Las principales empresas del Ibex 35 obtienen un 10% más de ganancias que el año pasado. Pero mientras los capitalistas se llenan los bolsillos, la crisis social continúa.
Carlos Muro @muro_87
Martes 15 de noviembre de 2016
Foto: Dan Brownsword / Getty
Los últimos datos muestran que en los primeros 9 meses de este año las empresas del Ibex 35 han obtenido ganancias cercanas a los 27.000 millones (un 10% más que el año pasado). Lo que significa que los principales valores de la bolsa han aumentado por cuarto año consecutivo sus ganancias especulativas en la bolsa.
Una vez más el Santander fue el que mayor beneficio consiguió -4.606 millones de euros-, seguido por el por el BBVA con 2.797 millones de euros, Telefónica, con 2.225 millones de euros e Iberdrola, con 2.041 millones de euros. El banco Popular, por el contrario redujo su resultado neto un 66%, hasta los 94 millones de euros y Abertis, que ganó un 60% menos que el año anterior. Como se dice, “gana la banca”. Pero como se dice, siempre “gana la banca”.
Ante estas cifras uno podría pensar que la economía va “viento en popa” y, como en los cuentos de hadas, los empresarios van a ser “generosos” aumentando la inversión, los puestos de trabajo y los salarios. La realidad es otra.
Aunque la economía está “técnicamente” fuera de la recesión, las previsiones son de un crecimiento bajo y frágil. Es más, este repunte se mantiene en parte por el sector turístico –con bajo valor añadido- y las exportaciones –dependiente del mercado internacional-, siendo además insuficientes los niveles de inversión productiva.
El escenario económico del Estado español es que salió de la recesión, pero no de la crisis. Como analizábamos en otro artículo la economía española sigue sin resolver el principal problema estructural de todo mercado capitalista en un momento de crisis capitalista. Y es que hay demasiada capacidad instalada en la economía sin nuevas fuentes de valorización “real” del capital e insuficiente rentabilidad a pesar del esfuerzo “monetario”.
Lo que significa que hoy en día el nivel de ganancias capitalistas no se traduce en más inversión de capital y nuevas fuentes de valorizaciones que permitan un escenario de crecimiento sostenido en el tiempo.
Hasta ahora lo que prevalecen son las ganancias especulativas mientras se sigue cargando los costos de la crisis sobre las espaldas de los trabajadores. Los datos globales muestran un “efecto en tijeras”. Es decir, cuando más aumentan las ganancias individuales y empresariales más aumenta la precariedad laboral, y en general más palpables se muestran las diferencias entre las clases sociales.
Esta combinación de frágil crecimiento económico, inestabilidad internacional, ausencia de nuevos espacios de valorización del capital -combinada con una política monetaria expansiva y operaciones especulativas como única fuente temporal de mayores ganancias- y el aumento de las diferencias de clases nos dan un panorama previsiblemente inestable.
No podemos descartar que, en este marco, unido al aumento de la polarización social y política, veamos un reverdecer de la conflictividad social y laboral. La experiencia de miles de trabajadores que ven imposibilitadas sus aspiraciones puede transformarse más temprano que tarde en un verdadero polvorín social.
Carlos Muro
Nació en la Zaragoza en 1987. Es estudiante de Historia en la UNIZAR. Escribe en Izquierda Diario y milita en la Corriente Revolucionaria de Trabajadores y Trabajadoras (CRT) del Estado Español.