Sumar comisiones, cambiar artículos sustanciales, maniobras que integran el plan que Gabriela Michetti lleva adelante para evitar que el derecho al aborto se transforme en ley.
Viernes 22 de junio de 2018
Este jueves se produjo la primera reunión formal entre miembros de la Campaña Nacional por el Derecho al Aborto y senadores.
El jefe del bloque del PJ, Miguel Angel Pichetto, en línea con el resto de los integrantes de la reunión, manifestó su intención de dar un tratamiento rápido al debate para poder llegar a la votación durante el mes de agosto.
Sin embargo, la vicepresidenta Gabriela Michetti, quien preside la Cámara de Senadores y está en contra de la legalización del aborto, tiene otro plan en mente.
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Sucede que ante la imposibilidad de frenar el debate, los senadores que se oponen a esta ley dieron un giro en su estrategia.
En este sentido, Michetti avanzó ayer al sumar dos nuevas comisiones al debate. Se trata de la comisión de Presupuesto y Hacienda, presidida por su compañero de partido Esteban Bullrich, y la comisión de Asuntos Constitucionales a cargo de Dalmacio Mera (bloque Justicialista).
Ahora bien, sumar comisiones implica más tiempo de debate, es por eso que Miguel Angel Pichetto se dirigió directamente a Gabriela Michetti al indicar que: “Es una posición personal suya que busca dilatar el tratamiento del proyecto, que desde su sector reclamaban fuera rápido y estuviera resuelto para antes del receso invernal”.
Pero por si la suma de comisiones no llegara a desgastar lo suficiente al proyecto, los senadores que se oponen a la legalización del aborto planean hacer modificaciones sustanciales que echarían por tierra las bases del proyecto aprobado en Diputados.
Cambiar la palabra legalización por despenalización, haría que básicamente ningún cuerpo gestante fuera castigado penalmente por realizarse un aborto, pero tampoco habría un lugar seguro y gratuito en donde se pueda acceder a esta práctica médica.
Aumentar el alcance de la “objeción de conciencia” a instituciones médicas y que el Estado no pueda exigirles que garanticen la realización de un aborto a quien lo solicite es otra de las modificaciones que tienen en carpeta.
Debemos agregar el fuerte lobby que está realizando la Iglesia Católica con Francisco a la cabeza, quien está desplegando todo su poder político y económico para que esta ley quede sepultada definitivamente.
Es muy importante señalar que si los senadores que se oponen al aborto legal logran incluir estas modificaciones al proyecto, este deberá volver a la Cámara de Diputados para que ser debatido nuevamente.
En definitiva por ahora lo que que tienen en claro es que necesitan tiempo.
Tiempo para enfriar el debate y tiempo que los acercará al momento en donde deba discutirse el presupuesto para el año entrante. Y este es un punto en donde saben que pueden presionar a los senadores, que deberán responder directamente a los gobernadores. Y ninguno de ellos está hoy en condiciones de mantenerse al margen de las negociaciones con el Gobierno nacional.