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Red Internacional
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Trabajo Infantil. Las muchas muertes de Miguel Ángel, el niño limpiaparabrisas

Trabajaba en un semáforo en el Estado de México. Apenas estaba por entrar a la secundaria. Murió de repente. Esto es lo que les hace el capitalismo a los niños de los sectores populares.

Martes 23 de julio de 2019

Miguel Ángel había ido con sus hermanos a ganarse unas monedas limpiando parabrisas. Trabajaban en las vacaciones para ayudar en casa, para comprarse algo.

Cuando estaba trabajando, en un crucero sobre boulevard Aeropuerto en la intersección de la colonia Álvaro Obregón, Estado de México, se sintió mareado y luego se desplomó. Fue al mediodía, cuando el sol pega inclemente.

“Era el de en medio, solo en vacaciones veníamos a trabajar aquí, nos dijo que se empezó a marear y se cayó, llamamos a la ambulancia pero no dijeron que ya se había muerto”, relató Julio, hermano mayor de Miguel Ángel al periódico A fondo Edomex.

De inmediato llamaron a urgencias y llegó una ambulancia en unos minutos, pero ya no pudieron hacer nada por él.

Miguel Ángel estaba por entrar a la secundaria, en San Mateo Atenco. Había salido con sus hermanos de la comunidad La Constitución Totoltepec en Toluca por la mañana luego de desayunar un tamal.

Murió porque era pobre. Murió porque era un niño que se vio orillado a trabajar para ayudar su familia con el gasto. Murió porque no tuvo acceso oportuno a cuidados de salud.

Miguel Ángel era un niño. Con sus sueños, con sus travesuras, con sus confusiones de quien va en tránsito hacia la adolescencia.

Era él, pero era todas y todos los niños, jóvenes y adultos limpiaparabrisas que están en los cruceros, a merced de la insolación, del frío, del calor, de la lluvia, del tránsito.

Su muerte no fue un accidente. Es consecuencia de las condiciones de miseria que impone el capitalismo a un sector de la población. Porque con trabajo o sin él, a las familias de los sectores populares les cuesta cada vez más llevar comida a la mesa y acceder a servicios básicos de salud, peor aun con los recortes presupuestales del actual gobierno.

Toda la solidaridad a la familia de Miguel Ángel. Y la promesa, a los cuatro vientos, de luchar sin pausa contra este sistema de explotación y opresión que mata a los hijos de la clase obrera.

Trabajo y explotación infantil: luchar por el porvenir de nuestra clase