La demagogia de los candidatos y la realidad de los trabajadores. Ayer, importante jornada de luchas obreras por los puestos de trabajo y gran triunfo antiburocrático en PepsiCo. Las cúpulas sindicales, divididas, celebraron actos de apoyo a Scioli y Macri. El voto en blanco y la perspectiva de un encuentro sindical combativo para preparar la resistencia al ajuste.
Fernando Scolnik @FernandoScolnik
Miércoles 18 de noviembre de 2015
Verso y realidad. Mientras bajan la espuma y la demagogia del debate presidencial, la realidad de los trabajadores y el ajuste se colaron en la campaña, a pocos días del balotaje.
El Ingeniero Macri sostuvo ayer que “Argentina es el único país del mundo, junto con Venezuela, que tiene cepo”. Agregó también que “cuando el campo sepa que el 10 de diciembre no tiene que andar pidiendo permiso a Axel Kicillof para exportar trigo, carne o maíz, y que, además, le bajamos las retenciones, ellos se ponen a producir, liquidan las cosechas que tienen en los silobolsas y la Argentina no tiene problema de flujo de dólares”.
En criollo: un plan de grandes ganancias para las patronales del campo y el capital financiero, inflación y ataque al salario para los trabajadores y el pueblo pobre.
Del lado de Daniel Scioli, no se quedaron atrás. Miguel Bein, asesor económico del candidato, habló ayer de “sintonía fina” en los subsidios, que es la manera que tienen ellos de tratar de convencer de que van a ajustar “un poquito”, pero menos que Macri. Por su parte, el jefe de Gabinete, Aníbal Fernández, no descartó que, de ganar, Scioli vaya a realizar un ajuste. “No sé si lo va a hacer o no lo va a hacer, digo que tiene la facultad de hacerlo”.
De ambos lados, confesiones del ajuste que se viene. Ellos coinciden en que lo que se afectará son las condiciones de vida de los trabajadores. Sólo el Frente de Izquierda propone afectar los intereses de los capitalistas, para que la crisis la paguen ellos y dar respuesta a los problemas del pueblo trabajador.
El futuro ya llegó
Lejos de los juegos retóricos y la hipocresía de los candidatos, la realidad es otra. Una importante jornada de lucha obrera con múltiples acciones dio ayer cuenta de esto.
Bajo una intensa lluvia, las medidas de fuerza en la Panamericana, en Capital Federal, la Autopista Ricchieri o Bahía Blanca hicieron escuchar una voz distinta de la de los candidatos que disputan el balotaje: la de los trabajadores que luchan por sus puestos de trabajo.
Desde la Zona Norte del Gran Buenos Aires, cortando en 197 y Panamericana, los obreros de Metalsa y Hutchitson hacían colarse otra realidad en la campaña. Nacho Serrano, delegado despedido de Metalsa, contaba que “las empresas multinacionales que ganaron millones de dólares durante años y los fugaron del país pretenden descargar sobre los trabajadores el costo de la crisis. En la rama automotriz vemos planes de retiros voluntarios y despidos en muchas fábricas”. Junto a él, Eleana Navalesi, trabajadora despedida de Hutchinson, decía que “lo que estamos viviendo nosotros con los despidos y suspensiones es una muestra del ataque que se vendrá para los trabajadores”.
A la misma hora y bajo la misma lluvia, una voz parecida se escuchaba en el barrio de Pompeya. Allí estaban cortando, entre otros, trabajadores de Shell, de Coca Cola, de la gráfica Ramón Chozas. Gabriel, trabajador despedido, decía que “en Coca Cola el ajuste ya comenzó hace meses, no sólo en la planta de Monte Grande (Echeverría), sino también en Pompeya (Ciudad de Buenos Aires), donde la empresa inició un plan de despidos masivos, precarización laboral y persecución sindical”. Los voceros de otras empresas denunciaban junto a él situaciones parecidas.
La jornada de lucha obrera se desarrollaba también en otros puntos. Los trabajadores de Cresta Roja, en lucha desde hace meses, cortaban la Autopista Ricchieri diciendo “no a los despidos ni al cierre”. Denunciaron el fracaso del “salvataje” del gobierno nacional y provincial, y de la intervención.
En Bahía Blanca, los trabajadores del frigorífico Incob enfrentaron ayer el brutal ataque de una patota, con armas de fuego, para defender sus puestos de trabajo.
Las cúpulas sindicales, con los ajustadores
La burocracia enquistada en los sindicatos, por supuesto, no estuvo ayer apoyando estas luchas, ni mucho menos.
Hugo Moyano aprovechó el “Día de la Militancia” para celebrar un acto en la puerta de la CGT Azopardo y pronunciar un discurso con muchos dardos contra el gobierno y un apoyo a Macri dicho entre líneas.
Por su parte, la burocracia sindical que apoya al Frente para la Victoria conmemoró la fecha con un acto en la sede del gremio telefónico (FOETRA). Allí llamaron a votar a Scioli. Estuvieron presentes Antonio Caló, Omar Viviani, Osvaldo Iadarola, Ricardo Pignanelli, Andrés Rodríguez y José Luis Lingeri, entre otros.
La burocracia sindical, oficialista y opositora, sólo busca acomodarse con el próximo gobierno, y apoyar sus políticas de ajuste a cambio de conservar sus privilegios.
Es necesario recuperar los sindicatos de manos de esta casta parasitaria: el triunfo del clasismo ayer en PepsiCo es un alentador paso en ese sentido.
Organizar la resistencia contra el ajuste
Las luchas en curso son sólo un adelanto de lo que vendrá. Tanto Scioli como Macri se proponen profundizar el ajuste y la represión para derrotar las luchas. Ayer Sergio Berni afirmó que él podría “colaborar” en un eventual gobierno de Macri. No tienen muchas diferencias.
Por eso, contra ambos candidatos, el Frente de Izquierda realiza una campaña activa llamando a votar blanco o nulo. Hay que darles la espalda de entrada para preparar la resistencia a sus ataques.
Junto a ese llamado, crece la coordinación de las luchas para prepararnos para lo que se viene, como se vio el día de ayer. El pasado 7 de noviembre trabajadores de la Zona Norte del Gran Buenos Aires habían realizado una importante reunión de coordinación. Muchos de ellos se conocen de las distintas luchas. Se vieron en Lear, en Donnelley, Worldcolor, Kraft, la 60, SUTEBA, Gestamp y tantas otras de los últimos años.
Entre 150 luchadores de la zona habían definido la jornada de lucha de ayer, pero también realizar un gran encuentro el próximo 12 de diciembre. Porque, como dice la declaración que acordaron, “sea quién sea el presidente, profundizarán el ajuste sobre los trabajadores e intentarán avanzar, cada uno a su modo, sobre nuestros salarios y condiciones de vida”.
Jornadas de lucha como la de ayer, y la defensa de las Comisiones Internas combativas como en PepsiCo, son parte de la preparación para lo que se viene.
Está planteado impulsar con fuerza el encuentro del 12, que sea un gran paso adelante en la coordinación de las luchas de los trabajadores en la principal zona industrial del país, y un paso en el camino de poner en pie un gran encuentro nacional del sindicalismo combativo, frente al nuevo gobierno y los ataques que vendrán. Es una necesidad frente a lo que se viene. El PTS llama a desarrollar hasta el final la campaña por el voto blanco o nulo, y preparar la resistencia y la coordinación frente al ajuste en todos los lugares de trabajo, de estudio y en los barrios, dando pasos en cada pelea en la construcción de un partido revolucionario que pelee por una salida de los trabajadores.
Fernando Scolnik
Nacido en Buenos Aires allá por agosto de 1981. Sociólogo - UBA. Militante del Partido de los Trabajadores Socialistas desde 2001.