en concepto de reintegro de gastos de guardería o trabajo de cuidado de personas. La reglamentación establece que ese monto “no podrá ser inferior a una suma equivalente al 40% del salario mensual correspondiente a la categoría “Asistencia y Cuidados de Personas” del Personal con retiro del régimen previsto en la Ley N° 26.844, o al monto efectivamente gastado en caso de que este sea menor”. Para quienes trabajan bajo modalidad Part Time, el monto a reintegrar será proporcional al que le corresponda a un trabajador o una trabajadora a tiempo completo.
De esta manera, tras un fallo aplicado por la Corte Suprema de Justicia en octubre del año pasado, el Poder Ejecutivo reglamenta este artículo que brinda el derecho a la obligatoriedad de jardines maternales y guarderías en empresas. Desde 1974 se encuentra en la Ley de Contrato de Trabajo y ningún gobierno de los últimos 48 años la había tratado. Esto ocurre en un contexto donde el movimiento de mujeres comenzó a enfrentar la violencia machista con el “Ni una Menos” y conquistó el derecho a decidir con la marea verde por el aborto legal. También ha puesto en debate la crianza de las niñeces bajo la consigna “eso que llaman amor, es trabajo no remunerado”.
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Observando la letra chica
En su cuenta de Twitter, Luis Campos -coordinador del Observatorio del Derecho Social de la CTA Autónoma- marca algunas observaciones sobre la aplicación del artículo. Por un lado, "si la empresa elige abonar la suma del 40% del salario mensual como reintegro en concepto de guardería, actualmente este monto equivaldría a $ 13.974 por mes, lo que supera a varios convenios colectivos de trabajo". A su vez, esta norma no aplica para la Administración Pública Nacional, y si aplicara sería a partir de abril de $ 5.877.
Ante una inflación que supera el 52% anual y el salario mínimo por debajo de la línea de pobreza, las sumas expresadas anteriormente no garantizan el acceso a las familias a las salas y jardines maternales. Partiendo de las desigualdades salariales entre los diferentes sectores laborales, los establecimientos privados -aunque posean subvención- cobran cuotas que parten de los 10 mil pesos y pueden llegar a sumas superiores a los 30 mil. La Asociación de Institutos de Enseñanza Privada de la provincia de Buenos Aires (Aiepba) señaló recientemente que es muy probable que en los próximos meses se definan nuevos aumentos.
Al estar exceptuados los trabajadores estatales, desde las fábricas recuperadas mostraron preocupación. En dialogo con este medio, Mercedes Fretes -quien pertenece a la juegoteca que funciona en la cooperativa Madygraf- resaltó que este tipo de empresas quedan afuera de este decreto.
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Otras cuestiones a tener cuenta es que este derecho no se brinda a las empleadas de establecimientos con menos de 100 trabajadores, así como tampoco se aclara cómo deberán ser las condiciones de las salas maternales y guarderías y cómo se procederá en concreto con las empresas que no cumplan con la normativa fijada.
Otra preocupación es qué ocurre con las mujeres que trabaja por fuera de convenios y en la informalidad, ya que ellas también se merecen este derecho. En nuestro país, según datos del INDEC, las mujeres realizan el 76.4% del trabajo doméstico no remunerado, que según calcularon fuentes oficiales en 2020, representa el 16% del PBI del país. Este número tocó casi el 22% del PBI en el pico de la pandemia.
No empezamos de cero
El decreto lanzado este miércoles es un triunfo del movimiento de mujeres. Demuestra que luchar siempre sirve e invita a poner en debate la remuneración del trabajo doméstico y el cuidado de las infancias. En su derrotero de ser débiles con los poderosos, desde Vicentín a esta parte, el Gobierno ha retrocedido en toda medida que atente contra los intereses de los empresarios. Por ese motivo, como ya demostró la marea verde, la única forma de garantizar el cumplimiento de los derechos de las mujeres es a través del fortalecimiento de ese movimiento en las calles y lugares de estudio y trabajo y exigiéndole a los sindicatos que se pongan a la cabeza de la pelea por su reglamentación.
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Hay pruebas de que se puede garantizar estos derechos. En el 2016, la Comisión de Mujeres de la cooperativa bajo gestión obrera Madygraf puso en pie una Juegoteca para los hijos e hijas de las familias trabajadoras que se encuentran allí. Con el apoyo de sus compañeros varones, organizaciones sociales y políticas y diversos profesionales, pudieron armar un espacio que combina educación no formal, basada en el juego, la reflexión, la experimentación, el destierro de estereotipos y prejuicios sociales, con talleres de Educación Sexual integral, y las comidas necesarias para los chicos.
Un ejemplo de solidaridad que ayuda a los desafíos del porvenir.